La Nación | 22 de enero
Saturada hace tiempo, encerrada por la Avenida General Paz, el Riachuelo y el Río de la Plata, Buenos Aires se encuentra en tiempos de cambios de su configuración urbana: varios megaproyectos apuntan a transformar la ciudad en los próximos años.
Uno de ellos es el Paseo del Bajo, una traza de 7,1 kilómetros que conectará la autopista Buenos Aires-La Plata con la Illia y tendrá carriles exclusivos para camiones y micros de larga distancia, con acceso directo al Puerto de Buenos Aires y la Terminal de Ómnibus Retiro.
Tras algunas demoras por inconvenientes con la empresa Corsán Corviam, adjudicataria del tramo A, como informó LA NACION, la obra -con un presupuesto estimado de US$650 millones- avanza con el objetivo de estar terminada para 2019.
Las obras del Paseo del Bajo en Puerto Madero, la obra que busca agilizar la circulación de más de 25.000 vehículos por día y así mejorar la conexión entre el sur y el norte de la Ciudad Fuente: LA NACION - Crédito: Fernando Massobrio
Por el corredor circularán el tránsito pesado y los micros de larga distancia, que podrán bajar desde la autopista Buenos Aires-La Plata, cruzar la zona del centro sin semáforos e ingresar de forma directa al puerto y la terminal de Retiro. Con eso se busca descongestionar para el tránsito liviano y los colectivos las avenidas Alicia Moreau de Justo, Madero y Huergo urbanos.
La obra, que se construye en tres tramos, tendrá 12 carriles en total, cuatro de uso exclusivo para camiones y ómnibus de larga distancia y otros ocho para vehículos livianos, cuatro para cada sentido de circulación. Además, generará 60.000 metros cuadrados de espacio verde.
En su anuncio, en 2016, el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, calificó al Paseo como "la obra vial más importante que encara la Ciudad".