Euro news - Por Lottie Limb
• última actualización: 06/03/2023
Filtrar los coches de las calles de las ciudades para reducir las emisiones y proteger a los residentes de la nociva contaminación atmosférica es algo evidente para los ecologistas.
Pero las medidas de pacificación del tráfico en Oxford (Inglaterra) se han convertido en las últimas semanas en un insólito punto de ignición, ya que algunos manifestantes afirman que conducirán a un "bloqueo climático".
La teoría de la conspiración en torno a las ciudades de 15 minutos -un concepto urbanístico en el que la gente vive a poca distancia a pie o en bicicleta de todo lo que necesita- se ha disparado en Internet.
Y según una nueva investigación de DeSmog, una red internacional de negacionistas del clima y del Covid la está impulsando.
¿Qué hace el ayuntamiento de Oxford para reducir el tráfico?
"Debemos dar prioridad a las personas, no a los coches, en los sistemas de transporte". Estas fueron las incontestables palabras del director del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Erik Solheim, en 2016.
Durante años, las ciudades europeas han tratado de corregir este desequilibrio con diversas medidas; reforzando los carriles bici en Berlín, por ejemplo, o peatonalizando el centro de Pontevedra en España.
El plan de Barrios de Tráfico Reducido (LTN) es una estrategia habitual en el Reino Unido. Este tipo de barrios reducen el número de coches que transitan por calles residenciales erigiendo barreras denominadas "filtros modales". Llevan implantándose en las ciudades desde los años 60, pero la pandemia catalizó su despliegue en Londres y otras ciudades, incluida Oxford.
El Consejo del Condado de Oxfordshire votó a favor de hacer permanentes algunos de estos barrios temporales en julio de 2022 tras consultar a la población.
Ahora, en otro intento por reducir la congestión, la Diputación Provincial tiene previsto probar el año que viene un sistema de filtros de tráfico en seis carreteras de la ciudad. Los vehículos deberán obtener un permiso para circular por esas vías. Se utilizarán cámaras de tráfico para escanear las matrículas de los conductores y multar a los que carezcan de permiso (con numerosas exenciones).
Por su parte, el Ayuntamiento de Oxford aprobó el concepto de ciudad de 15 minutos en su Plan Local 2040, publicado en septiembre.
En diciembre, las redes sociales empezaron a confundir falsamente las ideas, y algunos afirmaron que se utilizaría un sistema de vigilancia para restringir el acceso a los ciudadanos a un radio de 15 minutos de sus domicilios.
Los concejales empezaron a recibir un torrente de insultos, que desembocó en una declaración conjunta de los ayuntamientos del condado y de la ciudad desmintiendo la desinformación a finales de año.
Pero para entonces las teorías ya se habían propagado.
¿Qué son las ciudades de 15 minutos?
En el caso de las "ciudades de 15 minutos" hay una fecha clara de cuándo se acuñó el concepto.
El urbanista Carlos Moreno, afincado en París, lo debatió durante la conferencia de la ONU sobre el clima COP21 en 2015, tras años de investigación sobre la optimización de la vida en la ciudad.
En el radio de 15 minutos a pie o en bicicleta, dice el profesor de la universidad Panthéon-Sorbonne, "la gente debería poder vivir la esencia de lo que constituye la experiencia urbana: acceder al trabajo, la vivienda, la alimentación, la salud, la educación, la cultura y el ocio."
"En realidad, se trata de la libertad de elección", explica a Euronews Green Tom Jones, activista británico a favor del uso de la bicicleta.
"No deberíamos construir nuevas viviendas en las que la gente tenga que conducir para comprar leche, ir al colegio o al médico porque no hay tiendas, colegios o clínicas cerca".
El padre de cuatro hijos añade que "un barrio de 15 minutos liberaría a mis hijos de ser rehenes en nuestra casa por culpa de todos los desplazamientos en coche de menos de una milla o dos, pasando a toda velocidad por delante de nuestra puerta".
Además de la comodidad, la seguridad y los argumentos sociales, la reducción de los desplazamientos en coche tiene claras ventajas medioambientales, como la disminución de la contaminación atmosférica y la creación de más espacio para la naturaleza.
