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Las construcciones retomaron su actividad tras la pandemia del covid-19 y sumado al cambio del código urbanístico generaron malestar entre los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires por la expansión de grandes edificios.
Rechazo a los cambios en el código urbanístico. | Telam
Las construcciones retomaron su actividad tras la pandemia del covid-19 y sumado al cambio del código urbanístico generaron malestar entre los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires por la expansión de grandes edificios. Por este motivo, nos comunicamos con el desarrollador inmobiliario Gustavo Ortolá, quien habló de los cambios que hubo en el código urbanístico y cómo afecta a los barrios donde son llevadas a cabo las obras.
“Lo que estamos observando es la consecuencia del cambio de código que se dio en diciembre de 2018”, expresó el entrevistado. Luego añadió: “Hoy se empiezan a ver las obras que se terminaron en este cambio de código, vemos que entre el 2021 y 2022 se construyeron 2354 obras que se terminaron en Buenos Aires”
En este sentido, el especialista explicó que ya hay construidos más de 5 millones de metros cuadrados.
Pelea entre los desarrolladores inmobiliarios y los vecinos
Ortolá explicó que los problemas con los vecinos están concentrados donde hay más obras. Estos barrios son: “Villa Devoto, Chacarita, Nuñez, Palermo, Belgrano”. En consecuencia, “a este ritmo de reemplazo de superficie en 30 años reemplazamos toda la Ciudad de Buenos Aires”, completó.
Luego, el desarrollador inmobiliario aseveró que una de las cosas que diferencian a estos barrios de los demás es que, “cuando la construcción promedio por manzana es de 3 obras, en estos barrios van al doble: 6 obras por manzana”. También, habló sobre la situación en Zona Sur y reveló que en el barrio de La Boca hay 1 obra cada 65 manzanas.
A modo de cierre, el entrevistado explicó que a las torres se les cobra el impuesto municipal de “las plusvalías”. “El cambio de código generó una mayor constructividad en estos barrios, por los aumentos de alturas”. “Debido a esta constructividad, a los desarrolladores les cobran una plusvalía, una especie de plus para iniciar esa obra”, complementó.