El Cronista
El gobierno nacional ultima detalles y analiza nuevas alternativas para el área metropolitana de Buenos Aires, que tendrá
flexibilizaciones a partir del lunes.
Para luchar contra la pandemia del actual coronavirus, la estrategia utilizada por el gobierno fue el aislamiento. En este sentido, uno de los puntos clave es que no exista congestión en el transporte público, que potencialmente es uno de los escenarios de mayor transmisión de la enfermedad.
En la ciudad de Buenos Aires y en el conurbano se trata de un punto crítico, ya que millones de personas se trasladaban día a día en condiciones normales. La nueva etapa de la cuarentena que prepara el gobierno, con más actividades habilitadas, debe contemplar qué sucederá en el transporte, para que no sean en vano los demás esfuerzos.
Por eso es que el gobierno nacional coordina con el de la provincia de Buenos Aires y con el porteño para determinar cuál es la mejor forma de adaptar el sistema de transporte,según pudo recabar El Cronista de diversas fuentes oficiales.
Por ejemplo, se buscará aumentar los servicios de colectivos. Este número se viene ajustando constantemente desde el inicio del aislamiento para absorber correctamente a los nuevos pasajeros habilitados. Actualmente circulan alrededor de 9.500 colectivos en el área metropolitana de Buenos Aires de un total de 15.000 habilitados.
Es decir, más del 60%. Actualmente se respeta la distancia social y hasta reconocen que hay “mucho espacio” entre pasajeros, por lo que
podrían sumarse más.
Mientras que en un día estándar previo a la pandemia se transportaban 4,5 millones de pasajeros, hoy son alrededor de 900.000, pero con las próximas habilitaciones podría seguir incrementándose ese número. “De ser necesario se ajustará la cantidad de colectivos en función del uso y de la cantidad de pasajeros”,sostienen desde el ministerio de Transporte.
En los trenes,sin embargo, existe una dificultad extra. Son 68 las formaciones que circulan actualmente en todas las líneas. Si bien actualmente responde correctamente a la demanda, no existe un gran margen para sumar muchas formaciones más. “No se puede construir o comprar ahora, debería haberse hecho en años anteriores. A esto hay que sumar que el sector ferroviario tiene mucha gente en edad de riesgo y hay muchas licencias”, agregan. De hecho, actualmente en las horas pico la frecuencia está cerca de serla de los días previos a la cuarentena.
Para contrarrestar esta situación se evalúan dos alternativas: micros de larga distancia o refuerzos de líneas de colectivo. De esta forma se buscaría aliviar al sistema ferroviario. Incluso se podrían sumar al sistema de transporte los micros escolares, que no se encuentran activos.
También se evalúan medidas puntuales para favorecer al transporte privado. Por ejemplo, carriles exclusivos para motos que conecten a la provincia con la ciudad de Buenos Aires. En cuanto a la actividad privada, se analiza la incorporación de combis que realicen servicios puerta a puerta, que correrían a cargo de las propias empresas. Esta sería la modalidad elegida en el caso de que se habilite la construcción, aunque todavía no está confirmada la vuelta de este sector. Para las nuevas habilitaciones, cada cámara o empresa deberá presentar un protocolo que será analizado caso por caso.
Uno de los puntos clave será el escalonamiento horario: es decir, que los empleados no entren y salgan todos en los mismos horarios, para evitar descomprimirlas horas pico.