Boletín julio OM | CPAU
Merecer la ciudad, título del famoso libro de Oscar Ozlak sobre las políticas urbanas de la última dictadura, destaca una famosa frase del Intendente Guillermo del Cioppo cuando, en 1978, se promovía la erradicación forzosa de las villas de la entonces Capital Federal. En esa instancia, se destruían las casillas y se empujaba a sus habitantes a relocalizarse en el, menos visible, territorio metropolitano. Actualmente, la exclusión, aunque sin políticas violentas como las de del Cioppo, parece ser un denominador común de las ciudades metropolitanas. Aquellas que están equipadas, que cuentan con servicios, con amplia disponibilidad de espacios libres y públicos, con un conjunto de edilicios de calidad, no son para todes… son solo para quienes tienen los medios para vivir en ellas. En ese devenir de desigualdad creciente, se va perdiendo una importante cualidad de la ciudad, la de lugar de interacción social –donde se disputa el espacio, pero también se comparte, se intercambia y se negocia– porque los ponderados valores de “urbanidad” son también los de heterogeneidad social.
En efecto, en las últimas décadas, las ciudades son objeto de cambios estructurales, que se dan junto con una multiplicidad de procesos de nueva generación, como la internacionalización de los intercambios y el rol de un cambiante mercado inmobiliario —que es también financiero— sin control público. El vaciamiento de los tradicionales centros administrativos y comerciales, tributario del teletrabajo y la informatización de la gestión, los espacios de trabajo compartidos, el déficit habitacional, los valores de la renta y los alquileres temporarios, ilustran algunas de las nuevas dinámicas que interpelan a quienes tienen a su cargo las decisiones. Frente a estos desafíos, las grandes ciudades del mundo están proponiendo nuevas formas de actuación.
La bibliografía especializada se ha referido a las ciudades del siglo XXI, desde varias perspectivas. En ese marco, hay tres enfoques que nos resultan sugestivos para la reflexión: el de las “prácticas intermitentes”, el de la “urbanalización” y en relación, los que recurren a la noción de “urbicidio”.
1. ¿Qué son las "prácticas intermitentes”? Algunos trabajos, como los de Rita Ochoa, Alessia Allegri y Joao Pedro Costa en Lisboa, están tratando de identificar esa serie de fenómenos que aún se manifiestan de modos dispersos, pero que están cambiando estructuralmente las ciudades. Los “alquileres temporarios”, los co-working, la movilidad compartida –la “uberización”– de los desplazamientos, los eventos artísticos sorpresivos, son algunos de los temas emergentes a considerar.
En cuanto a los alquileres temporarios –que la plataforma Airbnb generalizó a nivel mundial–, las grandes ciudades están enfrentando ese problema pues tiene fuerte incidencia en el aumento de los alquileres “permanentes” de las clases medias y en la localización selectiva de las actividades. Por lo demás, compiten con las plazas hoteleras y carecen —al menos hasta hace poco—de cargas impositivas. Para resolverlo, en Barcelona y Nueva York, se están implementando regulaciones y sistemas de vigilancia con fuertes penalidades, aunque sin conseguir los resultados esperados. En CABA, por medio de la Ley Nº 6255 —aprobada el 28 de noviembre de 201—, se impulsó la creación de un Registro de alquileres temporarios con fines turísticos. Sin embargo, los relevamientos especializados afirman que oficialmente están registrados menos de 1000 inmuebles, mientras la plataforma Airbnb cuenta con más de 26 mil viviendas ofertadas en el territorio porteño.
En cuanto a los nuevos espacios de trabajo compartidos, la pandemia profundizó y aceleró procesos tributarios del home office y del trabajo híbrido. Según un reporte de 2022 de Microsoft Argentina y Accenture, desde 2020 el 63% de las empresas modificaron su modalidad de trabajo y el 94% de los trabajadores elegiría un trabajo de modalidad híbrida a uno tradicional. Este nuevo formato tuvo importante incidencia en el vaciamiento del microcentro de Buenos Aires y afecta actualmente el mercado de oficinas, de modo similar a la manera en que el alquiler temporario impacta sobre el sector hotelero y los alquileres permanentes, y que la compra por internet terminará debilitando las calles y centros comerciales… como ya sucede en otras latitudes.
