Villa Ortúzar integra la comuna mejor posicionada en desarrollo urbano según el IBU 2024

El nuevo Índice de Bienestar Urbano (IBU) volvió a poner sobre la mesa las desigualdades históricas dentro de la Ciudad de Buenos Aires. Las comunas del norte lideran los rankings, (Comuna 15 y 1) mientras el sur continúa rezagado. Villa Ortúzar

El nuevo Índice de Bienestar Urbano (IBU) volvió a poner sobre la mesa las desigualdades históricas dentro de la Ciudad de Buenos Aires. Las comunas del norte lideran los rankings, (Comuna 15 y 1) mientras el sur continúa rezagado.

El Instituto de Políticas Públicas para la Nación presentó el Índice de Bienestar Urbano (IBU), una herramienta que muestra el desempeño de cada una de las comunas de la Ciudad de Buenos Aires, a partir de diferentes indicadores relacionados con los socioeconómico, la situación habitacional, la seguridad, el desarrollo urbano, el ambiente y la educación y cultura.

Estos datos permiten observar avances, estancamientos y brechas entre las distintas zonas porteñas a lo largo del tiempo. En esta oportunidad muestra una vez más que las comunas del norte lideran los rankings, mientras el sur continúa rezagado. En ese mapa desigual, la Comuna 15, donde se encuentra Villa Ortúzar, aparece con indicadores positivos en desarrollo urbano, un dato relevante para el barrio y su entorno.

Un norte que sigue liderando y un sur postergado

En la última medición, las comunas mejor posicionadas fueron la 13 (Núñez, Belgrano y Colegiales) y la 2 (Recoleta), una tendencia que se repite en la mayoría de los estudios urbanos y que no sorprende ya que las zonas del norte de la Ciudad han sido históricamente las que mejor desempeño muestran en la mayoría de los estudios y rankings urbanos.

En el otro extremo, las comunas 4 (Barracas, La Boca, Nueva Pompeya y Parque Patricios) y 8 (Villa Soldati, Villa Lugano y Villa Riachuelo) continúan ocupando los últimos lugares, reflejando una postergación que ya estaba presente cuando el índice comenzó a elaborarse.

Cuando se elaboró el índice por primera vez, hace nueve años, las comunas que mejores indicadores mostraron habían sido la 11 (Villa General Mitre, Villa Devoto, Villa del Parque y Villa Santa Rita) y la 6 (Caballito). Ambas lideraron el ranking con resultados generales muy positivos y la postergación de la zona sur ya se veía en 2016. De hecho, la comuna 4 aparecía en la zona baja de los indicadores junto con la 3 (Balvanera y San Cristóbal).

Según la politóloga Silvia La Ruffa, directora del área de Seguridad de iCiudad, el informe confirma con datos una desigualdad que muchas veces se percibe en la vida cotidiana: “La diferencia entre el norte y el sur deja de ser una sensación y se expresa en variables concretas. Hubo mejoras generales en la Ciudad, pero no políticas focalizadas donde más se necesita”.

Lo que sí es cierto es que esa desigualdad es heterogénea, ya que lo que sería el centro sur (comuna 1 y parte de la 3), al ser el centro histórico, cuenta con algunos servicios o infraestructuras públicas como, por ej, cantidad de comisarías o escuelas, que después no siguieron hacia las otras comunas del sur», plantea a El Auditor.info.

Villa Ortúzar y la Comuna 15: buenos indicadores en desarrollo urbano

Al analizar el eje de Desarrollo Urbano, que contempla accesibilidad al subte, metrobús y tren, oferta cultural, valor del m² y reclamos por el estado de la vía pública, la Comuna 15 se ubicó entre las mejores rankeadas de la Ciudad, junto con la Comuna 1 (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Montserrat y Constitución).

En particular, la comuna 15 presenta una distancia promedio a estaciones de transporte de 368 metros, por debajo del promedio porteño (530 metros), lo que facilita la movilidad diaria de vecinos y vecinas de barrios como Villa Ortúzar, Chacarita y Villa Crespo.

Este dato, aunque no deja de ser significativo para Villa Ortúzar, formar parte de una comuna con buena conectividad, cercanía a distintos medios de transporte y una creciente oferta cultural y comercial. Sin embargo, el informe también señala que los reclamos vecinales más frecuentes siguen vinculados a la higiene urbana, la iluminación y el mantenimiento de calles que no son avenidas principales, temas que siguen presentes en la agenda barrial. Como así también agregaríamos, por los reclamos llegados de vecinos a este medio, el pedido de más seguridad y la creciente construcción de torres en altura.

Las comunas peor rankeadas fueron la 4 (La Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya) y la 9 (Liniers, Mataderos y Parque Avellaneda), que recibieron una calificación de “muy negativo”.

Cuadro IBU

Sobre las desigualdades

El arquitecto y doctor en geografía y urbanismo por la Université Sorbonne Nouvelle, Andrés Borthagaray, explica que estas diferencias no son nuevas: “Son desigualdades estructurales que se acumulan desde hace décadas. Las intervenciones tienen mejores resultados cuando están acompañadas de inversiones en infraestructura, equipamiento y políticas en distintos planos”.

«En cuanto a las estrategias desde la normativa -continúa-, como las transferencias de derechos de edificación previstas en el código urbanístico, los resultados han sido previsiblemente magros. Como ejemplo, menciona el contraste en la Avenida 9 de Julio: desde Constitución hacia el norte es una avenida, mientras que hacia el sur es un bajo autopista. Una imagen clara de los distintos modos de abordar estrategias según el sector de la ciudad: Hoy ya merece una intervención que permita cambiar esa dinámica”.

