Generación de conocimiento sobre el Gran Buenos Aires: el desafío del Observatorio del Conurbano
Construir conocimiento desde el Conurbano
El Observatorio del Conurbano Bonaerense, un proyecto del Instituto del Conurbano de la Universidad Nacional de Gral. Sarmiento, consiste en una plataforma de producción, difusión e intercambio de información sobre la región del Gran Buenos Aires. Se apoya en un portal web http://observatorioconurbano.ungs.edu.ar/, que busca viabilizar la circulación de conocimiento calificado y pertinente, sobre las condiciones sociales, económicas, políticas, ambientales del territorio, como también acerca de las intervenciones de las políticas públicas y las iniciativas sociales sobre dichas cuestiones.
La iniciativa se presenta como un instrumento de vinculación entre la Universidad y el territorio, encarnando así un principio de fuerte raigambre en la UNGS y en el Instituto del Conurbano: el compromiso de la institución académica con el desarrollo territorial de la región. Procuramos producir y difundir públicamente conocimiento de calidad que constituya un instrumento de particular valor para formular y gestionar las intervenciones de los actores estatales y sociales, fortalecer la circulación de información y contenidos en los medios de comunicación y sostener el involucramiento de la ciudadanía en las cuestiones que hacen al desarrollo de los lugares que habitan. Se aspira, a través de estas acciones, potenciar la construcción de conocimiento desde y para el Conurbano.
Generar y difundir datos que den cuenta de la realidad socioeconómica y urbano ambiental que caracteriza a esta región constituye así un primer objetivo de nuestro trabajo, puesto que las fuentes de información sistematizada y accesible acerca de la situación socioterritorial del Conurbano Bonaerense son más que escasas. La falta de información aparece como un déficit significativo, dada la complejidad territorial de esta región. Los datos disponibles, aún con sus limitaciones de escala y de actualidad, delinean un panorama bastante crítico, que no solo se caracteriza por la presencia de fuertes situaciones de vulnerabilidad, sino que también hace explícita la fuerte heterogeneidad de la estructura social y económica de la región.
La cartografía de la distribución territorial del porcentaje de hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas, ejemplifica cabalmente esta configuración: el índice llegaba al 9,2% de los hogares del Conurbano en el 2010, un valor semejante al promedio nacional, pero que encubre situaciones muy diferentes, desde el 2,4% de Vicente Lopez hasta el 17% de Florencio Varela.
La heterogeneidad territorial que refleja este mapa en relación a la pobreza, constituye una característica estructural de esta región, que se puede advertir en muchas otras dimensiones o indicadores sociales, económicos o urbano ambientales. La imagen del Gran Buenos Aires como un espacio parejamente empobrecido, con deficiencias en el funcionamiento político democrático - generalmente asociadas a las condiciones de carencia socioeconómica-, conforma una visión estereotipada que debe ser puesta en cuestión a través de la divulgación de conocimiento más preciso y calificado.
Así como diluye las diferencias internas en el plano estructural, esta visión también desdibuja el reconocimiento de la dinámica de la vida social, política e institucional del Gran Buenos Aires, que queda opacada frente a la intensidad y centralidad de la Ciudad de Buenos Aires. A fin de desarmar este otro estereotipo, el Observatorio del Conurbano busca estudiar tanto la estructura como la dinámica del territorio, puesto que interesa particularmente visibilizar el valor social de la acción pública de las organizaciones e instituciones del Conurbano, es decir, la labor de los organismos estatales como de su sociedad civil. El Gran Buenos Aires no es solamente el lugar de los principales problemas y privaciones, es también un espacio de intensa actividad social, desarrollo de lazos de solidaridad, de emergencia de formas culturales alternativas, de fuertes intervenciones estatales, etc.
