Los trabajos se realizan en esta época del año cuando se reduce hasta un 40% la circulación de pasajeros; el servicio estará interrumpido hasta el 17 de marzo próximo; complicaciones para los usuarios
11/01/2024. La Nación
Mauricio Giambartolomei
LA NACION
Desde el lunes pasado y hasta el 17 de marzo próximo la línea D de subte permanecerá cerrada por obras de infraestructura en toda su extensión y en algunas de sus estaciones. A pesar de algunas complicaciones que genera en una de las troncales más importantes de la red, por donde viajan unos 200.000 pasajeros por día, la disminución de hasta el 40% de pasajeros en esta época del año le permite a la Ciudad, como señalaron, desplegar una estrategia que tenga un impacto menor al que habría en otro momento.
La línea D, que une las estaciones Congreso de Tucumán y Catedral, ya se encontraba en pleno proceso de modernización con gran parte de su flota con aire acondicionado, la repotenciación en su etapa final de instalación y un nuevo sistema de señales, aunque la intervención que se está realizando será aún mayor. Las obras no dejan de generar trastornos entre los pasajeros que deben optar por otras alternativas de transporte y también provocan reacciones del arco político opositor que presentó en la Legislatura porteña un proyecto para que el gobierno ofrezca colectivos adicionales para atender la demanda de los usuarios.
¿En qué consiste la obra que se inició el lunes? La interrupción del servicio fue necesario para poder avanzar con el reemplazo de las 31 máquinas de cambio que no podrían operar con el nuevo sistema de señales que pasó del Automatic Train Protection (ATP) al más moderno y seguro Communications-Based Train Control (CBTC), que ya funciona en las líneas C y H.
Los trabajos también consisten en “verificar que todas las rutas posibles cumplan con los estándares de seguridad e identificar eventuales fallas, además de finalizar la instalación del nuevo sistema abordo de los trenes”, informaron desde Subterráneos de Buenos Aires (Sbase). “Los sistemas de señalamiento son sistemas de control y protección de las formaciones cuya función principal es que circulen de forma segura asignando rutas e informando la posición de los trenes para evitar colisiones, vinculados a la seguridad y a la frecuencia del servicio”, agregaron.
El CBTC es un sistema de última generación cuya tecnología es adoptada por los subtes más modernos del mundo. Funciona mediante la comunicación entre formaciones lo que permite el máximo acercamiento posible de forma segura para reducir el intervalo al mínimo posible, es decir, posibilitará aumentar las frecuencias de los servicios.
La herramienta determina con exactitud la ubicación de los trenes y controla la velocidad de circulación máxima permitida para que, en caso que sea superada, se puede detener la marcha de las formaciones.
Además, durante el cierre se aprovechará para terminar las obras de renovación de la estación Facultad de Medicina que solo pueden realizarse con este espacio cerrado.
“El objetivo mejorar la tecnología con un gran desafío: aumentar la frecuencia para pasar de un promedio de cinco minutos a un promedio de tres minutos y medio”, sostuvo el jefe de Gobierno, Jorge Macri. “Estamos incorporando muchos mecanismos de seguridad, tanto durante el viaje como interno. La tecnología permite que las formaciones pasen más seguido porque tienen muchos sistemas de control en las vías que permiten que se muevan más rápido, que frenen en el momento apropiado, que se detengan en el andén, en el lugar correcto. Ya no solo dependerá de la decisión del operario que seguirá a bordo del tren”, agregó.
Mitigación y reclamos
Con el objetivo de mitigar el impacto del cierre de la línea el Ministerio de Infraestructura informó que, en conjunto con las Cámaras de Transporte de Colectivos, se reforzaron los servicios de las líneas que comparten trayecto con la Línea D. Desde el lunes aumentaron las frecuencias en un promedio de 25%. También se analizaron los horarios y la demanda de las líneas.
El operativo cuenta con la presencia de agentes de tránsito y personal en calle, con el rol de orientar y asistir tanto a los pasajeros como a choferes e inspectores de colectivos, con el monitoreo de la Secretaría de Transporte.
A pesar de estas medidas de mitigación un grupo de legisladores de Unión por la Patria consideró que el cierre de la línea D durante dos meses resulta un perjuicio demasiado elevado para los pasajeros. Por tal razón le solicitó al gobierno de la ciudad que brinde formas alternativas de transporte, además del aumento en la frecuencia de los colectivos.
En el proyecto de declaración presentado en la Legislatura porteña el grupo de legisladores, encabezados por Juan Manuel Valdéz, le exige al Poder Ejecutivo local que “arbitre los medios necesarios para ampliar las frecuencias y/o proveer servicios adicionales de transporte público de colectivos en el trayecto correspondiente a la traza de la línea D de subterráneo, durante todo el período en que permanezca cerrada, a los fines de garantizar el correcto traslado de pasajeros”.
“Es inadmisible que, tras el anuncio del cierre más largo de la historia de una línea de subte, el gobierno de la ciudad no haya puesto ningún recurso de contingencia para tratar de mitigar las consecuencias de tener parada una de las líneas que más pasajeros transporta al día, en todos los horarios. Las reformas que pretenden realizar ya se hicieron en otras líneas sin necesidad de complicarle la vida a los miles de usuarios”, señaló Valdés.
El proyecto es acompañado por los legisladores Graciana Peñafort, Claudia Neira, Maia Daer, Juan Modarelli, Victoria Freire, Claudio Ferreño, Delfina Velázquez, Berenice Iañez, Magdalena Tiesso, Andrés La Blunda, Alejandro Grillo y Maru Bielli. En su argumentación también mencionaron que para este año “no están previstas las obras de ampliación del subte” en una red que se encuentra “estancada y a 23 años de la sanción de la ley 670 que ordena la extensión del servicio”.