Rodríguez Larreta construirá cuatro edificios judiciales

24/02/2022. Nueva Ciudad
La Ciudad quedará dividida en cuatro zonas. El primer edificio que integrará todo el sistema judicial estará ubicado sobre la calle Suipacha y se inaugurará en 2023. Le seguirá otro en la calle Balbín.

Por ley, la Ciudad de Buenos Aires quedará dividido en cuatro zonas y cada una tendrá sus juzgados, alcaldía, salas de audiencia, fiscalías y defensorías funcionando en un mismo edificio. El Gobierno porteño avanza con la descentralización de los juzgados y el primer edificio que integrará todo el sistema, estará ubicado sobre la calle Suipacha, se inaugurará en 2023.
 
En la actualidad las zonas penales están mezcladas y por eso algunas tienen el juzgado en el sur y la alcaldía en el este. La intención de la ley es que en un mismo edificio convivan todas las dependencias de una misma zona para lograr una mayor eficiencia, informa La Política Online.
 
La construcción del edificio de Suipacha 150 finalizará este año y se inaugurará en abril o mayo del 2023, cuando esté completamente informatizado. Tendrá 1500 metros cuadrados, estará completamente digitalizado y contará incluso con salones de usos múltiples.
 
La otra dependencia que ya comenzó con obras es la sede de Balbín que funcionará en un edificio alquilado. La intención del Gobierno es poder inaugurarlo a finales de 2023. Para las zonas sur y oeste la Ciudad busca edificios ociosos del patrimonio porteño que serán destinados a la justicia porteña.
 
A mediano plazo las zonas sur y oeste continuarán funcionando en el edificio de Paseo Colón 1333 y se espera que en los próximos años cada zona tenga su propio inmueble con todas las dependencias integradas en un solo lugar.
 
Uno de los problemas que enfrenta la descentralización es la oposición de los propios jueces. Los magistrados saben que hay zonas mucho más "calientes" en cuanto a los delitos que deben abordar, sobre todo en los barrios del sur y oeste de la Ciudad y son varios los que resisten el nuevo esquema. Si bien está permitido que los jueces puedan cambiar de zona, solo podrán hacerlo si consiguen que otro magistrado acepte el traslado.
 
Otro aspecto que explica la resistencia de los jueces es la pérdida de "estatus". Hoy un juez porteño teóricamente tiene competencia sobre toda la Ciudad, a partir de la instrumentación de esta reforma se circunscribirá a la zona que le toque.
 
El otro obstáculo para concretar las mudanzas es económico. Desde el Gobierno porteño argumentan que con el recorte en la coparticipación los recursos para obras son escasos. Parte del dinero para financiar las obras edilicias de la reforma judicial debe salir de la venta de edificios como el que IRSA compró en la esquina de Beruti y Coronel Díaz, en Palermo, por medio de una subasta la semana pasada y en donde funcionan dependencias judiciales.