Tratamiento legislativo del CUr: el CPAU acercó su trabajo técnico a la comisión de planeamiento

Tratamiento legislativo del CUr: el CPAU acercó su trabajo técnico a la comisión de planeamientoEl 11 de septiembre llevamos nuestras propuestas e inquietudes a la reunión de la Comisión de Planeamiento Urbano sobre la Ley N° 6099 para modificar el Código Urbanístico.

Tratamiento legislativo del CUr: el CPAU acercó su trabajo técnico a la comisión de planeamientoEl 11 de septiembre llevamos nuestras propuestas e inquietudes a la reunión de la Comisión de Planeamiento Urbano sobre la Ley N° 6099 para modificar el Código Urbanístico.

En la jornada del 11 de septiembre, la Comisión de Planeamiento Urbano de la Legislatura de la Ciudad de Buenos abrió el espacio para escuchar las voces de instituciones, ONGs y agrupaciones vecinales a los efectos de tratar el expediente N° 2120 para modificar el Código Urbanístico Ley N°6099.

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Estuvimos presentes y llevamos nuestras propuestas e inquietudes por medio de tres representantes del CPAU: nuestra presidenta, Rosa Aboy, el consejero y presidente de la Comisión de Urbanismo y Medio Ambiente, Andrés Borthagaray, y el gerente técnico, Pedro Linares.

“Revisar integralmente cada cuatro años el Código Urbanístico afecta seriamente la seguridad jurídica necesaria para proyectar y construir obras, que influye en las tramitaciones. No se trata de un simple ajuste. Es un cambio en las reglas de juego que afecta a una gran cantidad de variables e impacta en el trabajo directo de nuestros 13.000 matriculados”, definió Aboy.

La presidenta del CPAU agregó que tampoco es un código urbano porque no hay una mirada urbanística sobre la ciudad. “Eso exigiría incluir variables como la sustentabilidad del espacio público, cuestiones de movilidad, equipamientos e infraestructuras. Esto es un estudio de la capacidad constructiva de la parcela”.

Aboy aprovechó el espacio para referirse al DNU y cuestionar la suspensión que establece en el inicio de los trámites y las consultas en las zonificaciones USAB 1 y 2 que paralizaron obras que representan aproximadamente el 25% de las encomiendas profesionales del CPAU. Esto implica que alrededor de 1000 estudios de arquitectura tengan obras frenadas. Con la consecuente falta de trabajo que eso conlleva.

También se refirió al Microcentro. “No está contemplado en el CUr que hay 12 proyectos aprobados que van a quedar en un entorno urbano deteriorado y sin perspectivas de reactivación”, agregó.

“Nos preocupa el tema de la transferencia de la capacidad constructiva y el declamado interés de desarrollar la zona Sur porque, en verdad, no hay una idea de desarrollo urbano para la ciudad al sur de Rivadavia. Queremos saber cuál es el plan de reactivación para la zona sur más allá de transferir aquellos metros que se construyen en el norte”, preguntó Aboy.

Sumó un cuarto punto para cuestionar el tema de desalentar la construcción de balcones. Estos constituyen un espacio exterior muy valorado que aporta a la calidad de vida de quienes viven en la ciudad. Finalmente insistió, como otras veces ya comentamos, que tenemos un documento a disposición elaborado por expertos en normativa para colaborar en la mejora del CUr.
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Borthagaray, por su parte, puso el foco en la crisis que se generó sobre todo en los barrios de baja densidad. “Son problemas ambientales y de salud que vienen arrastrados del Código de 2018. El cambio abrupto en la capacidad constructiva de los barrios ha generado una reacción que fue recogida por todos los candidatos a Jefe de Gobierno en 2023 y, en particular, por el que fue electo, Jorge Macri”.  

Nuestro consejero propuso que hubiera normas especiales, como hubo para Belgrano y Núñez, adecuadas a cada realidad. Y aprovechó para referirse a los temas que hacen a los recursos y compensaciones que se generan y son difíciles de dar seguimiento. “Las leyes de plusvalía son un antecedente internacional muy difundido y valorado pero tienen que ser aplicadas a fines específicos”.

Finalmente sugirió, dado el grado de avance y los proyectos existentes para los barrios de baja densidad trabajados por la legislatura, asociaciones vecinales e instituciones, que podría tratarse primero esa parte de las reformas para liberar la paralización de obras que afecta a los USAB y tomar más tiempo para el resto de las modificaciones.
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Linares destacó los puntos favorables del proyecto de ley, como llevar la profundidad edificable del tercio al cuarto en las zonas más bajas así como eliminar consultas obligatorias por estacionamientos o bicicletas para usos ya permitidos en la mixtura.

Pero además cuestionó varios puntos que requieren tratarse con más detenimiento y profundidad.  Por ejemplo, “en las zonas USAB 2, el retiro se completa hasta línea oficial y entendemos que eso merece una nueva mirada por cuestiones de sombra/asoleamiento. También el proyecto propone una altura de USAB intermedia que daría mayor constructibilidad más allá de la altura. Esto también hay que revisarlo, sobre todo en las zonas bajas”.

Respecto de los corredores, comentó que merecerían un estudio pormenorizado que no tenga que ver con capacidad constructiva trasladable. Y criticó que el proyecto de ley no prevé algo en relación a la posibilidad de llegar por detrás de la línea interna de basamento cuando hay estacionamiento obligatorio.

En conclusión, la participación del CPAU en la reunión de la Comisión de Planeamiento Urbano fue fundamental para plantear nuestras preocupaciones y propuestas respecto de las modificaciones del Código Urbanístico. Desde la seguridad jurídica para los proyectos hasta la necesidad de un enfoque más integral que considere la sustentabilidad, la movilidad y el desarrollo equitativo de la ciudad, nuestras voces buscaron contribuir a una normativa que no solo responda a las demandas actuales, sino que también propicie un crecimiento armónico y sostenible.

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Más Información:

https://www.cpau.org/nota/37870