LA NACION | BUENOS AIRES | 19 de enero de 2018 | Soledad Vallejos
No hay plazas ni parques en esa zona porteña con cada vez mayor densidad poblacional; los vecinos lo perciben como un déficit; un proyecto para terrenos ferroviarios llevaría alivio
No hay plazas ni parques en esa zona porteña con cada vez mayor densidad poblacional; los vecinos lo perciben como un déficit; un proyecto para terrenos ferroviarios llevaría alivio Crédito: AFV
Con casi 80 manzanas donde abundan los bares y los restaurantes, y allí se concentra buena parte de las inauguraciones que son noticia en el rubro gastronómico. Es una zona donde también se promueven las actividades relacionadas con la industria del entretenimiento y la publicidad, ya que forma parte del Distrito Audiovisual y el gobierno porteño impulsa beneficios fiscales para fomentar la instalación de empresas. La fisonomía del lugar se fue modificando durante la última década con la llegada de nuevas construcciones. Aunque el gran impacto edilicio se consolidó sobre las arterias que delimitan el área, con emprendimientos corporativos y torres de vivienda sobre las avenidas Juan B. Justo, Niceto Vega, Dorrego y Santa Fe.
Hay de todo. Pero falta un elemento central en la vida de quienes habitan esa porción del mapa porteño que fue bautizada como Palermo Hollywood. Dentro de esa cuadrícula no hay plazas ni parques. Los espacios verdes, se quejan los vecinos, no existen.
"Me encanta salir a la calle y tener barcitos por todas partes, el movimiento de gente constante y que se haya convertido en una zona turística. Pero la verdad es que, desde que nació mi hija, empecé a lamentar vivir tan lejos de una plaza. En general, camino con el cochecito hasta la plaza Mafalda, que está en Colegiales, a casi diez cuadras de mi casa", relata a LA NACION Magdalena Tagliaferri, una vecina de Palermo Hollywood que vive en Fitz Roy y Costa Rica.
Precisamente, ese es uno de los argumentos que esgrimen los vecinos del barrio de Colegiales que reclaman la construcción de la plaza Clemente, frente a la plaza Mafalda, en un predio vecino al Mercado de Pulgas. "A pesar de que hay mucha gente que vive en esa zona y que está más cerca de la plaza Armenia [en Malabia y Costa Rica] que de la Mafalda [Conde, entre Concepción Arenal y Santos Dumont], eligen venir para este lado -afirma Gustavo Beade, un vecino histórico de Colegiales-. Porque las vías del tren sobre la avenida Juan B. Justo funcionan como una barrera natural que cuesta más atravesar. Entre cruzar o no las vías, la gente no lo duda. Se viene para este lado".
La idea de vivir en uno de los centros gastronómicos fue la que inclinó la balanza en la decisión de Pilar Maggi. Y después de haber vendido la casa familiar en Paternal, donde crecieron sus hijos, se mudó a Palermo Hollywood. "Me quedaba enorme. Durante muchos años la disfrutamos un montón. Pero ahora, separada y con mis hijos grandes, para qué quería tanto espacio. Preferí resignar metros y ganar en ubicación -dice la mujer, que vive a la vuelta del restaurante Perón Perón, en Guatemala y Carranza-. Es cierto que a esta zona le falta una plaza. Urgente. Por suerte aún se conservan las calles arboladas, y tal vez algo pueda revertirse con el proyecto que hay en los terrenos del ferrocarril, sobre Juan B. Justo".
Maggi se refiere al proyecto integral de transformación del predio del playón ferroviario del barrio de Palermo, que atraviesan las vías de la línea San Martín y delimitan las arterias Soler, Godoy Cruz, Niceto Vega y Juan B. Justo. En los últimos dos años, la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) impulsó la venta de varias propiedades y tierras en la ciudad para fomentar desarrollos inmobiliarios. Además del de Palermo, se proyectan cambios en Caballito, Liniers y Colegiales, donde el objetivo -según fuentes del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte porteño- "es que en esos terrenos se concreten proyectos de integración urbana que revaloricen las zonas".
Opiniones cruzadas
Algunos vecinos están de acuerdo, como lo expresa Pilar Maggi. Otros, como Iñaki Alzola, que se mudó hace seis meses al barrio, no ven con buenos ojos la posibilidad de que se construyan más edificios. "Si bien se generarán más espacios verdes, y solo porque la ley es clara y dice que deberán dejar el 65% de la superficie librada al uso público, la contracara viene de la mano de nuevas moles de cemento, a cargo de empresas privadas que solo buscan un rédito económico y que poco les importa la relación que debe haber entre la densidad de población y los metros cuadrados de espacio verde por habitante". La Organización Mundial de la Salud, recomienda un mínimo de 10m2 de verde por persona; Buenos Aires registra 6 m2.
De acuerdo con los datos del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte, con esta obra "se busca dinamizar de una forma única a Palermo, potenciando el área y generando un nuevo espacio urbano integrado con la identidad barrial existente". Será un mix de usos que combinará espacios verdes con viviendas y comercios. En total, se intervendrán 113.000 m2, de los cuales el 65% será destinado a espacio público y verde. "El 35% restante se utilizará para desarrollos privados de viviendas y comercios", se explicó.
El plan de urbanización empezará cuando se construya el viaducto de la línea San Martín, la obra con la que se elevarán las vías del tren, se eliminarán las barreras y se abrirán las calles que hoy están cortadas por el tendido ferroviario. "Y debajo del viaducto se prevé crear espacios verdes para el uso de todos los vecinos", informan desde el ministerio porteño.
"Palermo Green", así bautizaron al proyecto que, dicen, además de un gran parque lineal dará soluciones de conectividad que superan las barreras urbanas actuales, las mismas que mencionaba Gustavo Beade, vecino de Colegiales, y permitirá unir los Palermo Soho y Hollywood. "De green, por ahora, Palermo Hollywood no tiene nada", ironiza Alzola.