Actualmente plataformas como Wework, Workingand y Mercado Libre ofrecen en Buenos Aires espacios de trabajo destinados para profesionales, emprendedores independientes, empleados remotos y ejecutivos globales. Se trata de usos temporarios con ahorro en gastos operativos, con una amplia oferta diferencial que va desde un escritorio de tiempo compartido a un equipamiento con servicios de última generación. En algunos casos se requiere disponer de una membresía –que ronda los $50.000 mensuales–, que asegura un uso flexible y el acceso a una diversidad de espacios –salas de reuniones, auditorios– y de tecnologías –audio, cámaras, equipamientos para reuniones virtuales–. En las promociones publicitarias se destaca la posibilidad de contar con localizaciones privilegiadas, próximas a los domicilios de los usuarios, no obstante las ofertas se concentran en el área central, Palermo y Colegiales.
Las “prácticas intermitentes” en alquileres y co-working se centralizan en determinados lugares de la ciudad, ya valorizados por el mercado inmobiliario, sin contribuir a restablecer equilibrios de conjunto. Asimismo, además de unos pocos propietarios, se benefician los turistas, los nómades informáticos y quienes disponen de financiamiento para aprovechar de las ventajas de una ciudad equipada y barata. En contracara, quienes no pueden pagar los alquileres se “achican”, se mudan “más lejos” y viajan mucho tiempo al trabajo, porque la ciudad de los 15 minutos también es para quienes la “merecen”.
Estas nuevas “prácticas” en las grandes ciudades llegaron para quedarse. La respuesta no es simple, es necesario construir registros—pues es indispensable conocer en profundidad que está sucediendo—, elaborar normas y supervisar las situaciones, pero no menos importante resulta pensar en una intervención activa para la regulación de las rentas tratando de no profundizar la desigualdad. Las grandes ciudades cuentan también con “alquileres protegidos”, “alquileres sociales”, “subsidios.” Dicho de otro modo, es necesario reconducir esos procesos de nueva generación, tratando de no profundizar la desigualdad.
2. ¿Qué es urbanalización? Según el catalán Francesc Muñoz se trata de esos paisajes “internacionalizados” y estandarizados que podemos encontrar en todas las grandes ciudades del mundo occidental, que van diluyendo las identidades locales. Las ciudades orientadas al consumo y las actividades relacionadas con la recreación, la cultura y el turismo global se manifiestan en los espacios del patrimonio, de las nuevas áreas susceptibles de proyectos de rehabilitación –como los puertos, por ejemplo– cuyos diseños se repiten una y otra vez en sitios diferentes. En ese sentido, en oposición a las búsquedas identitarias que se proclaman en los códigos y programas urbanísticos, se observa la “banalización” de las formas y los paisajes. En una secuencia de lo que alguna vez fue Mc Donalds, y ahora Starbucks, se trata de marcas y de imágenes de comunicación que ofrecen productos y formas conocidas e idénticas, en cualquier punto del planeta. En ese conjunto se inscriben los edificios “de marca” de los arquitectos globalizados y los “mercados” populares remasterizados con food trucks, que forman parte de los catálogos obligatorios para las grandes ciudades.
En Buenos Aires, ya nos referimos con anterioridad al código urbanístico y morfológico y sus derivas, con proyectos estandarizados y banalización paisajística. ¿Podríamos abrir, en esa orientación, tal vez, el debate acerca de los programas de patrimonio, que, es importante decirlo, no tienen un rol destacado en las agendas de nuestra ciudad, donde en alguna medida son vistos como obstáculos al progreso?
En una rápida revisión, desde lo paisajístico (y también, como espejo de la pérdida de la heterogeneidad social), podemos pensar que en el barrio de la Boca no hay áreas protegidas por el valor patrimonial de su paisaje de conventillos de chapa (no cuenta con un Área de Protección Histórica), la Costanera Sur ya no es costera y el resto del borde ribereño proyecta una transformación de usos de gastronomía y consumo que no busca una expresión propia, por decirlo de alguna manera. Las casas de patio y el cafetín, ya fueron. Apenas se rescatan los “bares notables” incluidos en las guías turísticas.
