Oportunidad en el Microcentro: rematan oficinas por menos de u$s 20.000

Belén Fernández. 14/12/2021. El Cronista

Se trata de microunidades de entre 15 y 20 m2. Podrán convertirse en las viviendas clásicas de Nueva York o París, donde los espacios pequeños se adaptan para abastecer la demanda de turistas. Valores por zonas.

 El Microcentro se convirtió en una oportunidad para muchos. Hoy las micro-oficinas sobresalen con precios realmente históricos. Por menos de u$s 20.000 se pueden comprar inmuebles de entre 15 y 20 metros cuadrados (m2). "Son estudios con gran potencial para aquellos que buscan convertirlos en residencias para alquileres temporarios, tal como funciona en Nueva York o Paris", explica un inmobiliario.

"Estas oficinas de espacios reducidos no son viables para vivienda permanente. Porque los argentinos están acostumbrados a vivir en espacios más amplios. Pero sí tienen gran potencial para volcarse hacia la renta temporal", explicó un inmobiliario especialista en el tema.

Hoy se puede conseguir una oficina de 30 m2 en Avenida Hipólito Yrigoyen al 800 en u$s 18.000, claro que para convertir estos espacios en viviendas para alquiler temporario es necesario realizar una inversión. "Muchas veces hay que hacerles cocinas porque no cuentan con este servicio", explican.

Los especialistas aseguran que el Microcentro no puede continuar asi, por lo que la transformación parece casi inminente. "La principal barrera para esos cambios sigue siendo el valor de compra. El costo de ingreso, es decir el valor de compra del m2, con las características de estos edificios, sigue siendo muy alta", remarca Martín Potito director de la división oficinas de L.J. Ramos.

Y es que si bien los valores descendieron notablemente como consecuencia de la pandemia y la llegada del home-office para Potito, los precios "todavía no llegaron a su piso histórico a la baja", asegura.

COMO EN PARÍS O NUEVA YORK

Estos pequeños espacios que eran ocupados por financistas, abogados, agentes de bolsas o despachantes de aduanas hoy están libres. Son oficinas pequeñas que arrancan en 15 m2 y llegan hasta los 30 o 35 m2.


"Tienen gran potencial para el turismo. Pero primero hay que conseguir oportunidades donde las barreras de ingreso sean realmente bajas. Los propietarios tienen que mantener esos activos y la solución viene por bajar los valores de venta", explica Potito.

En muchos casos no se tratan de un solo dueño, sino que "son consorcios, muchos están en sucesión. Tienen muchos problemas, no son inmuebles tan sencillos de venderse y si se hacen tienen altos costos de tramites", remarca.

Para convertir estos espacios en alojamientos para extranjeros no hay dudas de que será necesario "una acción por parte del Gobierno, brindando fácilidades y créditos que tienten a los inversoresy potencien la zona", sostiene Potito.

Hoy hay ciertos inversores que parecen poner el ojo en estas unidades pequeñas pero con gran poder de reconversión que además tienen un precio de ingreso muy accesible. "Hoy vemos interesados en comprar unidades de entre u$s15.000 y u$s 20.000 porque el ticket es bajo y se encargan de hacer la refacción para alquilar en forma temporal a turistas o a estrudiantes", agrega Jorge Toselli dueño de JT Inmobiliaria.

"Una vez aprobado el proyecto el Microcentro se reconvertirá en un área de expansión y vendrá muy bien al alicaído mercado inmobiliario al aportar viviendas de bajo costo y rápida venta", concluye el inmobiliario.

CÓMO ES LA RECONVERSIÓN DEL MICROCENTRO

La Legislatura porteña aprobó la semana pasada dos proyectos de Ley para reconvertir la zona y transformarla en un barrio de viviendas.

Se trata del área comprendida está dentro del perímetro delimitado por las avenidas Santa Fe, Crucero General Belgrano, Libertador, Alem, Paseo Colón y Belgrano, y las calles Bernardo de Irigoyen y Carlos Pellegrini.

Lo que busca es otorgar beneficios impositivos para los desarrolladores que busquen invertir en la zona.

Los sujetos beneficiarios que realicen proyectos de reconversión dentro del Área Céntrica podrán computar como pago a cuenta del Impuesto sobre los Ingresos Brutos entre un 50% y un 60% del monto invertido, respecto de la totalidad de las actividades económicas que desarrollen en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.