Diario Z
Por Demián Verduga. Redacción Z
Los cambios en el Código Urbanístico de la Ciudad van moldeando la Buenos Aires del presente y del futuro. Las últimas modificaciones que impulsa el Gobierno porteño apuntan a la posibilidad de crear barrios náuticos, torres de muchos pisos con grandes departamentos que miren al río. Y que las zonas aledañas a los edificios tengan algún tipo de privacidad que pueda ser usada sólo por los propietarios.
Otra decisión } se tomó a mediados de 2019. Fue la de flexibilizar el Código para que pudieran construirse departamentos de 18 metros cuadrados y sin balcón. Se suma la histórica carencia de espacios verdes, más acentuada en barrios como Balvanera y Almagro. ¿Qué tipo de Ciudad emerge de estos cambios?
El arquitecto y urbanista Pablo Engelman, que participo en varios proyectos de regeneración urbana, incluso en el exterior, y es profesor de la Universidad de Palermo, pone primero por delante un “mito” sobre la Ciudad. “Hay una idea equivocada desde hace mucho tiempo, más allá de la lógica de mercado que se impone ahora-le dijo el a Diario Z-. Es la muletilla de que la Ciudad de Buenos Aires no crece y que tiene 3 millones de habitantes hace décadas. Es una gran mentira. La Ciudad crece. El tema es que expulsa a los habitantes. Se van al conurbano”.
“Hay una idea equivocada desde hace mucho tiempo. Es la muletilla de que la Ciudad de Buenos Aires no crece y que tiene 3 millones de habitantes hace décadas. Es una gran mentira. La Ciudad crece. El tema es que expulsa a los habitantes”.
Pablo Engelman, arquitecto, urbanista y profesor de la Universidad de Palermo.
Engelman sostuvo que la CABA no tiene ninguna política para incorporar su crecimiento poblacional. “Lo que hay es un micromercado. Son los que ya tienen una propiedad y se mueven de zona. Van cambiando la moda y un momento hay un dúplex, después PH, edificios con salón de fiestas. Son personas que ya tienen una vivienda y se cambian de barrio o se amplían porque tienen hijos. Eso le sirve a los que juegan el juego del desarrollo inmobiliario”.
Respecto de la modificación que autorizó, en 2019, la construcción de departamentos de 18 metros cuadrados y sin balcón, Engelman dijo que no está pensado para quienes hoy no tienen acceso a la vivienda. “Esas personas tienen bloqueada la posibilidad. Se podría hacer una vivienda de tres metros cuadrados y de todos modos sería muy complejo por los precios en dólares y la falta de crédito”.
El urbanista señaló que estos microdepartamentos apuntan al mismo sector social. “Son para jóvenes con poder adquisitivo que no tienen hijos. Un sector que consume mucho y que tiene bastantes ofertas, como las cervecerías, los lugares de venta de delicatesen”. “El público tradicional, multifamiliar, se ha ido desplazando”.
Max Zolkwer también es arquitecto, profesor de la UBA, y miembro del grupo de diseño urbano Supersudaca. “Gran parte de lo que se construye en Buenos Aires es para inversión. Es muy difícil encontrar viviendas para familias-le dijo a este medio-. Una casa es algo muy caro. Una familia muy numerosa tiene que irse. O se ven obligados a vivir con dos hijos en un dos ambientes”.
“Los diseños diminutos, tipo Tokio, son aún más expulsivos. A mi criterio es una gran desprotección para el quien viva ahí. El mercado va sacando de la posibilidad de la vivienda digna”.
Max Zolkwer, arquitecto, urbanista y profesor de la UBA.
“Los diseños diminutos, tipo Tokio,-agregó Zolkwer-, son aún más expulsivos. Los espacios para reuniones sociales se plantean de modo colectivo porque en el departamento es imposible. A mi criterio es una gran desprotección para el quien viva ahí. El mercado va sacando de la posibilidad de la vivienda digna”.
Torres de lujo
Otro rasgo de las últimas modificaciones impulsadas por el gobierno es el de proyectos de torres de lujo a la orilla del río. Y que además tienen algún tipo de diseño que permita cerrar algunas manzanas exclusivas para las personas que no vivan allí.
El proyecto de Torres de lujo en la ex Ciudad Deportiva de La Boca.“Se está produciendo un retorno de country a la Ciudad-dijo Engelman-. Los barrios cerrados en los alrededores de Buenos Aires tienen problemas. Hay cuestiones de seguridad, dificultades de sustentabilidad por donde construidos. Viajar hacia al centro para trabajar es muy complejo. Muchas de esas personas quieren volver hacia el centro pero preservar el paradigma del barrio cerrado, la microcomunidad, el paisaje privado”.
Zolkwer, por su parte, destacó: “En las torres de lujo hay varias luchas políticas. Porque se disputa quién tiene acceso a esa tierra, en una Ciudad que tiene pocos espacios verdes. La tendencia a privatizar las tierras públicas que tiene hace años el gobierno local le quitó al Estado la posibilidad de planificar más la ciudad”.
Sobre los espacios verdes, la Organización Mundial de la Salud recomienda entre 10 y 15 metros cuadrados por habitante. La CABA tiene 6 metros por porteño. Y hay barrios, como Congreso, Almagro, Boedo, que cuentan con 1,2 metros cuadrados. ¿Cómo afrontar este déficit? “
Buenos Aires creció con la estructura de la manzana cuadrada de la colonización española-explicó Engelman-. A su vez, hay bordes naturales, como el río, y otros de infraestructura como los alrededores del ferrocarril. En esos bordes hay oportunidades, por ejemplo el Parque de la Estación, en Once. Costa Salguero también es una oportunidad. Y entonces aparece la puja entre la ciudadanía y el mercado. Ahí es importante que la ciudadanía consolide sus instrumentos en esa disputa para que en estos intersticios se vuelquen al espacio público”.