No se trata de nostalgia, pero tampoco de suponer que una transformación de “acero y vidrio” Miami style es más limpia y más rentable. Se trata de pensar las cosas de otro modo, sabiendo que la ciudad tiene bienes que son un importante recurso, aunque las operaciones de renovación estén atravesadas de tensiones. ¿Lo que se quiere restaurar, conservar, proteger, implica un beneficio en términos identitarios y colectivos para sus habitantes, o se trata de un mero producto para el consumo de los turistas? ¿Cómo recurrir a proyectos urbanos de calidad para evitar la banalización del paisaje? ¿Qué recursos poner en marcha para evitar la expulsión de los “vecinos del barrio” como resultado de las operaciones?
3. Finalmente, ¿a qué se refiere el término “urbicidio”? La palabra fue gestada en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, aludía a la masacre en y de la ciudad. En sus orígenes, en asociación con “genocidio” se refería al efecto destructivo de las guerras que arrasaban con inmuebles, espacios y lugares, afectando estructuralmente a sus habitantes. Los alcances del término se fueron reformulando a lo largo del tiempo, y en fecha reciente refiere a la amplia gama de acciones violentas (materiales o no, estructurales o simbólicas) que destruyen las bases de la ciudad y al mismo tiempo ponen en crisis sus cualidades específicas. En esa orientación, se considera el impacto de determinadas obras, públicas o privadas y todas aquellas cuestiones que afectan a su heterogeneidad y modalidades de expresión social….
Los procesos que venimos reseñando nos interpelan y en ese sentido podemos reflexionar sobre el “urbicidio” en nuestra ciudad. Si bien la ambigüedad del término habilita un espectro muy extenso de interpretaciones, es sugestivo recordar algunos de los atributos que estuvieron en el ADN de la Buenos Aires moderna sobre los que habría que tener un particular cuidado, pues estamos a punto de perderlos. Nos referimos a las cualidades de su chasis: al equipamiento de salud y educación, a su ordenamiento según valores de “urbanidad”, a la importancia del patrimonio edificado, a su heterogeneidad barrial y social. Todas estas propiedades están hoy en crisis.
4. ¿Qué conclusiones? Se trata de algunos de los dilemas propios de las ciudades del siglo XXI que todavía no podemos responder in toto. Tenemos que estudiar esas nuevas prácticas, haciendo “visible lo invisible”, comprender sus alcances y alternativas al tiempo que imaginamos nuevos escenarios. Como decía Joan Subirats en ocasión de la pandemia, estamos enfrentando fenómenos del siglo XXI, que observamos con miradas del siglo XX y con instrumentos del siglo XIX. El desafío y las incertidumbres son evidentes, la única certeza sea, tal vez, que pensar la ciudad para aquellos que la merecen no es una solución, es un “urbicidio.”
Observatorio Metropolitano / CPAU
OPINIÓN
La ciudad: los cambios que nos trajo la pandemia
Autor: Silvia Fajre
"¿Después del home office, volveremos a los lugares de trabajo? ¿Regresarán los trabajadores que generaban en la CABA un ingreso casi equivalente al de los residentes? ¿Los comercios y servicios que animaban al espacio público y que servían a la población flotante podrán sostener su actividad aún para una población menor y empobrecida?". A partir de estas preguntas que funcionan como hilo conductor, la autora brinda su reflexión sobre el futuro de las ciudades, sus espacios públicos y sus centros, indagando en qué aspectos urbanos deberían modificarse para provocar una vuelta al centro en la situación actual provocada por la pandemia.
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La reinvención del área central
Autor: Lorena Vecslir
Lorena Vecslir pone el foco en el centro de Buenos Aires, restituyendo sus dilemas en el marco más amplio de los centros y las centralidades de las ciudades. Reflexiona sobre las transformaciones que caracterizaron la vocación inicial de los centros a partir de "la complejidad de su ADN" y las dinámicas producto de las diferentes escalas. Para finalizar, se pone en valor el desarrollo de planes integrales que pongan a las personas en el centro del debate.
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1925 - Proyecto Orgánico
Fecha Origen: 1923
Área de Referencia: Capital Federal. Plantea, por primera vez, la necesidad de considerar los partidos fronterizos como parte de la aglomeración.