Este propósito se explica , en parte , por la inserción institucional del Observatorio: surge en una universidad pública ubicada en el tercer cordón del Conurbano Bonaerense, creada hace poco más de dos décadas, y que siempre se ha sentido parte activa de este territorio. La Universidad, y en especial el Instituto del Conurbano – una de sus cuatro unidades académicas- se propone ser protagonista de las iniciativas de fortalecimiento de la trama social y política de los actores locales, en tanto institución involucrada en los procesos de desarrollo socio territorial de la región. Desde este lugar se valora muy especialmente la dinámica local de movilización de actores, de generación de proyectos, de gestión de políticas públicas que ayuden a mejorar las condiciones de vida de la población; y el Observatorio aspira a reflejar esta actividad.
Por último, el Observatorio se propone instalar una mirada más propiamente regional sobre el Conurbano, que se atreva a deslocalizar el punto de vista, habitualmente ubicado en el “centro” de la región, esto es, en la Ciudad de Buenos Aires. Puesto que somos una institución localizada en la periferia, proponemos observar a la región desde esta posición, desde el Conurbano. Ello no implica ignorar que la dinámica metropolitana del conjunto de la región requiere considerar la centralidad de la CABA, sino poner el foco en las particularidades de los partidos que componen el Gran Buenos Aires.
En síntesis, el proyecto del Observatorio no constituye solo un repositorio de información abierta para los actores del territorio, sino que además tiene por objeto aportar conocimiento fundado para intervenir en la agenda pública sobre cuestiones territoriales. Esto es, nos proponemos contribuir a visibilizar la heterogeneidad interna de la región, la riqueza y potencialidad de las acciones públicas y aportar a la construcción de una perspectiva regional sobre la realidad de Conurbano Bonaerense.
Acceso a información calificada y apropiada: un escenario difícil
Los objetivos que alientan este proyecto son sin duda muy ambiciosos, en especial si se contrastan con la accesibilidad, precisión y actualidad de la información estadística disponible. Dada la escala espacial que abarca el Observatorio, la principal fuente de datos consiste en la información estadística generada por entidades públicas, las únicas que cuentan con la capacidad para producir información sobre este amplio territorio.
¿Cuáles son, o deberían ser, esas fuentes? Puesto que esta región no cuenta con una institucionalidad de gobierno propia, que cubra a los 24 o 40 municipios que componen el Conurbano Bonaerense, los principales instrumentos de producción de datos estadísticos están a cargo de entidades estatales, del gobierno nacional – en particular el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC)- , el organismo provincial – la Dirección Provincial de Estadística-, y las oficinas municipales.
La experiencia de trabajo con estas fuentes para producir indicadores, mapas e informes que tomen en cuenta las orientaciones antes expresadas, ha puesto en evidencia las diferentes limitaciones que cabe enfrentar.
En primer lugar, decíamos previamente que es necesario reconocer y dar cuenta de las desigualdades socio espaciales que estructuran esta región. Para ello, se vuelve indispensable contar con datos desagregados a nivel de municipio o en escalas aún más reducidas. El único relevamiento de datos que permite realizar estimaciones a escala municipal o barrial es el Censo Nacional de Población, Hogares y Vivienda, que se realiza cada diez años y abarca principalmente dimensiones demográficas, habitacionales y sociales. La generación de datos sobre la estructura productiva con este grado de desagregación espacial se basa, a su vez, en el Censo Económico, cuya última aplicación fue en el año 2004, hace más de 13 años. Los relevamientos de datos primarios de la Provincia de Buenos Aires, muy escasos en los últimos años, también se ejecutan con muestras que no permiten distinguir al interior del Gran Buenos Aires.
Por lo tanto, el propósito de reflejar la heterogeneidad interna de la región enfrenta, como debilidad ineludible, algunos cuestionamientos acerca de la actualidad de los resultados. Por supuesto, se trata de un problema de diferente gravedad si estamos hablando de datos demográficos – que muestran escasa variación anual-, o si se trata de información económica, donde la última data disponible refleja la realidad de los primeros años pos crisis y no da cuenta de los impactos del crecimiento económico de la década siguiente.
Si se pretende subsanar este problema, y asegurar la vigencia de la información, la principal fuente es la Encuesta Permanente de Hogares, que aplica regularmente el INDEC en forma trimestral. La debilidad, en este caso, radica en la escala geográfica de los datos, puesto que considera al Gran Buenos Aires como una única unidad muestral, lo que no permite identificar las diferencia internas y, por lo tanto, dar cuenta de la heterogeneidad antes señalada. Otros estudios sectoriales que ocasionalmente se agregan a la EPH presentan la misma limitación.
