LA NACION | BUENOS AIRES | OBRA PÚBLICA
Ayer, el túnel recibió 170.000 m3 de agua Crédito: GCBA
La obra se inaugurará en septiembre; duplicará la capacidad de escurrimiento de la zona
Más de 20.000 metros cúbicos de tierra debieron ser quitados para permitir el ingreso de agua proveniente del Río de la Plata hacia los túneles del segundo emisario del arroyo Vega, que ingresó en su última etapa antes de la inauguración prevista para fines de septiembre. El talud era la última barrera de unamegaobra hidráulica proyectada para disminuir el riesgo de inundación en tres comunas y aumentar la capacidad de escurrimiento en una zona sensible de la ciudad. La remoción de esa enorme masa de tierra fue mucho más allá de lo simbólico porque marcó el inicio de las pruebas de llenado y vaciado de los conductos, un proceso que demandará varios días hasta su finalización y que se repetirá antes de la apertura oficial.
Tras 18 meses de travesía por toda la ciudad, dos tuneladoras realizaron un conducto de 8,4 kilómetros entre Agronomía y la Costanera Norte, cerca del aeroparque Jorge Newbery. Ese túnel ayer recibió 170.000 m3 de agua durante doce horas; al completarse su capacidad, tres bombas hidráulicas comenzaron a realizar el vaciado completo en un proceso que demora unas 36 horas. Al finalizar la prueba las compuertas quedarán cerradas para que un equipo técnico inspeccione el túnel y observe los resultados. Este proceso se repetirá a lo largo de varios días para poder realizar una evaluación exhaustiva.
Se espera que el emisario pueda soportar una lluvia de hasta 81 milímetros constantes en dos horas (hoy la cuenca resiste 48 mm) para reducir las posibilidades de anegamiento en las comunas 12, 13 y 15. Cuando comience a operar, el agua descenderá por gravedad a través del túnel hasta caer en un pozo de 35 metros de diámetro y 25 de profundidad, escurriéndose hacia el Río de la Plata. El hoyo cuenta con tres pórticos de salida -suman 12 metros de largo-, que se pueden manipular para la descarga de agua y la posterior limpieza del pozo.La megaobra se dividió en dos tramos. Con una tuneladora de origen alemán -bautizada Elisa en honor a Elisa Beatriz Bachofen, la primera mujer graduada en Ingeniería en la Argentina y en toda América Latina-, se realizó el túnel más extenso, de seis kilómetros desde la costanera por debajo de la calle La Pampa hasta la avenida Victorica, a 20 metros bajo tierra y avanzando 24 metros lineales por día, con un diámetro de 5,3 metros.
En simultáneo, otra tuneladora pipe jacking trabajó por debajo de las calles Nueva York y Ballivián, desde la calle Helguera hasta Victorica, en donde se conecta con el otro túnel. Construyó un conducto de 2,4 kilómetros de longitud y 2,90 metros de diámetro.