El Grito del Sur - julio 25, 2019
El destino de las tierras linderas al Ferrocarril Mitre
Sin certezas definitivas sobre el uso del espacio público ubicado bajo las nuevas y elevadas vías del Ferrocarril Mitre, el Gobierno de la Ciudad abrió la licitación y cuatro empresas ya se presentaron para edificar estos terrenos.
Ya son cuatro las empresas que se presentaron a la licitación para explotar durante los próximos 30 años los terrenos que quedaron debajo de las vías del Ferrocarril Mitre. La Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), a cargo del funcionario Ramón Lanús, es la encargada de dirigir el proceso y ya anunció que las adjudicaciones se conocerán el próximo 31 de agosto, con el objetivo de habilitar el comienzo de las obras para el año 2022.
El Gobierno de la Ciudad decidió dividir el tramo en tres sectores: Hipódromo, Barrio Chino y Clubes. En este último se estipula que habrá un área recreativa de 4000 m², mientras que la zona denominada Hipódromo contempla oficinas, restaurantes y locales de servicios. El área de Barrio Chino se dividirá en dos partes iguales: 50% destinado a un área de esparcimiento y otra mitad orientada a locales comerciales.
La instalación de los polos gastronómicos es una de las principales polémicas y obedece a una concepción privatizadora del espacio público que el macrismo ha sostenido en sus 12 años al frente de la Ciudad. Como ejemplo se inauguró recientemente una segunda remodelación de la Plaza Houssay, que cuenta con locales comerciales insertos en la plaza y hasta un McDonald´s funcionando en este espacio público. Mientras tanto, en los últimos meses, el Gobierno de la Ciudad ha comenzado a agitar el fantasma de una posible ocupación de los terrenos del bajo viaducto con el objetivo de acelerar los tiempos de las licitaciones y comenzar con las obras.
El espacio en cuestión surgió tras la elevación de las vías del Ferrocarril Mitre, que une la terminal de Retiro con Tigre, lo que permitió eliminar 8 pasos a nivel y sumar una superficie de aproximadamente 74 mil m² en una de las zonas más caras de la Ciudad, donde el suelo adquiere valores inauditos para cualquier otra capital de Latinoamérica. El Gobierno prometió consultas abiertas con los vecinos y ya ha realizado algunas reuniones, pero muchas de las críticas que allí surgieron no han sido tenidas en cuenta.