El Día | La Plata | EN UN CONTEXTO DE TRÁNSITO CAÓTICO
En nuestra ciudad tratan de sumarse a Rosario, que evalúa propuestas, y a Mendoza, que ya cuenta con un ramal.
Profesionales locales apuestan a recuperar y explotar la infraestructura existente
La Plata fue la primera ciudad de Latinoamérica en probar los tranvías eléctricos. Y durante más de
medio siglo contó con una red que llegaba a casi todos los rincones de la Región. Sin embargo,
seducidos por el autotransporte, intendentes y funcionarios la desmantelaron a mediados de los
años ‘60; fue uno de los pasos iniciales de un proceso que llevó a aquella urbe pionera a transitar a
contramano de las capitales más avanzadas del planeta. Ahora un grupo de profesionales de la
UNLP propone iniciar el camino de regreso a un sistema, el de “trams” o “trenes ligeros de
superficie”, que es reivindicado en nuestro país y en todo el mundo.
Algunas iniciativas de “modernización” que se impulsan desde diferentes ámbitos siguen teniendo
como eje al parque automotor y los colectivos impulsados por combustibles fósiles; sin embargo, no
son pocos los urbanistas y expertos viales que creen que mejorar, diversificar y electrificar al menos
una parte del transporte público es la opción más adecuada para aprovechar el singular diseño
platense y comenzar a marcar pautas para afrontar los desafíos del futuro.
En los últimos tiempos, ciudades argentinas como Rosario -que lanzó una licitación para evaluar
propuestas-, Mendoza -que ya cuenta con un ramal- y Córdoba comenzaron a debatir y proyectar
sistemas de “trams” urbanos o metropolitanos. Entre las virtudes que se atribuyen a estos vehículos
están las de ser versátiles, silenciosos, seguros, energéticamente eficientes, no contaminar y poder
llevar en cada viaje muchos más pasajeros que un colectivo.
“La mayoría de las ciudades grandes y también las medianas están instalando o ya tienen trenes
livianos de superficie; en la última década y media, el desarrollo que han tenido es impresionante, y
con buena recepción en las comunidades” destaca Ramón Galache, ingeniero, especialista en
ferrocarriles y titular de la unidad de investigación de Ingeniería Aplicada, Mecánica y
Electromecánica (IAME) dependiente de la facultad de Ingeniería de la UNLP: “mientras los subtes
son la única y muy costosa opción en matrices urbanas muy densas y de trama compleja, como
Buenos Aires o Londres, ciudades como La Plata ofrecen un marco adecuado para los tranvías”.
En el IAME cobra forma un anteproyecto de varias etapas que arrancaría con la electrificación del
tren universitario y la extensión de su recorrido hasta la estación Gambier, utilizando las vías que
existen en los bulevares de la avenida de Circunvalación. Luego, se tenderían rieles por el resto de
las avenidas 31 y 32, para conectarlos con los que corren por avenida 1; y se ingresaría al centro
platense por diagonal 80 hasta plaza San Martín, para unirla con plaza Moreno por avenida 53, y a
posteriori empalmar la diagonal 74 hacia el sur del casco fundacional y el barrio aledaño con el
Cementerio Municipal.
El ramal La Plata-Brandsen, cuyos rieles parten desde Ringuelet conectando una populosa zona del
noroeste platense (Hernández, San Carlos, Romero, Abasto) podría asimismo recuperarse e
incorporarse al sistema.
La idea se completa con la creación de una terminal multimodal en el predio que hoy ocupa el
Mercado Regional, en 1 y 520, donde llegarían los trenes eléctricos del Roca, y desde donde se podría transbordar a un convoy ligero hacia el centro u optar por un servicio hacia Los Hornos, Gambier o Meridiano V sin internarse en la zona habitualmente con mayores complicaciones de tránsito.
Tomás Martiarena, ingeniero electromecánico y miembro del IAME, cuyo trabajo sirvió como
puntapié inicial para la elaboración del plan, precisa que “la terminal multipropósito del Mercado
sería el punto de llegada y partida del tren Roca, de los livianos, y de los colectivos de corta, media y
larga distancia. La pensamos allí porque la estación Tolosa, muchas veces postulada, no tiene
accesos adecuados y su barrio no soportaría el impacto, y porque el futuro de la Terminal de
Ómnibus en su ubicación actual es inviable. El Mercado se conecta con la Autopista, con la ruta 11,
la 36, y por ellas con otras como la 2 y la 215”.
RESURGIMIENTO MUNDIAL
Ciudades de diferentes escalas en países con diferentes realidades económicas, como Addis Abeba,
Casablanca, Beijing, Tokyo, Jerusalén, Marsella, Frankfurt, Roma, Amsterdam, Madrid, Toronto,
Guadalajara, San Francisco, Sydney, Valparaíso, Medellín y siguen las firmas, ya cuentan con
servicios de estas características.
Éstos, como el Metrolink de Manchester, el VLT de Río de Janeiro, o el Portland Streetcar, son algo
más que alardes de “modernidad sustentable”; son trenes funcionales, prácticos y muestran a qué
clase de futuro aspiran las más de doscientas comunidades que los instalaron en las últimas dos
décadas.
Galache aclara que “los tranvías eléctricos son ecológicos, no generan emisiones; y si bien tienen
mayor capacidad que los colectivos, con los que se complementarían, pueden coexistir con el
tránsito, poseen gran capacidad de frenado y pueden respetar semáforos. Utilizarían tensiones
mucho más bajas que las que usa el Roca, y si se opta por un sistema de alimentación de tercer riel,
que sólo se energiza al paso del coche, no habría que instalar catenarias en altura -como las
requieren los formatos más tradicionales y los trolebuses, por ejemplo- y se reduciría casi a cero el
potencial riesgo eléctrico”.
Los especialistas estiman que los plazos de construcción serían breves. “Un kilómetro de vías podría
tenderse en un par de meses” dice Galache, quien advierte que “no sería una utopía lograr la
financiación de algún ente internacional, como el Banco Interamericano de Desarrollo, ya que es un
proyecto sustentable desde lo ambiental, tal como el de la electrificación de la vía Quilmes del Roca,
que el propio BID terminó solventando”.
PLANIFICAR EL FUTURO
“No tiene sentido hablar de planes de transporte a corto plazo, se necesita planificar a cincuenta
años” sentencia Martiarena: “si pensamos en una ciudad de alta densidad, tal como parece que será
el destino de La Plata, ya habría que empezar a trabajar en las mejores opciones. Todo es realizable
si existe la visión de futuro y se da el primer paso”.
El proyecto del IAME tiene antecesores. Hace una década, el Centro de Ingenieros propuso el
Metrotram; declarado de Interés Municipal por el Concejo Deliberante en 2007, proponía emplear
las vías que subsisten en torno al casco histórico para incorporar un “transporte guiado liviano, con
tracción eléctrica”.
Por entonces, Daniel Suárez Cores, principal fogonero de la idea y miembro del ferroclub local,
explicaba que “La Plata fue diseñada para el tranvía; en ‘Los quinientos millones de la Begún’, la
novela de Julio Verne en la que se habría inspirado Pedro Benoit para diseñar nuestra Ciudad, se
explica que el sentido de tener cada seis cuadras una avenida con ramblas centrales es para facilitar
la circulación del tranvía, el medio de transporte urbano más importante y moderno de la época,
dado que no existían los automóviles”.