19/03/2021 I La Nación
El emprendimiento de US$85 millones de inversión ocupa una manzana entera a media cuadra de la avenida Juan B. Justo y a pocas cuadras de Santa Fe.
Los últimos 12 meses no pasaron en vano para nadie. La gente entendió que existían necesidades de las que, hasta la pandemia, no se habían visibilizado. Cada minuto de la vida vale y mucho. En este sentido la casa cobró una magia especial y el verde, un protagonismo único. Es por eso que creció la “fiebre” por irse al vivir al verde, lo que hizo que surjan nuevos emprendimientos inmobiliarios diseñados bajo el concepto de que la conexión con la naturaleza y los sentidos aún es posible en medio de la ciudad. “Hay una nueva forma de habitar los espacios y la ciudad”, reflexiona Ignacio Trabucchi, socio de ATV, la desarrolladora que avanza con Sens Luxury Homes, un proyecto de US$85 millones de inversión que ocupa una manzana entera y que integra ambos Palermo, el Soho con el Hollywood, en pleno Palermo Green, a media cuadra de la avenida Juan B. Justo y a pocas cuadras de Santa Fe.
El nuevo barrio se perfila como una de las zonas más top de la ciudad de Buenos Aires ya que en el área, el Gobierno porteño trabaja en la realización de un parque lineal que se extenderá entre la avenida Niceto Vega y la calle Soler. En el mercado ya hablan del nuevo Puerto Madero pero en plena ciudad, a un paso de todo. “Nos animamos a liderar el cambio de la zona”, agrega el desarrollador que hizo casi un trabajo de hormiga para comprar los cinco terrenos que suman 5000 metros de tierra sobre el que se emplazará el proyecto.
La paciencia es lo que no perdió Trabucchi y sus socios. El primer terreno lo compraron en una subasta que realizó el Gobierno en 2017, el último –con el que sumaron cinco predios- a fines de 2018, y en el medio generaron más de cinco proyectos, contemplando diferentes tamaños de la tierra en donde se construiría la obra. “Es un emprendimiento de 33.000 metros cuadrados de construcción y 22.000 propios”, da números para mostrar la envergadura.
El proyecto no tiene nada que ver con el modelo tradicional. Tiene 95 unidades, casas en altura que van desde los tres ambientes de 120 metros cuadrados hasta triplex de 580 unidades con precios en pozo que promedian los US$3880 por metro cuadrado con un máximo de US$4380. Además, todas las unidades tienen una, dos o tres cocheras y bauleras. Otro dato, los balcones más angostos tienen 2,60 metros de profundidad y las unidades más grandes hasta 220 metros cuadrados de terraza con piscinas propias. Las que son de varias plantas, generan espacios aéreos que dan luminosidad y amplitud a los ambientes. Un detalle no menor es que los triplex tienen accesos de entrada directa en cada una de sus plantas: el principal del living, pero también otro en el nivel de los dormitorios y otro que permite ingresar directamente a la terraza. “Esto genera que, por ejemplo, si se realiza una reunión social, los invitados accedan en forma directa sin pasar por el resto de la casa”, comenta Gabriela Goldszer, directora de Ocampo Propiedades, la inmobiliario que lo comercializa.
“Creemos que ofrecer otra forma de habitar revaloriza a la ciudad. Apelamos al nuevo lujo, que no tiene relación con lo ostentoso sino que está más asociado a la calidad de vida que al tener, al concepto de vivir bien en espacios que se expandan, que jueguen con el aire y con el cielo y conecten con la naturaleza”, relata el desarrollador. Su análisis explica por qué habla de casas en altura; las unidades tienen dos niveles –y en algunos casos hasta tres-, grandes balcones, terrazas y piscinas, y la estructura no es la tradicional: por ejemplo las losas de las plantas superiores se sostienen sin columnas, ni vigas a la vista. Las ventanas son de pared a pared y hay unidades con hasta tres terrazas, expansiones que se balconean entre si lo que genera una mayor sensación de amplitud.
“La integración es de afuera hacia adentro, la sensación es que la plaza central del proyecto es parte de tu casa”, detalla Trabucchi. En concreto se refiere a la plaza en dos niveles que tiene el emprendimiento en el centro, clave en la dinámica de circulación del proyecto. Por ejemplo, no hay halls y el acceso se genera a través de seis núcleos con dos ascensores cada uno. Este “detalle” genera que la gente no tenga que desplazarse varios metros hasta llegar a la puerta de su casa, baja del elevador casi en la puerta de su departamento.