Seguridad

En materia de seguridad, las comunas con mejores indicadores fueron la 2 (Recoleta) y la 6 (Caballito), mientras que la 1 (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Monserrat y Constitución) y la 7 (Flores y Parque Chacabuco) aparecen en los últimos puestos. Este aspecto también incide directamente en la calidad de vida urbana y en la percepción cotidiana de los vecinos.

Espacios verdes

Este indicador, que mide la relación entre los espacios verdes y los habitantes por comuna, da cuenta de la accesibilidad de los vecinos a un espacio urbano de calidad ambiental y del derecho al esparcimiento y al ambiente que la ciudad ofrece a sus vecinos.

La red de parques porteños se consolidó principalmente entre fines del siglo XIX y el siglo XX, con grandes obras de figuras como Carlos Thays, Benito Carrasco y Forestier.

  • En las últimas dos décadas casi no se crearon espacios verdes de gran escala; solo se sumaron parques lineales y algunos espacios recuperados por impulso vecinal, como Manzana 66 (2016).
  • Las comunas 3 y 5 presentan una carencia crítica de espacios verdes:
    • Comuna 3: 0,5 m² por habitante.
    • Comuna 5: 0,2 m² por habitante, la peor situación de toda la Ciudad.
  • En el otro extremo, la Comuna 8 tiene la mayor cantidad de espacios verdes (20,5 m² por habitante), aunque muchos están cerrados o concesionados, lo que limita su uso social. Le siguen la Comuna 1 (18,9 m² por habitante) y la Comuna 14 (Palermo), que cuenta con 12,2 m² por habitante, aunque con una reducción respecto de mediciones anteriores por concesiones y obras.

El promedio para toda la Ciudad es de 6,5 m² de espacio verde por habitante, pero este dato oculta fuertes desigualdades entre las distintas comunas.

Superficie de construcción aprobada

  • La Comuna 13 volvió a liderar en 2024 la superficie de construcción aprobada en la Ciudad de Buenos Aires, con 359.796 m², a pesar de los límites a las alturas y superficies establecidos por ley en 2023.
  • En segundo lugar se ubicó la Comuna 14 con 307.855 m², acortando la distancia respecto de la Comuna 13.
  • La Comuna 15 quedó tercera con 203.469 m², mostrando una disminución respecto de 2023, cuando había sido la segunda con mayor cantidad de permisos. Aquí, el dinamismo de la construcción se concentra en Villa Crespo y Chacarita, mientras que el ritmo es más lento en Villa Ortúzar, La Paternal, Agronomía y Parque Chas.
  • La Comuna 11 también mantuvo una alta actividad, impulsada principalmente por Villa Devoto, con 201.861 m² aprobados, pese a la oposición vecinal.
  • Mientras que las comunas con menor atractivo para el desarrollo inmobiliario privado fueron la 8, 4, 1, 2 y 3, todas con menos de 40.000 m² de superficie aprobada en 2024.

Podemos decir entonces que a nivel general, la superficie total autorizada en la Ciudad sigue en descenso, aunque a un ritmo más moderado: pasó de 4 millones de m² en 2021 a 1,7 millones de m² en 2024.

Situación social: valores cercanos al promedio

En la dimensión Económico-Social, la Comuna 15 se ubica en un nivel medio, con indicadores cercanos al promedio de la Ciudad. El ingreso familiar per cápita, la tasa de desocupación y las condiciones de hacinamiento no presentan valores críticos, aunque tampoco sobresalen respecto de las comunas mejor posicionadas del norte porteño .

El informe advierte que estas variables están fuertemente condicionadas por el contexto económico nacional y muestran pocas variaciones estructurales año a año, más allá de las políticas locales.

Un desafío pendiente para toda la Ciudad

El Índice de Bienestar Urbano vuelve a mostrar que, aunque barrios como Villa Ortúzar se encuentran dentro de comunas bien posicionadas en ciertos indicadores, la Ciudad de Buenos Aires sigue atravesada por fuertes desigualdades territoriales.

«Los desafíos son varios y se pueden englobar con una estrategia de conjunto: recuperar el centro, que tiene la mejor accesibilidad en transporte público; alinear las políticas urbanísticas con las de movilidad, apostar a proyectos intensivos en inteligencia antes que a proyectos intensivos en capital; recuperar la capacidad y el dinamismo de la red ferroviaria metropolitana y de la red de subte, completando la línea H, de Hospitales a la estación Sáenz; hacer de la línea F y de cada estación un verdadero proyecto urbano”, plantea Borthagaray.

Y va más allá: «A Buenos Aires le sobra cemento y le falta espacio verde, a pesar de contar con un legado histórico de primer orden. Es una ciudad caminable en su mayor parte, pero con una presión sobre la seguridad vial y los peatones como producto de querer acomodar en primer lugar al automóvil. Reducir las velocidades máximas sería un gran paso para reducir siniestros, mejorar la calidad ambiental y el confort acústico».

Para Silvia La Ruffa, “el desafío principal es entender la necesidad de pensar políticas públicas que, sin desatender a los barrios del centro y del norte, mejoren las condiciones de los barrios en el sur”.

Los especialistas coinciden en que se debe avanzar en políticas públicas que no solo consoliden los avances del norte y el centro, sino que logren una verdadera transformación en el sur porteño. Mientras tanto, el IBU funciona como un espejo que refleja, con números, una realidad urbana que sigue esperando equilibrio.