Cabría entonces dirigir la mirada hacia los municipios, ya que por definición estas instancias de gobierno deberían contar con diagnósticos más precisos a nivel espacial a la vez que más actualizados. Los hallazgos en esa búsqueda no resultan más alentadores, puesto que solo algunos pocos gobiernos locales habían implementado, hace ya varios años, relevamientos de datos socioeconómicos primarios de iniciativa propia. Últimamente, algunos municipios han comenzado a desarrollar iniciativas de datos abiertos, publicando información en sus páginas web, lo que constituye un aporte significativo, aunque muy incipiente. En la mayoría de los casos la información publicada refiere a cobertura y funcionamiento de servicios, procesos y resultados de la gestión pública y cartografía básica. Muy pocos portales oficiales presentan datos sociales, económicos o urbanos de producción propia; es decir, que actualizan o complementan la fuente censal.
Por último, cabría suponer que otros organismos públicos, como ministerios, agencias o empresas públicas de diferente nivel jurisdiccional cuentan con información actualizada acerca de los campos de actuación propios de cada política, puesto que la gestión de los programas o servicios necesariamente requiere y genera datos precisos. Sin embargo, se trata de información que solo ocasionalmente toma estado público, pero no se publica en los portales de datos abiertos de estos organismos ni se presenta en informes de gestión con un grado de detalle apropiado para facilitar su procesamiento en las escalas geográficas requeridas.
Resumiendo, es evidente que la producción y/o difusión pública de información social, económica, urbana y ambiental de nuestro país, y particularmente la referida al Conurbano Bonaerense, se ubica todavía muy lejos de los estándares mínimos de desarrollo de Datos Abiertos, a pesar de la creciente presencia de este paradigma normativo en los discursos gubernamentales. Como detallamos previamente, esta situación es resultado de limitaciones que afectan la cobertura y actualidad de producción de datos por parte de los institutos de estadística y los gobiernos municipales como también producto de restricciones en la publicidad de datos generados en los procesos de gestión pública.
Se agrega a ello una condición específica del Conurbano Bonaerense: la particular configuración político –institucional de esta región, donde confluyen intervenciones de los tres niveles de gobierno –nacional, Provincia de Buenos Aires y 40 municipios -, que suma una complejidad adicional a esta problemática. Esta enorme ciudad metropolitana está de hecho gobernada por múltiples instituciones que operan según sus propias competencias territoriales y funcionales. La red multijurisdiccional que gestiona el territorio no cuenta con instancias institucionales de articulación o de concertación de las intervenciones, ni tampoco con mecanismos políticos de representación. De este modo, no existe un ámbito de gobierno que se ocupe de la gran ciudad metropolitana en su conjunto, y que, por lo tanto, se interese en recoger y difundir información a esta escala.
En este escenario, los dispositivos que se orientan a mejorar el conocimiento de la Región Metropolitana de Buenos Aires, como el Observatorio del Conurbano, entre otras iniciativas valiosas, necesitan redoblar esfuerzos e imaginación para obtener información de calidad, pertinente territorialmente y actualizada. El Observatorio del Conurbano busca enfrentar este desafío apelando a la producción propia, a otras investigaciones aplicadas, fuentes parciales o sectoriales, a información cualitativa, entre otros recursos. Pero es evidente que una mejor y mayor disponibilidad pública de información territorial, en los campos social, económico, urbano y ambiental, contribuiría de manera sustantiva a fortalecer el conocimiento y el re-conocimiento de la sociedad del Conurbano sobre su territorio.
ADRIANA ROFMAN
Coordinadora del Observatorio del Conurbano, Profesora e investigadora del Instituto del Conurbano, Universidad Nacional de Gral. Sarmiento. Socióloga, y Doctora en Ciencias Sociales de la Facultad de Ciencias Sociales, UBA.
1 http://observatorioconurbano.ungs.edu.ar/wp-content/uploads/222-NBI-AMBA2.pdf