El proyecto tendrá dos ingresos, uno por la calle Godoy Cruz y el otro por Soler, pero el gran jardín, emplazado en el centro del proyecto permitirá caminar la cuadra en un espacio diferente y dará la sensación es que se vive alrededor de un parque. “Es un edificio que conecta con el aquí y el ahora, que desancla el tiempo. Es el primer proyecto residencial que, además de la certificación Leed, tiene la Fit Wel que habla de la importancia de hacerle bien a la persona”, relata el desarrollador. “Nada está librado al azar en este emprendimiento que entendió a la perfección cuáles serán las necesidades de la demanda en la nueva vida una vez superada la pandemia mundial “, reflexiona Goldszer.
Los desarrolladores trabajaron con tres openers – asesores de vanguardia- que los ayudaron en el diseño de cada detalle. “Este proyecto habla de la reinvención del lujo, la rehabitación de la ciudad y de desafiar límites”, relata Trabuchi que contrató al chef German Martitegui para que realice la curaduría del zócalo gastronómico top que tendrá el proyecto: también participará del diseño de las cocinas de todos los departamentos. “German habla del lujo de lo urbano, de la nueva manera de comer y estar bien y con su integración al equipo buscamos conectar la arquitectura con los sentidos“, fundamenta la elección, Trabucchi.
Otro de los openers elegidos fue el artista plástico Leo Battistelli, quien está trabajando en obras de arte que estarán emplazadas en el parque central del proyecto y en las zonas de amenities. “En su caso, va a recrear un mundo natural, realizará líquenes de cerámica que se expandirán por los espacios. De esta manera lograremos el dialogo de la arquitectura con el arte“, agrega el desarrollador y da el nombre de la tercera opener: Li Edelkoort, una especialista holandesa estudiosa de las nuevas tendencias, que trabaja con las principales marcas de moda de alta gama. Es una mujer que estudia el futuro del consumo de lujo, mucho más consciente conectado a través de lo artesanal y lo personal y no ya ligado a lo industrial y la producción masiva. “Habla de que los edificios tienen que sanar, lograr un estado, la importancia de la conexión con uno mismo. A partir de los intercambios con ella definimos las áreas de amenities entendiendo la importancia de lograr nuevos usos. Nos ayudó también en la elección de la paleta de los materiales”, detalla el desarrollador.
Los amenities son parte central del emprendimiento a la hora de generar una vivencia distinta en la ciudad. “Están en el centro del proyecto y entre tantos otros servicios, tendrá dos piletas, una descubierta y otra cubierta con nado contracorriente”, detalla Goldszer. En el nivel de acceso estará la pileta principal integrada a un gran espacio verde central: son seis patios estilo de jardines ingleses que crearán una sensación de bienestar apenas uno ingrese al proyecto. “Son 80 metros a nivel de la calle que integran todo el proyecto, luego hacia abajo hay un subsuelo en donde funcionará el spa estilo japonés son sala de masajes, hidromasaje y sauna. Lo particular es que pese a estar en el subsuelo tendrá luz porque ingresará del patio central abierto que tiene la propuesta”, relata el desarrollador quien agrega que habrá sala de yoga y meditación, un espacio de trabajo con oficinas que los vecinos podrán alquilar y salas de reuniones, además de un SUM para eventos que también funcionará como una especie de living del edificio.
Además, uno de sus laterales del proyecto dará a una calle recién estrenada, Atacalco, una peatonal de adoquines con acceso vehicular restringido frente a una plaza recién estrenada. Sobre este lado del proyecto, los desarrolladores planean un paseo gastronómico top con seis locales de 250 metros cuadrados cada uno. Además de otro paseo comercial sobre la calle Godoy Cruz.
Para finalizar, el proyecto tiene un servicio de personal shopper - personalizado de arquitectura interior- de las unidades que podrá trabajar en cada detalle del diseño de la unidad con los propietarios.
Trabucchi está entusiasmado. Este proyecto es emblemático para la desarrolladora que creo hace 20 años junto a tres amigos de la vida. Arrancará las obras en octubre y proyecta terminarlo en 36 meses. Esta apuesta es otra prueba de que la pandemia vino a romper todos los paradigmas acerca de cómo se vive.
El encierro cambio la vida de las personas para siempre. La experiencia de la pandemia concientizó a las personas con el sentimiento de la fenitud de la vida. En otras palabras, nadie quiere “derrochar” un minuto. “La nueva normalidad impone la necesidad de disfrutar de cada minuto del día: desde cuando se cocina hasta cuando se duerme”, reflexiona Goldszer. En este sentido los espacios que se habitan cobraron un rol protagónico en la vida de las personas y el despertar de los sentidos será un desafío clave en quienes avancen con nuevos proyectos.