Clarín por Pablo Novillo
La Ciudad dará marcha atrás con dos modificaciones que había incluido en el Código Urbanístico. Fue por la resistencia de la gente a que cambiara el perfil de sus barrios.
Esta vez los reclamos de los vecinos surtieron efecto. La Legislatura porteña empezó a tratar dos proyectos de ley para dar marcha atrás con una serie de modificaciones al Código Urbanístico que se habían aprobado en noviembre de 2020, y que permitían la construcción de edificios en dos zonas muy tradicionales de la Ciudad: el Bajo Belgrano y las lomas de Núñez.
Ambos proyectos fueron firmados por legisladores del oficialismo, cuentan con el apoyo del interbloque de Juntos por el Cambio e incluso podrían sumarse los votos de diputados opositores, dado que son iniciativas pedidas por vecinos. Por lo tanto, su aprobación parece bastante asegurada.
Como se trata de una modificación del Código Urbanístico, las leyes deberán ser aprobadas una vez, tendrán que pasar por una audiencia pública y luego irán al recinto para una segunda y definitiva sanción.
Limitación en la construcción de edificios
BAJO BELGRANO LOMAS DE NUÑEZ
Fuente: Legislatura de la CiudadInfografía: Clarín
En el caso del Bajo Belgrano, se trata de la zona llamada "U23", que está delimitada por Sucre, Migueletes, Monroe y Ramsay.
Allí, históricamente sólo se permitían las viviendas unifamiliares. Incluso, en parcelas grandes donde se podrían construir varias propiedades, aún sin demasiada altura.
En el nuevo Código Urbanístico se intentó abrirle la puerta al desarrollo de la zona. Primero se clasificó a las parcelas en tres tipos según su superficie: las comunes son las que tienen hasta 450 metros cuadrados, las "mayores" son las de de 450 a 1.500 m2; y las "superiores" son las de más de 1.500 m2.
En las dos últimas se permitían las viviendas multifamiliares. Y como no se modificó la altura máxima de 12 metros para la zona, quedó abierta la puerta para construir varios edificios de hasta tres pisos más un retiro. No son torres ni mucho menos, pero sí serían un tipo de construcción muy distinto a las casas bajas que desde siempre hubo en ese sector de Belgrano.
Además, se habilitó la instalación de más tipos de comercios, sobre todo de escala barrial y gastronómicos.
En el Bajo Belgrano no se permitirán más locales comerciales que los que ya están funcionando. Foto: Maxi Failla
Desde el primer momento, estos cambios despertaron el rechazo de la gente del barrio. Los vecinos se dirigieron a los legisladores para pedir que se diera marcha atrás con esos cambios, porque entendían que su barrio corría el riesgo de perder su identidad, y de sumar una cantidad de vecinos muy superior a la actual.
Los vecinos tuvieron varias reuniones con legisladores y funcionarios del Ejecutivo. Como fruto de esas charlas, este lunes ingresó por Mesa de Entradas de Legislatura un proyecto que básicamente vuelve a la situación anterior.
En concreto, las parcelas "mayores", las de 450 a 1.500 m2, volverán a ser exclusivas para viviendas unifamiliares. No así las "superiores", en las que sí se permitirán construcciones multifamiliares. En la Legislatura aclaran que se trata solamente de seis parcelas, y que los propios vecinos aceptaron este punto.
En tanto, el proyecto contempla que se acepten los locales comerciales ya existentes en la zona, pero que no se habiliten nuevos emprendimientos ni ampliaciones.
"Las modificaciones surgen a causa de un pedido de los vecinos y vecinas del Barrio Nuevo Belgrano para adecuar la normativa en cuestiones técnicas relativas a las edificaciones. Asimismo, con el objeto de resguardar el aspecto residencial, se respetarán las actividades comerciales existentes y se tendrán en cuenta para las habilitaciones aquellos locales en edificios que cuenten con planos registrados, no admitiéndose la construcción de nuevos locales comerciales ni las ampliaciones", explicó Diego García Vilas, presidente del interbloque de Vamos Juntos y autor del proyecto de ley.
La otra iniciativa legislativa fue presentada por Manuela Thourte, diputada de UCR-Evolución. Apunta a modificar la situación en la zona delimitada por Vedia, las vías del tren Mitre, Vilela y Cuba, en lo que se conoce como las lomas de Núñez.
Las Lomas de Núñez, el sector que se quiere proteger con la nueva ley. Foto: Maxi Failla
En la modificación realizada en el Código Urbanístico se había pasado de 9 a 12 metros de altura máxima autorizada. Pero como mucho lotes están en una barranca, los desarrolladores podían contar esos metros para abajo a favor, y así podían terminar haciendo edificios de 4 pisos.
Esto fue el motivo central de las quejas vecinales, que, al igual que en Belgrano, defendían la identidad barrial.
Por eso, el proyecto presentado plantea volver a los 9 metros, y dejando en claro que la lomada que tuviera la parcela se debe contar dentro de la altura autorizada.
Los casos de Bajo Belgrano y lomas de Núñez son sólo dos de los reclamos vecinales que se vienen repitiendo en varios barrios, donde la gente rechaza la construcción de edificios, aún si no fueran torres muy altas, porque no quieren que cambie el perfil urbano del lugar donde viven.
La resistencia vecinal a las torres comenzó en 2006 en Caballito, cuando hubo un verdadero boom de edificaciones. Eso motivó que se hicieran varias modificaciones legales para poner límites.
Hoy, hay pedidos similares de vecinos de Villa Ortúzar, Colegiales, Parque Chacabuco, Villa Santa Rita y otros barrios.