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Los trabajos, que desde hace un año complican el tránsito en la zona de Puerto Madero, se hacen bajo tierra y en la superficie. Mirá el video.
Cruzar de sur a norte la Ciudad demandará 7 minutos. Y la obra se demoró más de 50 años. El Paseo del Bajo, que tendrá como principal virtud sacar a camiones y micros de la convivencia con el resto del tránsito, se convertirá en realidad, si los plazos previstos se cumplen, en abril del próximo año.
Por ahora, los trabajos tienen un 60 por ciento de avance. Y para llegar al objetivo de inaugurarlo según los planes se realizan durante las 24 horas.
El corredor vial de 7,1 kilómetros de extensión conectará las autopistas Buenos Aires-La Plata y 25 de Mayo con la Illia, el puerto y la terminal de ómnibus de Retiro.
A cargo del proyecto está el Ministerio de Desarrollo Urbano de la Ciudad, que hace la obra a través de AUSA.
Paseo del Bajo. Un recorrido de siete minutos que demoró 50 años.
Todo el corredor se extenderá desde la calle Brasil y la bajada de la autopista 25 de mayo hasta el Peaje Retiro de la Autopista Illia, con un ramal de ingreso a la Terminal de micros y otro que conectará con el Puerto de Buenos Aires.
Tendrá 12 carriles: 4 de vía rápida y exclusivos para camiones y micros de larga distancia, que correrán en trinchera, soterrados y por viaductos de enlace. En la superficie, en donde ahora está el eje Madero-Huergo y Alicia Moreau de Justo, habrá ocho carriles para vehículos livianos
Además, en toda la traza se crearán 60.000 m2 de nuevos espacios verdes, en los que además de postas aeróbicas habrá nuevos circuitos de ciclovías.
El Paseo del Bajo es, probablemente, la obra de infraestructura más importante en la Ciudad de los últimos tiempos.
"Cuando este listo el Paseo del Bajo, 135.000 pasajeros de camiones, colectivos de larga distancia y vehículos particulares, reducirán sus tiempos de viaje. El trayecto que hoy se hace en 50 minutos se realizará en apenas 7", dijo Franco Moccia, Ministro de Desarrollo Urbano y Transporte.
Se trata de una construcción muy compleja y carísima: el costo es de 650 millones de dólares, de los cuales 400 vendrán de un préstamo de la Corporación Andina de Fomento (CAF) y el resto de la venta del playón ferroviario que está al lado de Catalinas Norte.
Al mismo tiempo se construye el Parque del Bajo. Desde avenida Belgrano hasta la explanada del CCK habrá un gran parque lineal, para lo cual ya fue relocalizado el helipuerto presidencial - ahora está más cerca de la Casa Rosada- y ya se modificó la traza de la avenida de La Rábida, a la que se le recortó la curva. También hubo que mover la estatua de Juana Azurduy, que ahora está frente al CCK.
Un proyecto presentado por la legisladora del bloque Evolución Patricia Vischi busca ponerle el nombre de Raúl Alfonsín al espacio verde. Se suma a la ley aprobada la semana pasada en la Legislatura, para hacer un monumento al ex presidente y para sumarle su nombre a la estación Congreso del subte A.