Observatorio Metropolitano

OBSERVATORIO METROPOLITANO CPAU ı Junio

¿Qué hacemos con el centro? Los bares sin público, las persianas bajas, las veredas y las calles vacías son el objeto de una amplia gama de debates e iniciativas. ¿Promovemos la residencialización? ¿Inventamos nuevas actividades o excepciones impositivas? ¿Conservamos los edificios o buscamos una nueva imagen? ¿Arreglamos los espacios públicos? ¿Será el momento de organizar concursos de ideas que incentiven la creatividad? Como en otros temas de la ciudad y de la sociedad, la pandemia actualiza problemas viejos y suma nuevos que nos interpelan…

El centro de la ciudad de Buenos Aires es uno de sus principales recursos. Se trata del centro simbólico, el de la “publicidad” de la cosa pública, donde la gente, el transporte y muchas actividades se concentran. Allí los habitantes protestan, festejan y opinan, los turistas pasea(ba)n y saca(ba)n fotos, los chicos de las escuelas revisa(ba)n la historia nacional. En lo urbanístico, el triángulo virtuoso de las estaciones ferroviarias -Retiro al norte, Constitución al sur y Once al oeste- y la convergencia del transporte y la movilidad, la calidad de la arquitectura y de los equipamientos y servicios remiten a su carácter de centro metropolitano, resultado de una amplia gama de proyectos e intervenciones a lo largo del siglo XX. Primero fue el eje cívico Plaza de Mayo-Congreso que sumó edificios en altura, hoteles, oficinas y negocios modernos, sustituyendo los talleres, conventillos y “lugares del mal vivir”. Luego fueron los ensanches de avenidas transversales, el completamiento de las diagonales –que, como la del norte, ampliaba el centro hasta Tribunales- y el Obelisco con la avenida 9 de Julio, que desplazaron el centro de actividades hacia el norte y a escala de la aglomeración.

¿Cómo equipar y ampliar la city se preguntaban los planificadores de los años sesenta? Mientras se pensaba en el “corazón de la ciudad”, el proyecto del barrio sur y la ampliación del área central de los gobiernos militares con la actualización del viejo proyecto de urbanización sobre el río fueron dejando sus huellas materiales. A fines de los ochenta, la fáustica operación Puerto Madero junto con la rehabilitación de Avenida de Mayo, los conventillos de San Francisco y otros proyectos apuntaban al mismo tiempo a revitalizar el área central, rescatando el patrimonio histórico y evitando la gentrificación… Muchos de esos propósitos fueron recuperados en los modelos territoriales y los programas de actuación del Plan Urbano Ambiental.
Con posterioridad a la crisis del 2001, cuando el centro era la vidriera más acabada del colapso que atravesaba la ciudad y la sociedad, se reformularon las políticas destinadas a acondicionar el espacio público. Los estudios y la propuesta para la “recuperación de edificios existentes”, el acondicionamiento de plazas, calle y sitios, las obras de peatonalización -que se continuaron luego- fueron algunas de esas importantes iniciativas.

Ahora bien, avanzado el siglo XXI, el interés por descentralizar actividades y descongestionar el centro no parece haber sido un muy buen punto de partida. ¿Qué destino tendrán el Mercado del Plata o el edificio del Ministerio de Educación localizado en la Plaza de Mayo, que entraron en el listado de los bienes subastados? Esas decisiones se suman a procesos también recientes. En efecto, a paulatina desconcentración de las sedes de empresas, la descentralización y virtualización de las gestiones administrativas, el teletrabajo y la venta por internet anticipaban muchos de los escenarios del “vaciamiento” suscitado por la pandemia, de magnitud e intensidad inéditas. El nuevo escenario plantea preguntas ¿Qué cosas van a cambiar definitivamente y cuáles se van a recuperar en la pospandemia? ¿Y ahora qué? Sabemos que los problemas graves y estructurales requieren decisiones meditadas. 

En primer lugar, no se trata de soslayar la problemática del “centro” porque hay que ocuparse de “los barrios” pues la complejidad de la gestión metropolitana debe ocuparse de todo y de la mejor manera posible. Además, y de algún modo, el centro es de todos, es un recurso colectivo. Por lo demás, es una pieza que organiza la amplia red de centralidades y de movilidad metropolitanas…. En ese sentido, y en segundo lugar, tal vez habría que saber “dónde estamos parados” ¿Qué actividades administrativas, comerciales, culturales tienen sede en ese sector? ¿Quiénes viven, trabajan en el microcentro y en el centro ampliado? ¿Quiénes lo visitan, lo usan y le dan sentido? ¿Qué sucedía antes de la pandemia? ¿Qué experiencias internacionales se conocen? ¿Cuáles fueron las iniciativas formuladas para el centro con anterioridad y cuáles, sus resultados? Los diagnósticos exhaustivos estuvieron muy cuestionados y, es cierto, no todos son útiles para tomar decisiones. No obstante, las informaciones y los datos que permiten construir los problemas son imprescindibles. 

No son pocas las soluciones disponibles en debate, como decíamos antes. Lamentablemente, los múltiples problemas que nos interpelan no tienen soluciones simples, la complejidad inhibe la simplificación. El camino es, como siempre, más intrincado, se requiere de un conjunto de iniciativas concurrentes, consensuadas, en torno de diagnósticos, escenarios y acciones muy diversas. Se trata de razonar en varias escalas, en relación con la multiplicidad de centros de las periferias y desde las varias dimensiones de los problemas, el desafío consiste en articular propuestas y gestión, en recuperar todo el sentido del “bien común” por sobre los “beneficios para algunos”. No parece momento de acciones escenográficas, de soluciones improvisadas ni de reuniones retóricas, se trata de conversar y ponerse a trabajar con energía y simultáneamente, entre muchos… ¡Ojalá podamos!

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Cómo convertir el Centro porteño en un barrio con viviendas
Clarín.com - ARQ - Urbano | por Miguel Jurado | 23 de mayo
Seis expertos aportan su visión para transformar el microcentro de un área administrativa a un barrio residencial.

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Revive el Centro. ¿Para quién? Análisis preliminar del programa presentado por la Ciudad de Río de Janeiro
Observatorio das Metropolis. Brasil | por Tarcyla Fidalgo, Beatriz Terra,
Orlando Santos Junior
La zona central de Río de Janeiro, donde se fundó la ciudad y lucha por su control, tiene una próspera historia de prestigio y riqueza que convive con la diáspora africana, marcada por resistencias, desafíos y diversas formas de reinventar la vida de los africanos. poblaciones esclavizadas y obligadas a vivir en Brasil. Como es sabido, el centro de Río de Janeiro vio la llegada del mayor número de negros esclavizados a América.

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Avanza un proyecto para convertir al microcentro en un barrio residencial
La Politica Online | 02 de junio
Una iniciativa del Frente de Todos propone dar créditos para transformar algunas oficinas en viviendas y agregar 3000 unidades al mercado de alquileres.

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