La noticia web | 27 de Febrero de 2018 |
En medio de protestas, forcejeos e insultos de vecinos, ambientalistas y dirigentes dentro y fuera del recinto, la normativa obtuvo 17 votos a favor. El massismo y el peronismo acompañaron favorablemente al oficialismo.
Tal como se preveía, el jueves por la mañana se vivió una intensa jornada legislativa en el Concejo Deliberante de Pilar. El punto para tratar el proyecto del nuevo Código de Planeamiento Urbano ocupó prácticamente la totalidad de la sesión extraordinaria. El adelantamiento del tratamiento había llamado la atención, pero como señaló el jefe de gabinete local, Juan Pablo Martignone, hace unos días a LaNoticiaWeb: “en las últimas dos semanas se fueron construyendo consensos”.
Realmente fue así. La votación culminó con 17 votos a favor y seis en contra. A los 10 ediles de oficialismo se sumó el massismo y parte del peronismo. Por el lado del Frente Renovador apoyaron Inés Ricci, Claudia Juanes y Flavio Álvarez. También Adrián Maciel, quien pertenecía al espacio pero armó su monobloque. De igual manera el ex Cambiemos, Daniel Liberé; y los peronistas José Molina y Nicolás Darget.
En tanto, los más opositores a la gestión de Nicolás Ducoté registraron la media docena de votos negativos: Federico Achával, Santiago Laurent, Lizzie Wanger (UC-Frente Pilarense), Juan Pablo Roldán (Unidad Ciudadana), Silvio Rodríguez y Nicolás Tabarez.
El oficialismo tuvo varias voces que defendieron el proyecto. Entre ellas se destacó la de Jésica Bortulé que, a pesar de señalar la “preocupación” de muchos ediles de la oposición, indicó que “después de 20 años se está resolviendo el problema”. La norma que rige actualmente data de 1985. Su compañera, Claudia Zakhem, agregó que “es un código perfectible, con modificaciones que se podrán hacer” y que, a pesar de que se convocó a todos “con suficiente antelación”, desde el kirchnerismo no asistieron.
Por su parte, el massista Flavio Álvarez, valoró que las propuestas que presentaron fueran tenidas en cuentas por el oficialismo al mismo tiempo que pidió no utilizar a los vecinos “como herramienta política”.
La oposición más dura tuvo su momento. Por un lado, Juan Pablo Roldán, leyó un texto que le habían acercado algunos vecios. También consideró que el tratamiento que se le estaba dando no era el adecuado y que el Ejecutivo estaba brindando “escasa información”. En tanto, Federico Achával, la definió como un “código de procedimiento para la expansión del negocio inmobiliario en Pilar”. Su par, Elizabeth Wegner, manifestó su preocupación por el “concepto de participación que se maneja en el oficialismo”. “No se construye en reuniones informativas, es una parte necesaria pero no suficiente. Este proyecto nos pone de cara a 20 o 30 años hacia adelante. No es suficiente con ver mapas, la participación se construye de otra forma, debatiendo todo el tiempo necesario, y en los barrios y localidades, hablando con los vecinos, para que ellos expresen qué quieren para Pilar, y eso no lo hemos tenido”, explicó la titular del PJ local.
Mientras tanto, fuera y dentro se vivían momentos de tensión, gritos, insultos y empujones. Muchos vecinos les fue impedido el ingreso al recinto. La mayoría de ellos provenían de las zonas de Villa Rosa y Parque Irízar, allí están las áreas industriales más importantes y con el nuevo código se ampliarían.
El intendente Ducoté celebró el resultado y agradeció a quienes permitieron “dar un paso más hacia lo que queremos de Pilar de aquí a 30 años”.“Las propuestas que hizo la parte constructiva de la oposición habla bien del trabajo en conjunto que tenemos que hacer, a veces por encima de nuestras diferencias partidarias e ideológicas y estoy convencido que así tiene que seguir a lo largo del año”, agregó.
Cabe recordar que la votación afirmativa convirtió al proyecto en una ordenanza. La misma deberá pasar por la aprobación de la Provincia de Buenos Aires previo a entrar en vigencia. Esas gestiones podrían durar varios meses, incluso años.