Clarín | NORA SÁNCHEZ | Legislatura
La ley que lo habilita fue aprobada este jueves en segunda lectura con 42 votos a favor.
En medio de una fuerte protesta de distintas organizaciones animalistas, este jueves los diputados porteños le dieron aprobación definitiva a una ley que habilita concesionar espacios dentro de ex zoológico de la Ciudad, Eduardo Ladislao Holmberg. Pero son menos de los que quería el Ejecutivo: sólo autorizaron a privatizar 15 de los 21 propuestos. En la lista de lugares que serán explotados por privados quedaron la fosa de los leones y el templo hindú de los elefantes. En cambio, eliminaron espacios como la casa de las jirafas o el pabellón ruso.
Según la ley, el dinero de las concesiones deberá ser destinado "en forma exclusiva e irrevocable" a la transformación del predio en un Ecoparque interactivo.
La iniciativa, que fue presentada por el Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, tuvo un despacho conjunto de mayoría emitido por el oficialismo en las Comisiones de Protección y Uso del Espacio Público y de Presupuesto, Hacienda, Administración Financiera y Política Tributaria. También hubo un despacho de minoría, impulsado por Unidad Ciudadana, que pedía el archivo del proyecto.
Finalmente, la ley fue aprobada con 42 votos positivos, 15 en contra de la izquierda y el kirchnerismo, y una abstención.
En el ex zoo viven 865 animales. El predio cuenta con una superficie total de casi 17 manzanas o hectáreas -es decir 167,5 mil metros cuadrados- delimitada por las avenidas Las Heras, Santa Fe, Sarmiento, del Libertador y República de la India.
El Gobierno porteño quería concesionar 33.050 m2 repartidos 21 espacios que quedarán ociosos más algunos nuevos. Pero, con los cambios, los espacios se redujeron a 15 y la superficie a concesionar, a 26.450 m2.
Además, en el texto aprobado se incorporó la prohibición expresa de exhibir o mantener animales. Y también que el acceso general al predio será gratuito para menores de 12 años, alumnos y docentes de escuelas públicas y jubilados y pensionados.
En una primera fase, a partir de este año, pondrán en marcha la concesión de 9 espacios. Por 20 años, le darán a privados la explotación de la casa de los osos (6.100 m2) y de la condorera (2.100 m2). Por 15 años, la Confitería El Águila (1.100 m2); la fosa de los leones (1.600 m2), el pabellón de los loros (750 m2); el pabellón de las fieras (2.700 m2), el acuario (3.500 m2) y el reptilario (400 m2). Y por hasta 10 años, la Casita Bagley (400 m2).
En la segunda etapa, a partir de 2020, prevén concesionar otros 3 espacios. Por hasta 20 años, el templo hindú de los elefantes (2.800 m2) y el de los cebúes (2.700 m2). Y por 10 años, el chalet de los rinocerontes (500 m2).
Para una tercera etapa, a partir de 2022, quedará la concesión de 3 espacios más. Se trata del antiguo monario azul (900 m2) y el pabellón de los camellos (500 m2), por 15 años. Y la casa de los ciervos y tapires (400 m2), por 10 años.
Los espacios que fueron eliminados de la lista y que no serán concesionados son el pabellón ruso (1.200 m2); la casa de las jirafas (500 m2); el chalet de los bisontes (400 m2); la choza ex congoleña (400 m2); las instalaciones de la administración (2.500 m2), y el Museo de Arte Infantil o ex Casa de Pumas y Víboras (1.200 m2).
El mismo concesionario podrá explotar hasta tres espacios. Según la ley, las actividades a desarrollar en ellos "tendrán por objeto propuestas educativas, recreativas y de concientización en materia de conservación y preservación del ambiente, servicios y propuestas complementarias que mejoren la experiencia del visitante y, en general, todas aquellas que permitan posicionar al predio como paseo familiar".
Antes de darles los espacios a los privados el Gobierno porteño deberá garantizar que se deriven, liberen o trasladen los animales que puedan estar alojados en algunos de ellos. Y también tendrá que garantizar la intervención de la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos y "arbitrar los medios necesarios para la preservación y restauración de los bienes con valor patrimonial, histórico y cultural". Es que todo el conjunto edilicio, paisajístico, ambiental, artístico y ornamental del ex zoológico es considerado Monumento Histórico Nacional.
"El Gobierno de la Ciudad está iniciando negocios inmobiliarios en el predio del zoo donde aún viven mil animales", protestó Malala Fontán, de Sin Zoo, que este jueves se protagonizó una protesta frente a la Legislatura y dentro del recinto. Durante las exposiciones, hubo gritos cada vez que un legislador expresó su apoyo al proyecto. "¡Crápulas!", se escuchó cuando la votación avaló la aprobación de la ley.
Desde la ONG aseguran que la muerte de dos animales en un lapso de diez días se debió al estrés que sufrieron por las obras de remodelación que ya están en marcha en el predio. La jirafa Shaki, nacida en el ex Zoo hace 18 años, murió el martes 24 de julio por una peritonitis. Diez días antes, una infección generalizada le hizo correr la misma suerte a Ruth, la rinoceronte blanca de 24 años que era vecina de las tres jirafas.