Esta sección tiene como objetivo sumar las opiniones de especialistas sobre algunos temas de la Ciudad que están o deberían estar en la agenda pública, a los efectos de identificar los problemas, construir conocimiento colectivo y promover la búsqueda de soluciones.
Desde el balcón
En este texto, la arquitecta no solo reflexiona sobre los problemas de las grandes metrópolis y las preocupaciones que la tomaron por asalto, igual que a sus colegas, porque “la historia nos pasó por encima con una velocidad mayor que la de los cambios tecnológicos”.
Silvestri escribe desde la comodidad/incomodidad que le provoca este encierro en la intimidad de su casa. “En cuarentena, las cosas han adquirido una importancia de la que carecían cuando las usaba distraídamente; se convirtieron en mis amigas. Pero, ¿qué son las cosas?”, se pregunta.
También se interroga por lo impredecible, que para ella no es el virus “sino la mera posibilidad de que volvamos a centrar nuestros esfuerzos comunes en crear un mundo cotidiano en que la amistad entre los seres transcurra con cierto sentido de armonía”.
En un estado de alerta pero de extrema consciencia, nos habla de sus privilegios: tener balcón, poder pasear por la terraza y entrar en contacto con el verde, al menos, de sus plantas.
Urbanistas y planificadores responden ante esta crisis
La comisión de Arquitectura del CPAU organizó el ciclo Hablemos de Arquitectura en tiempos de COVID-19. Compartimos algunas reflexiones del ciclo dedicado a Ciudades.
Las voces del Observatorio
Las voces del Observatorio reúne reflexiones breves de todos los especialistas que han colaborado en estos 10 años del OM-CPAU. En ellas, se reconocen ejes temáticos representativos de los problemas y desafíos de nuestra área metropolitana. Con el deseo de contribuir a entrelazar las preocupaciones que convergen en lo metropolitano, comenzamos el año mirando estas frases con el desafío de seguir ahondando en los debates planteados: la fragmentación del territorio y las desigualdades socioeconómicas, la planificación y la gestión -o la falta de ellas-, las consideraciones de escala local y de la metropolitana, así como la temporalidad de los procesos.
Interpretando el uso de la tierra pública
“Las tierras públicas, sean nacionales o de la ciudad, son un activo escaso y estratégico que, con intervención del Estado local, son un elemento para regular el valor del suelo en las ciudades. Con su venta se pierde una de las principales herramientas para orientar el desarrollo urbano y las oportunidades de construcción de viviendas que colaboren a reducir el déficit habitacional o la creación de nuevos espacios verdes y públicos de calidad”
Subasta de suelo público en CABA: el desperdicio de una oportunidad de gestión urbana
“El principal argumento para la venta de tierra fiscal es el de desprenderse de terrenos del Estado Nacional que se encuentran "subutilizados" en zonas privilegiadas de la ciudad para poder financiar la operatoria urbanística del Paseo del Bajo, entre otros proyectos. Es decir, se subasta tierra pública a precio corriente (sin la totalidad de la valorización conferida por los factores mencionados) para financiar la propia obra pública que aumenta la renta del suelo apropiada enteramente por el sector privado.”
La tierra pública urbana, reserva estratégica - Nota sobre el mapa de subastas del CPAU
“Las políticas de tierras de otras grandes ciudades incluyen ocasionalmente ventas de bienes (con procesos que en general dejan otras aperturas programáticas y proporciones de vivienda social, espacio público o equipamiento comunitario, además de reinversión en ferrocarriles cuando se trata de tierras que le pertenecen), pero también de adquisición como reserva estratégica para las intervenciones urbanas.”
De Remate: el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el uso de la tierra pública
“En el caso del sistema ferroviario, la desafectación de tierra en áreas centrales de las ciudades debería ser objeto de un proceso de análisis público que contemple o descarte según el caso la posibilidad de futuros proyectos de transporte. Experiencias recientes como el caso de los accesos a los puertos de Rosario y Bahía Blanca, demuestran que lo que hoy en día aparentemente no tiene uso, en 25 o 30 años puede tornarse central en una política de desarrollo de transporte que beneficie a la producción al tiempo que mejore la calidad de vía de los habitantes.”
La implementación de la gestión diferenciada de residuos para grandes generadores del área metropolitana de Buenos Aires (2013-2017). El rol de la autoridad ambiental como promotor del reciclaje con inclusión social
La gestión de los residuos sólidos urbanos (RSU) está determinada a nivel nacional a partir de la Ley 25.916/04. La misma define los estándares que todas las jurisdicciones deben cumplir como mínimo, pudiendo también dictar medidas más exigentes. En este sentido, desde hace algunos años varias provincias sancionaron normativas complementarias y ampliatorias de aquellos presupuestos mínimos. Así, han establecido distinciones entre dos tipos de generadores de residuos: los generadores individuales y los grandes generadores; los primeros permanecen dentro del servicio público local de recolección y tratamiento, mientras que los grandes generadores, aquellos que generan más de 1000 kg de residuos al mes, deben afrontar ahora el transporte y tratamiento.
Termovalorización
En las altas esferas de decisión, cada vez son más importantes las consignas y menos importantes los estudios abarcadores, los informes especializados, y las evaluaciones integrales de los problemas ambientales. Nuevos términos nos asaltan con la fuerza de la novedad para sugerir que una tecnología de avanzada solucionará, en el final del proceso, problemas que no quisimos afrontar al comienzo del mismo.
Incineración de basura con recuperación de energía: una tecnología cara, sucia, y a contramano del manejo sustentable de los recursos
La incineración de residuos sólidos urbanos (RSU) con recuperación de energía, conocida mundialmente como “Waste to Energy” (WtE), no es una tecnología renovable ni limpia, ya que la basura domiciliaria no es un recurso renovable, y su combustión genera emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), sustancias peligrosas para la salud y el ambiente.