Vicente López y las consecuencias de “llenar la costa de hormigón

Pagina 12, por Gastón Garriaga


En los últimos años, desde los barrios del distrito se organizan para detener el proyecto de Jorge Macri y Soledad Martínez, que combina gentrificación y urbanización de la costa. Flavia Afffani preside Provilop, la asociación más antigua y una de las más activas

Flavia Affani es Doctora en Historia del Arte, vecina de Olivos y presidenta de Provilop, la asociación civil creada en 1990 por los vecinos y vecinas de Vicente López para defender el patrimonio natural y urbanístico del distrito. A propósito de las inundaciones en distintos puntos del distrito, producto de las intensas lluvias de las últimas horas, Affani dialogó con Buenos Aires 12 y analizó las consecuencias del modelo de ciudad que impulsan las gestiones Pro, con especial énfasis en el manejo costero.

--¿Qué es exactamente Movida Vicente López?

--”Movida Vicente López” es el nombre que se dieron distintos grupos de vecinos organizados, organizados alrededor de causas específicas, que ahora empiezan a organizarse y a articular. Muchos de ellos tienen un recorrido importante. Por ejemplo, “Todos por Yrigoyen”, que disputa el destino que se le van a dar a 8 hectáreas sobre el río.

--¿Todo a base de excepciones?

--Claro, pero las excepciones afectan a su propia base electoral. Un ejemplo muy contundente es el caso del colegio San Andrés, de Rawson y Nogoyá, cerca del puerto de Olivos. El colegio se quiere mudar al campus de Bancalari, porque ese predio tiene altísimo valor inmobiliario. Hay un plan de construir tres torres de quince pisos cada una, centro comercial y gastronómico. La primera oposición es de las familias de los alumnos, que no quieren la mudanza. Una de las construcciones donde funciona hoy el colegio es un edificio histórico inventariado, que está en proceso de ser declarado patrimonio histórico. Una parte del predio es producto de una donación y por lo tanto no se puede vender. Bueno, ahí van a hacer una escuela pública, aunque no es en absoluto necesaria. La municipalidad no brinda información.

--¿Y el agua?

--Ahora voy a recorrer para ver las consecuencias de la tormenta, me llamaron de varios lugares, pero la ecuación es simple. A más cemento, menos capacidad de absorción. Nos preocupa especialmente la cementación de la costa. Unir la rivera, hacerla accesible al público está muy bien, pero no de cualquier manera. No se la puede llenar de hormigón y cemento, porque eso tiene consecuencias. Un ejemplo es lo que hicieron en la costa de La Lucila, frente al barrio El Ceibo, en 2019. Primero tiraron tosca sobre los juncales, después plantaron una especie exótica, el vetiver, que ahora está invadiendo todo. Para visibilizar el problema hicimos con los vecinos un abrazo a la reserva, así logramos que se acerque a dialogar el Director de Desarrollo Sostenible, Gabriel Vannelli. nos propuso un desayuno de trabajo, asistimos y a partir de ahí se creó la Mesa de Gestión Ambiental, pero ellos mismos intentan puentearla. Uno de nuestros principales trabajos es averiguar lo que no quieren que sepamos.

--¿Por ejemplo?

--El puente sobre el arroyo Raggio es un ejemplo. Quieren hacer un puente de seis metros de ancho, sobre pilotes de hormigón, que sin duda incidirá sobre el flujo de agua y generará acumulación de camalotes, entre otros problemas. Es un capricho porteño, un proyecto dañino e innecesario, porque existe un puente de hierro, pero le bloquearon el acceso. La Nación publicó que la Mesa de Gestión Ambiental acompañaba el proyecto, tuvimos que llamar al periodista y desmentirlo. Nos dijo que el propio municipio le había dicho eso. En la Reserva Ecológica hicieron unos caminos con stick stone, unas piedras con resina, a pesar de que lo habíamos desaconsejado. Duró seis meses y se lo comió el pastizal. Lo volvieron a hacer, ahora con unos ladrillones de cemento, supuestamente más drenantes. También permiten los food trucks en la zona, pero no hay ningún permiso oficial y, hasta donde sabemos, tampoco pagan un peso por usar el espacio público.

El proyecto de puente sobre el arroyo Raggio.

--¿A qué atribuís está política?

--A una concepción ideológica del espacio público. Para ellos, lo que está bien es cemento, cemento y más cemento. Arriba del cemento vienen los restaurantes, la gente. Es la continuidad del proyecto porteño de Horacio Rodríguez Larreta. Y Jorge Macri se maneja como si en vez de un distrito fuéramos la comuna 16 de la ciudad. Pero la gente necesita verde, no cemento. Nosotros también participamos de las audiencias públicas de la ciudad, porque la costa es una y no tiene límites políticos.