"¿Por qué una calle ruidosa y contaminada tiene que ser una calle ruidosa y contaminada?", se pregunta Moreno. "¿Por qué no puede ser una calle ajardinada y bordeada de árboles?".
Las cosas podrían ser diferentes, y así ha sido. El atractivo de tener servicios cerca es, obviamente, anterior a 2015.
El periodista especializado en transportes Carlton Reid se remonta a la "geografía del tiempo" de los años 60 y a las "unidades de barrio" de los años 20, señalando que todas las ciudades fueron alguna vez ciudades peatonales.
"Incluso los antiguos romanos bloqueaban el tráfico a cuatro ruedas", señala.
No es necesario redibujar los suburbios siguiendo exactamente las líneas de las ciudades de15 minutos. La Asociación de Planificación Urbana y Rural del Reino Unido también ha propuesto barrios de 20 minutos, señalando el éxito de este principio en París y Melbourne.
¿Cómo quedaron atrapadas las ciudades de 15 minutos en la conspiración del "bloqueo climático"?
La pandemia insufló nueva vida a la idea del "espacio de tamaño humano", en palabras de Moreno.
Pero también dio alas a las retorcidas ideas de los escépticos del clima que afirmaban que los encierros Covid eran el precursor de la "tiranía verde" de los gobiernos. Creen que las élites mundiales están ansiosas por coartar a la gente con el pretexto del cambio climático.
El concepto de ciudad de 15 minutos se vio envuelto en esta tendencia más amplia del "bloqueo climático", y los teóricos de la conspiración lo presentaron como un complot comunista para facilitar el control de la población.
"Sus mentiras son enormes", declaró Moreno a Reid en una entrevista reciente sobre este tema.
"Como ONU-Hábitat, el Foro Económico Mundial, la Red Climática de Ciudades Globales C40 y la Federación de Gobiernos Locales Unidos, entre otros, han apoyado el concepto [de la ciudad de 15 minutos], eso alimenta sus fantasías de que estoy involucrado en el 'liderazgo invisible' del mundo".
El pasado fin de semana, cientos de personas salieron a las calles de Oxford con pancartas como "No a los barrios de 15 minutos | Comunismo | No consentimos".
En un vídeo compartido miles de veces, una niña de 12 años denuncia los barrios de 15 minutos alegando que "pronto se convertirán en zonas de reconocimiento facial por identificación digital".
Hay razones válidas por las que este concepto es motivo de división en el Reino Unido. Por ejemplo, los propietarios de tiendas han expresado su preocupación por el impacto en la afluencia de peatones; otros residentes afirman que empujan el tráfico a las carreteras circundantes.
Los defensores del transporte ecológico responden que, una vez implantadas, la gente rara vez quiere dar marcha atrás. La organización benéfica Climate Possible ha constatado que este tipo de barrios contribuyen en realidad a objetivos más amplios de reducción del tráfico.
Pero la oposición a los planes de reducción del tráfico de Oxfordshire no es sólo popular.
¿Quién está impulsando teorías conspirativas sobre la red de control del tráfico de Oxford?
DeSmog ha revelado que el grupo que lidera la oposición, "Not Our Future" (No es nuestro futuro), se creó hace años. Está respaldado por una red de destacados negacionistas del clima y teóricos de la conspiración de todo el mundo.
Jennie King, responsable de investigación y política climática del Instituto para el Diálogo Estratégico (ISD, por sus siglas en inglés), declaró al medio de investigación que la pandemia fue un punto de inflexión para estos actores, que están explotando el trauma que sufrieron millones de personas.
"Ese trauma ha sido convertido en arma por el lobby anticlimático, que ahora condena cualquier política pública como una 'violación de las libertades civiles' y establece comparaciones directas con el Covid".
Los defensores de unas calles más verdes son muy conscientes de cómo nuestras carreteras se ven envueltas en guerras culturales.
"Lo que estamos viendo", explica Tom Jones, de Family ByCycle, "es una cuidadosamente calculada campaña de desinformación, destinada a manipular respuestas emocionales, de rebaño, de personas que están tan aterrorizadas por ser controladas, que no se han dado cuenta de que ya les ha ocurrido".