Problemática: Equilibrar la estructura urbana articulando la ciudad vieja los nuevos barrios, asegurar un sistema de espacios verdes y libres, recuperar los valores estéticos como expresión de civilización
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NOTICIAS VINCULADAS:
Noticias - 2/febrero/2023
“El centro ha muerto, viva el centro”, una manera de entender la nueva vida en la ciudad a través del arte
Infobae
Entre el 2 y el 12 de febrero, en el marco de Microcentro Cuenta, la exposición presentará 16 instalaciones audiovisuales en distintos espacios y reunirá a artistas latinoamericanos con europeos
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Noticias - 30/abril/2021
Movilidad y trabajo post-Covid: qué dice la investigación en Francia
Observatorio das Metropolis. Brasil ·
Paula Santos Menezes, investigadora de LAET / ENTPE (Francia)
Francia se basó en una serie de medidas sociales mínimas para mitigar el impacto no solo de la pandemia, sino principalmente de las reglas de contención y restricciones para numerosos sectores. Estas medidas, sin embargo, no evitaron la proliferación de desigualdades en relación al trabajo y la movilidad: por ejemplo, los trabajadores de sectores que pudieron continuar en el teletrabajo mantuvieron su seguridad financiera, pero los de sectores cerrados vieron una mayor degradación financiera, incluso con la ayuda del mecanismo de “paro técnico”.
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Noticias - 14/marzo/2023
A tres años de la pandemia, la reconversión del Microcentro avanza lenta
Clarín por Karina Niebla
Aunque volvió el movimiento, siguen vacías el doble de oficinas que antes de la cuarentena. Y los proyectos para impulsar viviendas aún están en trámite.
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Noticias - 22/julio/2023
Cambios en el consumo y el turismo extranjero, los ejes que revitalizan el Microcentro porteño
Perfil - por Claudio Corsalini
En relación con la transformación que se impulsa en esa parte de la ciudad de Buenos Aires, Álvaro García Resta, titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano porteño, aseguró a este diario: “La iniciativa está funcionando muy bien. Sabemos que estos cambios no son de un día para otro, pero el comienzo es auspicioso. Tenemos desarrollos en marcha, cómo ArtHaus y el Edificio Tornquist, entre aprobados y en estudio. Tenemos 17 expedientes iniciados, que implican más de 150 mil m2 que antes eran oficinas y se van a reconvertir en viviendas a partir de la ley de reconversión para la reactivación del área central”.
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Noticias - 27/septiembre/2017
De casa al trabajo, en no más de 30 minutos
La Nación | por Sofía Terrile
El gobierno porteño impulsa un nuevo Código Urbanístico que busca evitar el zoning y promueve las áreas de usos mixtos
En 40 años, las ciudades, cuya característica inherente es el dinamismo, pueden transformarse desde las bases hasta los detalles más ínfimos. En el caso de Buenos Aires, el Código de Planeamiento Urbano, aquel que regula la organización del tejido edilicio y la distribución de usos de suelo, sigue vigente desde 1977 sin cambios. El Gobierno de la Ciudad encaró una reforma del documento y quiere reconvertirlo con otro nombre: el Código Urbanístico. Para explicar los principales puntos de esa actualización, el ministro de Desarrollo Urbano y Transporte de la Ciudad, Franco Moccia dialogó con la periodista Carla Quiroga.
En el microcentro Otro histórico edificio se reconvierte y apunta al alquiler temporario, cómo es el proyecto
Cronista por Belén Fernández
En el microcentro
Bartolomé Mitre al 400, allí durante años funcionó la sede del banco Santander
Los dueños de la torre en Bartolomé Mitre y San Martín terminan de diseñar un masterplan que busca transformarlo en un edificio de usos mixtos. Cómo serán los departamentos y a qué precio apuntan venderlos.
Oficinas de coworking por dentro
Clarín.com
ARQ - por Inés Álvarez
Los interiores de We Work, la empresa de oficinas compartidas que llegó a Buenos Aires con una estética que se replica en todo el mundo. Detalles del manual de estilo y de la sede en Vicente López.
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Desde un jardín escondido hasta un centro cultural: los 7 mejores lugares de Buenos Aires para hacer home office
Lucia Faraone - Maleva Mag
NÓMADES DIGITALES
¿Dónde hallar sus lugares favoritos para trabajar y disfrutar, en la ciudad que fue elegida una de las 10 mejores del mundo (y la mejor de América latina por lejos) para trabajadores remotos? Desde un Centro Cultural con salas de co-work gratis y rodeadas de muestras de arte hasta un jardín escondido en Caballito donde todos son bienvenidos a desconectar con sus notebooks.