LUNES 04 DE SEPTIEMBRE | Pablo Fernández Blanco | LA NACION
La administración de Mauricio Macri comenzó a agudizar el ingenio para llevar a cabo obras de infraestructura sin tomar más deuda ni engrosar el déficit fiscal. Uno de esos mecanismos gira en torno de los activos que posee la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE, la ex Onabe), que acaba de poner ena la venta un conjunto de terrenos a partir de los cuales el Gobierno espera recaudar al menos US$S 165 millones.
Esa suma será utilizada para financiar aproximadamente el 25% de los gastos que insumirá la construcción del Paseo del Bajo, la obra de infraestructura más importante que se desarrollará en la cCiudad de Buenos Aires en los próximos años. Otro 25% provendrá de la subasta de más terrenos en 2018. Y la otra mitad se afrontará con un crédito del Banco de Desarrollo de América latina (la ex Corporación Andina de Fomento, CAF).
El lote que salió a la venta es un terreno ferroportuario subutilizado, en la zona de Retiro contigua al puerto. Tiene 91.337 metros cuadrados (mM2) y está delimitado por las avenidas Eduardo Madero y Antártida Argentina y las calles Cecilia Grierson y San Martín, siguiendo el recorrido de las vías del viejo ferrocarril portuario entre el cruce de la avenida Córdoba y el final de Madero). Es parte del proyecto denominado Catalinas Norte II, que tiene un total de siete parcelas para ser urbanizadas, de las cuales cuatro saldrán a la venta en esta etapa.
La administración de Macri espera cosechar una buena cantidad de dólares debido a las características del predio, que está sobre la costa, con proximidad a Catalinas Norte y colindante con Puerto Madero. Su cercanía a la estación ferroviaria de Retiro lo convierte en una de las fracciones con mayor potencial de desarrollo dentro de la Ciudad.
Los desarrolladores interesados también prometen entablar una disputa por esos predios. La semana pasada, Eduardo Costantini, creador de Nordelta y presidente de Consultatio, reconoció en la Expo Real Estate 2017 que estaba interesado en que se abriera la venta de esas parcelas.
Las subastas comenzarán el 26 de octubre próximo en la sala Néstor Kirchner de la sede de la AABE. Y terminarán en diciembre de este año.
El mes próximo se subastarán dos lotes por un valor base de 40 millones de dólares cada uno, aunque el organismo espera que esa cifra se estire hasta los US$ 60 millones.
Pero la tajada más grande saldrá a la calle en el último mes del año. Se trata de un lote de US$ 40 millones y otro de US$ 45 millones, con una particularidad: la AABE intentará primero venderlos en bloque, porque entiende que en la zona faltan plantas de superficies más grandes. Por esa vía, pedirá US$ 125 millones por el conjunto.
Otros tres terrenos se venderán el año próximo. "Nuestra proyección es que en total vamos a ingresar más de US$ 300 millones para financiar el Paseo del Bajo", explicó Ramón Lanús, presidente de la AABE, ante la consulta de LA NACION. Y completó: "Es una obra muy importante, que va a generar más espacio verde en la zona, el equivalente a 2,5 veces el parque Lezama. Y por cada peso que inviertan los desarrolladores, otros tres repercutirán en términos de actividad. Esperamos 1200 millones de dólares de inversión total, entre la tierra y las obras".
Base sustentable
La AABE apuesta a que los terrenos se usen para la construcción de una nueva generación de oficinas y departamentos con bajo criterios de urbanismo sustentable en un lapso relativamente corto. "A la ciudad le faltan oficinas de calidad. Y estipulamos un tiempo para las obras: tienen que empezar en un máximo de tres años y terminar en seis. Si no, hay multas", explicó Lanús.
El Paseo del Bajo modificará el perfil de la avenida Madero, dado que el tránsito de carga pasará por otro nivel. En diciembre del año pasado, la Legislatura porteña aprobó la rezonificación de estos terrenos ferroviarios para destinarlos a proyectos integrales de urbanización e inmobiliarios, cuyas rentas generadas servirán al financiamiento del Paseo del Bajo.
Ese emprendimiento es un proyecto a cargo del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte, ejecutado por la empresa estatal AUSA (la dueña de las autopistas porteñas) y la Corporación Puerto Madero, que conectará las autopistas Buenos Aires-La Plata e Illia y debería estar terminado en 2019. Se trata de una vía de 7,1 kilómetros que incluirá una autopista y carriles rápidos, con más cruces peatonales, para solucionar el problema de tránsito.
El camino se extenderá desde la Autopista Buenos Aires-La Plata sobre las avenidas Alicia Moreau de Justo y el eje Huergo-Madero, y luego por las avenidas Ramos Mejía, Antártida Argentina y Castillo hasta su empalme en el norte con la autopista Illia. Tendrá 12 carriles, de los cuales cuatro serán exclusivos para camiones y ómnibus de larga distancia, que tendrán acceso directo a la terminal de Retiro. Los ocho restantes serán de uso exclusivo para autos y colectivos de corta distancia (cuatro en sentido Norte y cuatro en sentido Sur).