14/06/2019 - Clarín.com ARQ
Urbanismo
BERTO GONZÁLEZ MONTANER
El Gobierno nacional acaba de llamar a licitación para construir la terminal de los próximos 50 años. La idea es tener un puerto de cargas eficiente y competitivo; y, de pasajeros, con acceso libre e integrado a la Ciudad
Paseo del Bajo descomprimió el Bajo porteño. Ahora se puede circular por la nueva avenida-parque disfrutando del paisaje: a un lado, la otrora cara oculta de las torres de Catalinas Norte, el Luna Park, la gran plaza frente al CCK y una nueva perspectiva de la Casa Rosada; al otro, el vibrante perfil que producen las torres de Puerto Madero.
En Ezeiza están cuadruplicando la superficie de sus instalaciones, lo que permitirá pasar de los 10 millones de pasajeros anuales a casi el doble para 2012.
Y el Puerto de Buenos Aires también definió un masterplan para crecer ordenadamente en los próximos 50 años. Sí, ese puerto que nos bautizó como porteños. Y que vio materializar la frase de Octavio Paz: “Los peruanos descienden de los incas; los mexicanos, de los aztecas; los argentinos, de los barcos”.
El muelle de pasajeros del puerto de Buenos Aires. Autor no identificado, 1888. Archivo General de la Nación
Años atrás sobrevolaba la idea de trasladar este mítico puerto fuera del ámbito de la capital. Su origen fue con el de Pedro de Mendoza, que solo hizo un puerto. Para los historiadores, recién hubo fundación con Juan de Garay que levantó puerto y ciudad como las Leyes de India mandaban. En 1889 se construyó Puerto Madero y en tan solo 9 años se reemplazó por el actual inspirado en el modelo de dársena en peine del ingeniero Luis Huergo.
La historia del puerto diseñado por el ingeniero Huergo.
Con el tiempo, se transformó en un punto oscuro de Buenos Aires, con “una doble espalda”, como lo caracteriza el arquitecto Ramiro López Saubidet, gerente Coordinador de Gestión Operativa de la Administración General de Puertos S.E. que dirige Gonzalo Mórtola. “Con villas, vías de tren tomadas, edificios abandonados, camiones, chatarra y óxido”. Y, para colmo, costoso e ineficiente: “2 veces más caro que otros de la región y 4 más que los europeos”, asegura.
Puerto Madero quedó obsoleto a causa del calado cada vez mayor de los buques de carga y sufrió décadas de abandono. Foto de 1984.
Sin embargo, este enclave devaluado tiene un valor estratégico fundamental: es el único puerto federal del país y por sus dársenas pasan el 60 por ciento de las mercaderías contenerizadas, que sumadas a las de la terminal Exolgan, en la boca de Riachuelo, suman el 80 por ciento de las que se consumen en la Argentina.
Los puerto de la Argentina.
En la actualidad Puerto Buenos Aires es operado por 3 empresas que están entre las 5 más importantes del mundo, con concesiones que vencen en 2020. Pero lo más gravitante es que este modelo de puerto Landlord, en poco tiempo más, será obsoleto: hoy estas infraestructuras se diseñan para recibir barcos más grandes que producen operaciones más eficientes y permiten bajar los costos. “En 2011 teníamos buques chicos con mucha frecuencia y grandes con poca. Ahora los de 336 metros de largo son los que más vienen a Buenos Aires”, dice Saubidet. Pero a partir de la ampliación del Canal de Panamá, el protagonista, el buque de diseño, es el Neo Panamax de 366 metros de largo (eslora) por 51 de ancho (manga).
Esta temporada hubo tres amarres en simultáneo en Puerto Buenos Aires. (Puerto Buenos Aires)
“Este buque por calado, lleno, no podría entrar en el Puerto Buenos Aires, pero hay que recordar que es una terminal, está en el punto más al sur de todo el cono de América. Esto permite que los buques crucen el océano cargados a full, descarguen en Brasil, en Montevideo y que vengan con un 20 a 25 % de la carga a la Argentina”, explica con precisión Saubidet.
La ampliación del puerto está diseñada en base a este modelo. Reemplaza el sistema de peines por uno de muelle corrido de 1,5 kilómetros de largo por 600 metros de ancho, con grúas carrileras que permiten que se usen varias al mismo tiempo. “Así funcionan los mejores puertos del mundo como Barcelona, Hamburgo, Amberes, Valencia, Veracruz y el proyecto para Valparaíso”, agrega Saubidet. Ciudades donde sus habitantes se sienten orgullosos de sus puertos.
El nuevo proyecto se irá haciendo en etapas según el crecimiento del país.
Prevé unificar el acceso al puerto en la desembocadura del Paseo del Bajo a la altura de la Dársena F, lugar donde antes funcionaba la histórica pista de hidroaviones y donde ahora estará la aduana unificada. Allí hay una zona buffer de apoyo portuario donde esperarán los camiones esperarán su turno para entrar y distribuirse por la colectora que lleva a la nueva “península-puerto” que se hará con rellenos o hacia las otras dársenas, en forma de peine, que seguirán operativas para buques menores.
El puerto que viene. 1. Dársena F; 2. Acceso único al Puerto Buenos Aires; 3. Aduana; 4. Apoyo portuario; 5. Usina; 6. Colectora Av. Edison; 7. Nueva Terminal Internacional; 8. Dársenas en peine existentes; 9. Terminal de cruceros; 10. Nueva escollera; 11. Dársena Norte.
El nuevo acceso a Puerto Buenos Aires, en Dársena F.
También como parte de la operación ferrourbanística, a la llegada del ferrocarril Sur, se le sumarán las trochas mixtas del San Martín y el Mitre, provenientes del Oeste y del Norte, áreas de donde provienen el mayor intercambio comercial del país.
En el extremo sur, junto a Dársena Norte, se desarrollará la Terminal de Cruceros, industria que mueve en cada uno de esos hoteles flotantes unos 4.000 pasajeros, que dejan a la Ciudad entre 200 y 300 dólares por día. Hasta esa zona privilegiada de la costa, con el Yatch Club Argentino en frente, llegará la Ciudad para recuperar su contacto con el río.
Un crucero en la terminal del Puerto Buenos Aires.
MSC Fantasia, el crucero más grande de la temporada 2018/2019, un barco de lujo para vacaciones alta gama.
Pero mientras se lleva a cabo la licitación para la operación global del puerto para los próximos 35 años más la opción por otro 15 más, hay otras obras que están haciendo para dar respuesta al mediano y corto plazo.
Convocaron a artistas para intervenir las areneras y crear el Paseo de las Areneras. Rellenaron la mitad de la Dársena F, dieron colores a los gaviones de hormigón del paseo costero, iluminaron las torres de la usina y los mástiles de la Fragata Libertad.
Los edificios de las areneras en la zona portuaria, con sus murales.
La fragata Libertad regresando al puerto.
Además convocaron al prestigioso estudio de diseñadores Shakespear para crear la nueva imagen gráfica del puerto. Y trabajan en conjunto con Ciudad para que el parque lineal que están diseñado sobre la Autopista Illía llegue al puerto, de manera que se pueda ir en bicicleta desde el Obelisco a Vicente López. En definitiva, un conjunto de acciones cortas, efímeras, que intentan en el cercano plazo recuperar esa identidad portuaria que se perdió. “Necesitamos volver a enamorar, a vincular la ciudad con su puerto”, concluye Saubidet.