Visión Sustentable
Invitado por AySA, la empresa que presta sus servicios de agua potable y tratamiento de desagües cloacales en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y 26 partidos del conurbano bonaerense, Visión Sustentable recorrió la mega obra de infraestructura Sistema Riachuelo, que permitirá una solución integral a la contaminación por efluentes cloacales.
Como sumergidos en una película hollywoodense, casco y vestimenta reglamentaria mediante, el ascensor comienza a descender 40 metros bajo tierra hasta llegar a una mega obra de ingeniería que poco puede imaginarse, sino hasta adentrarse en ella.
El Sistema Riachuelo es la primera gran ampliación del sistema troncal de cloacas que se realiza en el área metropolitana de Buenos Aires en más de 70 años.Este gran universo que AySA tiene que servir, de14 millones de habitantes en un área de más de 3.300 km2, queda atravesado por la Cuenca del Matanza Riachuelo, altamente contaminada históricamente.
En este contexto, el Sistema Riachuelo es una mega obra de infraestructura que permitirá una solución integral. “Mayoritariamente nuestra área de concesión se apoya en la cuenca Berazategui, una gran red troncal de transportes de efluentes cloacales que terminan desagotando allí para su tratamiento.Si bien son tres, la última cuenta con 70 años, es claro entender que frente al crecimiento demográfico están sobre exigidas trabajando por encima de su capacidad de tratamiento”,explica la Ingeniera Marcela Alvarez, Directora de Obra del Sistema Riachuelo.Para resolver de manera estructural esta problemática, se decidió hacer un nuevo sistema completo, independiente de este sistema Berazategui, integrado por colectores, una planta de tratamiento, estaciones elevadoras y de bombeo, un emisario y difusores.
Con una inversión de U$s1.200 millones, de los cuales U$s840 millones fueron financiados por el Banco Mundial y el resto con el aporte del Estado Nacional, comenzaron las obras en 2015.
El colector Margen Izquierda, lo que se hace es interceptar la segunda cloaca máxima para que parte de ese caudal que hoy va a Berazategui se derive al nuevo sistema. A la vez, se van a interceptar todos los pluviales y arroyos de la Ciudad de Buenos Aires que vuelcan de manera directa en el Riachuelo y que llevan un caudal en tiempo seco -está presente cuando no llueve-.“Lo que haremos es interceptarlos en todos los puntos, llevar sólo ese caudal en tiempo seco y, a través del colector, responsablemente llevarlo a tratamiento. Esa es la parte fundamental de esta obra que contribuye claramente a propiciar el saneamiento del Riachuelo. Esta es sólo una de las causas contaminantes, el resto tiene que ver con temas industriales, asentamientos irregulares, basura, etc.”, admite Alvarez.
Así, este túnel cuenta con un tramo inicial de 800 mm de diámetro y una longitud de 1.600 metros; y un segundo tramo de 3.200 mm y una longitud de 9.500 metros.
En el siguiente tramo, el Colector Margen Izquierda cambia de nombre por el de Desvío Colector Baja Costanera, donde se intercepta todo el colector ribereño que llega desde Tigre y su caudal dejará de ir a Berazategui, para incorporarse al nuevo sistema. A su vez dejan previsto allí el enlace para una obra a futuro, que se llamará Ampliación del Colector Baja Costanera, para interceptar los pluviales que hoy vuelcan directamente al Río de la Plata. Se realizará un túnel, con una longitud de 5.200 metros a una profundidad variable entre 24 y 34 metros. Hasta aquí es la obra de transporte e intercepción, luego se necesita la planta de pre-tratamiento para después, a la salida de ese efluente tratado, disponerlo y completar este sistema de proceso por dilución. Esta planta se está construyendo en un predio en Dock Sud, sobre la costa del Río de la Plata, en tierras ganadas al río.
Ing. Marcela Alvarez, Directora de Obra del Sistema Riachuelo.
Una vez puesto en marcha, el beneficio directo será para 4.300.000 habitantes, llegando a Ciudad de Buenos Aires y 12 partidos del conubarno bonaerense a los cuales les mejorará la calidad de vida. “Sistema Riachuelo es una obra estructural que resuelve una problemática existente que arrastramos por décadas. Una vez funcionando este sistema, va a aliviar parte de la capacidad de tratamiento y posteriormente nos va a permitir expansiones a más de un 1,5 millón de habitantes. Esos van a ser futuros nuevos usuarios en zonas que hoy no podemos llegar con nuestra red porque Berazategui ya no tiene capacidad de recepción de efluentes”, sintetiza Alvarez.
La importancia de cada tramo
Ninguna de las partes de este sistema tiene razón de existir sino está todo completo, por razones administrativas y de plazos se dividieron en tres lotes. El lote 1: transporte e intercepción del efluente para disponerlo a tratamiento. El lote 2: planta y obras necesarias para entrada y salida de tratamiento. El proceso de tratamiento es un proceso físico: quitarle al efluente cloacal todo aquello que el río no va a ser capaz de auto depurar. Luego, el lote 3 es la obra del Emisario, que permitirá la disposición adecuada en el Río de la Plata de los efluentes tratados en la planta, asegurando la calidad ambiental.
El primer tramo tiene como objetivo internar el efluente dentro del río atravesando los canales de navegación. El tramo final, servirá para lograr una mezcla del efluente pretratado con el agua de río, para lo cual contará con 34 difusores distribuidos en los últimos 1.500 metros. Desde el punto de vista de los caudales, este sistema está preparado para un pico máximo de 27m3 p/seg, lo que equivale a llenar por día 7 estadios de fútbol.
Para ejemplificar la distribución de esos caudales: 4m3 es el caudal contaminante que dejará de ir directamente al Riachuelo, 12 m3 el caudal que dejará de ir a Berazategui, 1/3 de lo que ahora recibe. Para el avance de las obras arribó desde China una tunelera encargada de construir el emisario subfluvial de 12.000 metros que se interna en el Río de la Plata.
A fines de 2021, vence el plazo para su finalización, y por fin comenzará la puesta en funcionamiento del sistema completo.Mientras tanto,la obra seguirá generando puestos de trabajo: ya son 1.000 los trabajadores entre obreros, técnicos y profesionales, y se necesitarán 500 puestos más. Estas obras serán de un gran impacto en la sustentabilidad delos ríos receptores, además de un beneficio en salud pública y medioambiente.