12/03/2017 | Clarin.com | Silvia Gómez | Ciudades
Las primeras cuadras renovadas se inauguraron hace un mes en uno de los barrios más críticos. Los vecinos dicen que cambió su vida cotidiana, pero surgieron otros problemas.
Un mes atrás el Gobierno porteño inauguró, en las Villas 31 y 31 Bis de Retiro, 400 metros de una calle "modelo", con asfalto, tendidos de cloacas, agua, electricidad e iluminación LED. En una de las zonas más postergadas de la villa, estas obras cambiaron la dinámica de los vecinos. Por la tarde, la calle se llena de gente: los chicos juegan y andan en bici y de regreso del trabajo muchos vecinos aprovechaban para descansar y tomar tereré a la sombra de sus casas. Como en otros sitios de la villa, el movimiento de motos y autos es incesante.
El barrio en donde se hicieron las obras se encuentra ubicado a la altura del nuevo Centro de Convenciones de la Ciudad, junto a la Facultad de Derecho. En esta zona existe un puente peatonal que comunica a la villa con Carlos Mugica, una calle que une Retiro con el Paseo Alcorta. Se trata del barrio conocido con el nombre "Ferroviario", ya que creció sobre las vías que los ferrocarriles usaban como playa de maniobras. En una recorrida Clarín charló con los vecinos, la mayoría con más de 10 años en el lugar.
Todos ponderan los cambios: "Pienso en mis nietos que, cuando llovía, se iban a la escuela embarrados hasta los tobillos. Los angustiaba llegar al aula con las zapatillas sucias", contó Celestina, vecina histórica en la villa. Andrés Adorno coincide: "Ahora los baños de todos los vecinos están conectados a una cloaca. Muchos de los hombres trabajamos en las obras y vimos que se hicieron bien. Ahora estamos pendientes del mantenimiento, esperamos que no las abandonen", dice el vecino.
Urbanización de la Villa 31. Primera calle con asfalto, veredas y agua potable. Foto: Emmanuel Fernández.
La transformación abarca a los más de 40.000 vecinos
CLARIN.
En agosto, la Ciudad anunció un ambicioso proyecto para integrar a los vecinos de ambas villas de Retiro con el resto de la Ciudad. La adquisición de tierras –para la construcción del Ministerio de Educación porteño y viviendas nuevas–, la reconstrucción de la mayoría de las 10.076 viviendas existentes, el tendido de redes cloacales y de servicios públicos, y la reubicación de la autopista Illia son los pilares de esta transformación para un barrio que ya cuenta con 43.190 habitantes, según datos oficiales. En estos meses, la Ciudad avanzó con la compra de los terrenos ubicados junto al ex edificio de correos, que eran propiedad de YPF. En estas 8 hectáreas se construirá la sede del ministerio y 1.000 viviendas nuevas que estarán destinadas a los vecinos que tengan que dejar el bajo autopista, uno de los sitios más críticos de la villa. Habrá otra relocalización, la de las familias que se verán afectadas por la construcción de la nueva Illia: éstas serán trasladadas a un terreno BUSCAN “INTEGRAR” LA VILLA CON LA CIUDAD ubicado hacia el norte, en donde actualmente funciona un depósito de contenedores. Estas relocalizaciones son complejas, porque los vecinos temen perder las casas que lograron construir a lo largo de los años. El Gobierno porteño asegura que logró un consenso. Sobre la vieja Illia se construirá un parque, por el que también podría llegar a circular un ómnibus. El otro nexo de la villa con la Ciudad será un puente peatonal que se construirá detrás del Centro de Exposiciones. Otra de las promesas es la construcción de escuelas de nivel inicial, primario y secundario. Hay 1.700 chicos que todos los días se trasladan a diferentes escuelas públicas, en los barrios de Retiro, Recoleta e incluso Palermo. Y la Ciudad provee más de 70 micros escolares para hacer los traslados de los chicos.
Rodríguez Larreta apura paquete de leyes para la urbanización de villas
CRONISTA - Ezequiel M Chabay
Movimiento, transformación y cambio son las palabras con las que el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, definió su gestión al abrir las sesiones ordinarias en la Legislatura. Sus palabras se convirtieron inmediatamente en instrucciones para sus legisladores, a quienes pidió apresurar el tratamiento de seis proyectos vinculados a la urbanización de las villas de la ciudad y a la “transformación urbana” que el PRO quiere concretar de aquí a 2019. La prisa con que se pretende aprobar estas leyes obedece al estado de avance con el que se las desea en 2019, cuando Rodríguez Larreta busque revalidar su gestión. Pero también se explica por los resultados de las encuestas que se encargan periódicamente. Si bien el corte de calles y los embotellamientos que provocan las obras impacientan a los vecinos, la performance del jefe distrital –dicen en la casa de gobierno de Parque Patricios– no ha sufrido achaques. “Los números nos confirman que hay que seguir adelante”, asegura una voz de la mesa de comando porteña.