19/08/2021 14:43
Clarín.com - Ciudades - por Pablo Novillo
La Legislatura porteña aprobó en primera lectura el convenio urbanístico con IRSA. Ahora debe pasar por audiencia pública y otra votación.
El proyecto para crear un barrio y un parque público en la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors, en la Costanera Sur, dio este jueves un paso fundamental. La Legislatura porteña aprobó "en primera lectura" el convenio que el Gobierno porteño firmó con la empresa IRSA, dueña del predio, para llevar adelante la urbanización.
La iniciativa fue avalada por 36 votos a favor y 19 en contra. Como se trata de una modificación al Código Urbanístico, ahora debe realizarse una audiencia pública (obligatoria pero no vinculante), y una segunda votación en el recinto para su sanción definitiva.
Se trata de un proyecto urbanístico para darle un destino a la ex Ciudad Deportiva, el terreno ganado al río donde el club Boca Juniors quería hacer un complejo de piletas, canchas de tenis y otras instalaciones, pero principalmente construir un estadio cubierto para 100.000 personas.
Una imagen simulada de cómo sería Costa Urbana.
De esa iniciativa sólo se concretaron algunas partes, más un parque de atracciones, porque las sucesivas crisis económicas del país perjudicaron al club y le impidieron continuar con las obras.
Así, a mediados de los 80 el predio quedó abandonado. En 1991 fue vendido a una empresa, Santa María del Plata, y en 1997 lo compró IRSA. Pero desde hace más de 30 años que la ex Ciudad Deportiva está en desuso y sin acceso para nadie.
¿Por qué? Porque en todo este tiempo nunca se logró que la Legislatura aprobara ninguno de los proyectos de urbanización que fueron presentados por la desarrolladora privada.
Así sería la urbanización de la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors.
Ese nudo se desató recientemente. El 6 de julio, la Secretaría de Desarrollo Urbano de la Ciudad confirmó que había cerrado un convenio urbanístico con IRSA y que lo iba a enviar a la Legislatura para su aprobación.
El proyecto, ahora rebautizado "Costa Urbana", plantea dos cuestiones. Del total de 71 hectáreas del predio, en 24,6 se llevará adelante un barrio. Habrá un sector central con edificios de 6 a 10 pisos, destinados a viviendas, comercios, locales gastronómicos, sanatorios, instituciones educativas y otros usos.
Ese área contará con un corredor peatonal que derivará en un espejo de agua alimentado por el propio Río de la Plata, que también funcionará como un paseo y estará rodeado por algunas construcciones.
En la franja más hacia el sur, se permitirá la construcción de torres, en manzanas más separadas. Además, se abrirán las calles para conectar el barrio con la avenida España, hacia el lado de la Isla Demarchi. En el barrio podrían vivir unas 6.000 familias.
Pero la mayor parte del terreno, 47 hectáreas, será cedido por la empresa para montar allí un gran parque público, con un paseo costero de 4,8 kilómetros y bicisendas, que le permitirá a la Ciudad sumar un espacio verde y recuperar el contacto directo con el río, con un paseo libre para los vecinos.
Así está hoy la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors, en Costanera Sur. Foto: Rafael Mario Quinteros.
Además de la tierra, la empresa se comprometió a ocuparse del mantenimiento del parque por 10 años y a poner dinero en un fondo para inversiones en infraestructura que decida el Gobierno porteño en otros sectores de la Ciudad, por ejemplo para recuperar el Área Central, muy deteriorada por la pandemia de coronavirus y la cuarentena.
La inversión total rondará, según IRSA, los 1.800 millones de dólares, y se generarían unos 10.000 puestos de trabajo directos, en un desarrollo edilicio que se completaría en unos 20 años.
Para Daniel Del Sol, legislador de Vamos Juntos y presidente de la Comisión de Planeamiento Urbano, "este proyecto genera desarrollo local, mejoramiento del espacio público y creación de puestos de trabajo, lo cual es tan necesario en este contexto de pandemia".
El proyecto tuvo también un fuerte rechazo opositor. El bloque kirchnerista y la izquierda se manifestaron en contra de la iniciativa, porque entienden que se trata de un avance de la construcción de torres sobre el espacio verde.
"El resultado de negocios sin medir daño ambiental es claro, construir sobre relleno, lindando con emisiones contaminantes y sin realizar estudios es grave", aseguró el legislador kirchnerista Matías Barroetaveña.
Las viejas instalaciones de la ex Ciudad Deportiva que siguen en pie. Foto: Rafael Mario Quinteros
De hecho, la idea original del oficialismo era aprobar la primera lectura en la sesión del jueves 5. Pero no lo pudo hacer porque un juez en lo Contencioso Administrativo de la Ciudad, Guillermo Scheibler, firmó una medida cautelar a pedido de varias ONG, con la que impidió el debate legislativo.El argumento era que, hasta el momento, el proyecto no fue acompañado por un estudio de impacto ambiental.
Se trató de una decisión polémica y sin precedentes, porque un fallo de un juez estaba impidiendo no la aplicación sino directamente el tratamiento de un proyecto de ley, lo que para muchos consistió en una intromisión del Poder Judicial sobre el Legislativo.
Esa situación se modificó porque otro juez porteño del mismo fuero, Aurelio Ammirato, revocó la medida cautelar y liberó así el tratamiento en la Legislatura de la Ciudad.