La Nación | Víctor Pombinho Soares
Con el objetivo de terminar el viaducto del ferrocarril Mitre ramal Tigre, el tren tendrá a partir del 2 de febrero y por tres meses un servicio reducido entre las estaciones Tigre y Núñez. El cierre de las estaciones Retiro (solo para esa línea), Lisandro de la Torre y Belgrano C afectará a 150 mil pasajeros que diariamente usan ese tren.
La limitación del servicio es necesaria para desarmar las instalaciones ferroviarias, construir las nuevas calles que se abrirán con el viaducto, desmontar las vías y desarmar la estación Belgrano C provisoria, aseguran en el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte porteño.
Para que los pasajeros puedan llegar a su destino, el ministerio de Transporte nacional dispondrá a través de Ausa la implementación de dos servicios gratuitos de colectivos con aire acondicionado desde la estación Rivadavia, que funcionará como cabecera.
Uno irá hasta la estación Belgrano C temporaria, con una frecuencia de seis minutos y el otro irá hasta la estación Juan B. Justo del ramal Mitre, con parada intermedia en la estación Aristóbulo del Valle del tren Belgrano Norte, con una frecuencia de dos minutos. Desde esas dos estaciones, los usuarios podrán seguir viaje a Retiro. El primer
servicio tendrá 10 unidades y el segundo 14.
No está previsto que ni el ramal Mitre ni el Belgrano Norte aumenten sus frecuencias.
Otras alternativas de viaje entre Núñez y Retiro son los colectivos de las líneas 130 y 152 y la línea D de subte combinando con la línea C.
¿Por qué los colectivos no irán directamente a Retiro? Desde la empresa estatal Trenes Argentinos aseguran que teniendo en cuenta los caminos de acceso a Retiro, los colectivos tardarían un tiempo excesivo en el ingreso por cuestiones de tráfico. Para no colapsar las calles y permitir fluidez en el transporte, se definieron tres puntos de trasbordo (Belgrano C, Juan B. Justo y el Centro de Trasbordo Saavedra) desde donde los pasajeros cuentan con transportes alternativos para llegar a Retiro.
Ernesto Pereyra es vendedor y se muestra disgustado. El ya tiene experiencia en el tema, porque se toma los colectivos que cumplen la misma función en el ferrocarril San Martín, que también cumple un servicio reducido por las obras para construir otro viaducto. Asegura que el cambio va a ser "traumático". "Me bajo en Villa del Parque y me tomo un colectivo. Más allá de que son gratuitos, no se viaja cómodo, para nada, generalmente dejo pasar un par para subirme", afirma.
Lía es ama de casa y espera el tren en la estación Rivadavia, que está siendo renovada, en una tarde muy calurosa de enero. Va a hacer trámites desde Núñez al Centro y destaca que llega "rapidísimo" a Retiro. "Si es una obra, para mí está bien. Yo sé que embroma a un montón de gente, pero si no nunca creceríamos, estaríamos con las carretas. Sé que es una molestia para los que lo usan para ir atrabajar, pero si es algo para que las cosas progresen está bien", señala.
En las estaciones y dentro de los trenes empleados del gobierno de la Ciudad reparten folletos que explican a los pasajeros las modificaciones que tendrá el servicio. Yamila Rivero tiene 18 años y todos los días viaja desde Retiro a Martínez, donde trabaja limpiando una oficina. Ella también usa los colectivos que reemplazan el servicio del San Martín. "Yo no tendría problema. Los colectivos pasan rápido, tienen aire acondicionado y en general viajo sentada", dice.
La inauguración del viaducto del tren Mitre está prevista para el 30 de abril, día en que el tren deberá estar corriendo elevado, según el ministerio de Desarrollo Urbano porteño. La idea de la obra es facilitar la circulación de autos y peatones y terminar con los accidentes que se producen en los pasos a nivel y los embotellamientos que generan las barreras.
Además, permitirá aumentar la velocidad del tren, que debe desacelerar en los pasos a nivel. Hoy los trenes circulan a 60 kilómetros por hora y cuando lo hagan por el viaducto podrán hacerlo entre 90 y 120 km/h.
Por: Víctor Pombinho Soares