Viaducto del tren Sarmiento: opiniones divididas y quejas por los obradores del soterramiento en el barrio más pegado a las vías

La cercanía con las viviendas, en algunos tramos de traza, genera diferencias.
11/11/2023.Clarín

Por MALENA NAZARETH MARTOS

En Flores, las huellas de las obras inconclusas del tren Sarmiento se ven por todas partes, sobre todo en el enojo y reclamo reiterado de cientos de vecinos a lo largo de los años. Ahora que el Ejecutivo porteño incluyó en su Presupuesto 2024 un proyecto para elevar las vías desde Caballito hasta Villa Luro, en el barrio las opiniones de quienes viven ahí están divididas: ¿A favor o en contra de esta iniciativa?

Bien cerca de las vías de la estación Flores, sobre la calle Yerbal al 2400, sigue de pie el obrador que quedó desde fines de 2019, cuando el Gobierno nacional decidió dejar de financiar la obra de soterramiento que había empezado varios años atrás con un presupuesto inicial 3 mil millones de dólares. Este espacio vallado que corta los carriles por la mitad se extiende en otras zonas afectadas por la misma obra, como Floresta.

Los vecinos que salen de sus viviendas sobre Yerbal, justo frente a la Plaza General Pueyrredón, se topan con ese muro de chapas todos los días. Como si fuera el recordatorio eterno de lo que pudo haber sido prometedor y terminó en la nada. Por eso, cuando el lunes se enteraron de la noticia del viaducto, que ya había sido presentado por Jorge Macri en su campaña para Jefe de Gobierno, la controversia no tardó en llegar.

Actualmente, el ferrocarril corre en trinchera desde Once hasta Caballito, y luego vuelve a nivel de calle. La idea es elevar las vías entre Caballito y Villa Luro, a la altura de la autopista Perito Moreno. Desde allí el tren entraría en una rampa descendente hasta Liniers, y luego cruzaría la General Paz otra vez a nivel del suelo.

Esta obra permitiría eliminar varias barreras en Caballito, Flores y Floresta, entre ellas las de las avenidas Nazca/San Pedrito y Boyacá/Carabobo, dos de las peores de la Ciudad. En total, 16 del tramo hasta Villa Luro. Este modelo le ganó al proyecto presentado por el pre-candidato Martín Lousteau, que consistía en la extensión de trinchera.


El obrador que quedó del soterramiento ocupa la mayor parte de la traza de la calle Yerbal, en Flores. Foto: Guillermo Rodriguez Adami


El proyecto para elevar las vías del Sarmiento divide las opiniones de los vecinos de Flores. Foto: Guillermo Rodriguez Adami

Los argumentos de los vecinos

“Te diría que somos varios los vecinos que no estamos contentos con esta noticia”, dice Lidia, que vive hace 30 años en Flores. La vecina es clara en su apreciación: no cree que el proyecto del viaducto vaya a cambiar alguna cosa; al contrario, considera que puede empeorar el barrio.

“Tengo que ver bien cómo es el trazado, pero esto de las apuestas a parches que quedan bien, que son muy marketineros… es como algo que se viene a implantar en un lugar que no está preparado. Hablo en cuanto a lo urbanístico, me parece que no aporta nada y que va a complicar más", señala.

Lidia comenta que le preocupa mucho lo que pueda ocurrir una vez que se realice la obra, sobre todo qué pasará en la zona bajo viaducto.

“Yo preferiría que fuese soterramiento, porque ver pasar el tren por acá arriba generaría un puente… está bien, en algunos lugares dicen que está dando resultados, pero, ¿qué pasa con los propietarios que tienen contrafrente? No sé qué van a opinar, que les pase el tren por ahí tan cerca”, suma Silvia, otra vecina que vive en el barrio desde hace 35 años.

Cerca de las casas. En Flores, el Sarmiento pasa junto a las viviendas. Y el proyecto del viaducto divide a los vecinos del barrio. Foto: Guillermo Rodriguez Adami

La postura de unos choca con la de otros, que ven al viaducto como una solución para muchos problemas del barrio. En eso coinciden Federico, Elina y César. Los dos primeros son vecinos y el último es encargado de uno de los edificios sobre Yerbal.

Creen, sobre todo, que esta obra permitirá terminar con el problema eterno de las barreras que generan demoras de hasta dos o tres horas cuando no funcionan, así como de filas extensas de autos de hasta más de nueve cuadras.

