21/08/2021. Clarín
Deja de ser considerado un servicio turístico. El trayecto tendrá dos secciones.
A partir de este sábado, el Tren de la Costa de la línea Mitre, que había nacido en los 90 como un paseo turístico, dejó de ser un servicio especial para convertirse en un tren urbano. Así, la tarifa que era de $ 42 pasó a $ 15,50.
El nuevo cuadro tarifario, para el servicio entre Maipú y Delta, cuenta con dos secciones. Desde Maipú el costo es de $ 12,25 hasta la estación Marina Nueva y de $ 15,50 si el viaje se extiende hasta San Fernando, Canal o la otra cabecera del ramal.
Al mismo tiempo, desaparece la actual diferencia tarifaria entre pasajero residente y no residente, mediante la cual quien utilizaba el servicio para realizar sus tareas cotidianas recibía una bonificación en sus viajes.
En tal sentido, el presidente de Trenes Argentinos Martín Marinucci, resaltó que “por decisión del ministro (de Transporte) Alexis Guerrera y viendo la desigualdad que existía en la tarifa de este tren, resolvimos que tenga el mismo costo que los ferrocarriles del área metropolitana”.
Y agregó que “estamos asegurando que sea un servicio público accesible para todos los vecinos y vecinas que utilizan a diario este tren”.
En tanto, Alexis Guerrera, destacó que “no solo estamos cumpliendo con el objetivo de seguir construyendo un transporte de pasajeros más eficiente, moderno y seguro, sino que además, estamos permitiendo que quienes utilizan el servicio puedan movilizarse a precios accesibles”.
La historia del Tren de la Costa comenzó en 1995, cuando el entonces presidente Carlos Menem y el empresario Santiago Soldati, por aquel momento dueño de Sociedad Comercial del Plata (SCP), hicieron sonar la campana que anunciaba su inauguración.
Surgió como un emprendimiento privado, con la promesa de ser "el ferrocarril ecológico más moderno de la Argentina". Pero la crisis del 2001 y los vaivenes económicos fueron desdibujando ese proyecto que comunicaba con el Parque de la Costa.
A 18 años de su inauguración, el gobierno de Cristina Kirchner, con Florencio Randazzo, como ministro de Transporte, determinó la estatización del servicio por la falta de cumplimiento de contrato por parte de la empresa concesionaria.