"A veces tenés que ir a trabajar y si no salís con tiempo llegás tarde. Porque sobre todo la barrera de Caracas y la de Artigas tienen un montón de demora, los vecinos ya avisamos un montón de veces que se quedan bajas durante dos o tres horas. A veces, es muy difícil pasar para el otro lado. Esto sería una solución", señala Elina.


Las demoras de las barreras y los sonidos de chicharras molestan a vecinos de Flores desde hace muchos años. Foto: Guillermo Rodriguez Adami

Al respecto, Roberto D'Anna, director del Museo Barrio de Flores, cuenta a Clarín qué consideraciones hace sobre este nuevo proyecto que, en primera instancia, define como necesario para los vecinos.

"Este viaducto va a terminar siendo, según mi opinión, un proyecto comercial muy fuerte abajo. Van a ser aproximadamente entre 10 y 20 cuadras de centro comercial textil, eso es lo que se comenta y es fuerte la versión. En 20 cuadras puede haber como 10 locales por cuadra, como mínimo tenés más de 100 locales", comenta D'Anna.

"Eso permitiría que el ferrocarril no corte Avellaneda con Rivadavia, y que también Rivadavia sea tomada por el centro comercial textil. Se generaría un gran polo que uniría todo. También es fuerte la versión de que se correría la estación de tren y se pasaría más para el lado de Nazca", añade el director del periódico Flores de Papel.

D'Anna explica que hoy 13 metros cuadrados en una galería comercial de avenida Avellaneda y Nazca se están pagando 90 mil dólares: "Así que imagínate el valor que tendrían esos locales a una cuadra de Rivadavia en plena zona textil, muchísima plata. Había vecinos que tenían miedo de que se genere una villa bajo el viaducto, pero creo que al ser tan comercial no lo van a permitir de ninguna manera".

El proyecto de viaducto para el Sarmiento se extenderá desde Caballito a Villa Luro. Foto: Guillermo Rodríguez Adami

Si bien encuentra este proyecto como un beneficio grande para los florenses, aclara que hubiera preferido que se realizara como soterramiento y no como viaducto. De todos modos, ve que el fin sigue siendo positivo porque también se librarán de calles muertas que no tienen paso a nivel o que tienen paso a nivel peatonal y son muy peligrosas.


Algunos vecinos sostienen que el viaducto mejoraría la circulación por el barrio. Foto: Guillermo Rodríguez Adami

Aunque no deja de lado que pueda existir una zona directamente perjudicada por el viaducto. Son los propietarios que tienen inmuebles que dan a las vías, y que ya habían reportado a Clarín hace unos meses sobre las rajaduras y grietas en sus paredes.

"No se sabe si puede haber algún recurso de amparo para los vecinos que viven en esa zona y que se verán afectados porque las casas prácticamente les quedarían tapadas, porque están muy cerca. No hay calle directamente, están las vías y las propiedades, que se hicieron en el año 30 para los ferroviarios. No sé qué va a pasar, porque están muy cerca de las vías", concluye D'Anna.

Un dolor de cabeza: los obradores que dejó el Sarmiento

"Hay 16 kilómetros hechos de túnel, y abandonados. Obradores abandonados en Flores,Floresta,Villa Luro, Liniers, Ciudadela. Obradores como este, abandonados", relata Mariano, otro de los vecinos que suma su testimonio en la recorrida y apunta a ese "muerto" que se asienta en la calle Yerbal.

Sobre la calle Artigas hay otro que se suma a los que dejó el proyecto inconcluso de soterramiento.


El obrador sobre Yerbal, frente a Plaza General Pueyrredón trae muchos problemas a los vecinos. Está hace más de cuatro años. Foto: Guillermo Rodríguez Adami

"El nido de ratas y la mugre que debe haber ahí. Hay gente que se mete. El otro día prendieron fuego acá unos cables y vinieron los bomberos. Esta obra del soterramiento se pagó y se inauguró 20 veces y al final nunca la hicieron. Hicieron esto y después de años se dieron cuenta de que había napas, arroyos, que era inviable", agrega.

Fuentes del Gobierno Nacional reconocen que el obrador deben sacarlo ellos. Hace unos meses, y luego de seis años, retiraron el de Ramos Mejía, que tenía la misma finalidad: cavar en profundidad para construir las futuras estaciones soterradas. Sin embargo, aún no hay precisiones sobre cuándo será removido.