Un grupo de ambientalistas y estudiantes de la UBA están en contra de una parte de los cambios.
11/07/2023. Clarín
Nuevos miradores y pasarelas en la Reserva Ecológica Costanera Sur.
Las obras que ya comenzaron tanto en la Reserva Ecológica de Costanera Norte, como en la del Sur, tienen su punto conflicto en la construcción de bares en cada una de ellas. Organizaciones ambientalistas y un grupo de alumnos de la UBA se vienen manifestando en contra y ponen reparos a la obra de lo que el Gobierno porteño describe como "área de servicios".
Se trata de dos espacios que se están construyendo. Según pudo saber Clarín, aún no está definido si funcionarán mediante una concesión. Fuentes del Gobierno porteño dijeron que no se trata de bares, sino de locales de venta de bebidas y comidas que además tendrán áreas de expendio de agua caliente y baños. "Buscamos que más gente conozca las reservas y además de venir se quede, y para eso estamos sumando infraestructura que mejore ambos espacios", afirmaron desde la Secretaría de Ambiente, que gestiona las Reservas.
Quienes se oponen son algunos integrantes de organizaciones ambientalistas y un grupo de estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Tienen previsto marchar este martes por la tarde a la Legislatura porteña. Y lo que objetan es la construcción de los locales para venta de comidas y bebidas. Dicen que no se hizo un estudio de impacto ambiental.
Según informaron desde el Gobierno porteño, en el caso de la Reserva de la Costanera Norte, el plan de obras fue producto de un acuerdo con la UBA, que tiene la cogestión con la Ciudad y por eso las obras deben ser consensuadas. Además, afirmaron que todos los trabajos proyectados están de acuerdo a lo que permite el Código urbanístico. Y agregaron que, más allá de que no se requiere un estudio de impacto ambiental, "se convocó a la Agencia de Protección Ambiental (APRA) y en cada caso se estudió si hay efectos negativos".
Costanera Sur
La Reserva Ecológica de Costanera Sur es la más antigua y funciona desde hace décadas. Tiene una superficie de 350 hectáreas y 10 kilómetros de senderos y caminos. En su interior hay 23 especies de reptiles, 26 de peces, 44 de hongos. Además, se han detectado a lo largo de su historia más de 350 variedades de aves. De lunes a viernes la visitan unas 2.300 personas por día, en promedio.
El plan de obras comprende la construcción de pasarelas interpretativas. El objetivo es generar más accesos seguros a espacios a los que ahora no se puede llegar. También se busca incorporar un paseo de miradores en la Laguna de los coipos, "que a su vez mejorará las conexiones ya que es parte del proyecto de un nuevo acceso".
Será el tercer ingreso a la Reserva, y se sumará a los que ya existen a la altura de las calles Viamonte y Brasil, en donde ser pusieron portales nuevos.
En el acceso de Brasil estará uno de los bares o área de servicios. El otro será parte de la puesta en valor del borde costero, adonde se llega tras caminar unos 3 kilómetros desde los accesos. Allí está en la actualidad la playa, que en su parte superior tiene un recreo de pasto que se usa como descanso. En esa zona, según la información oficial, "se realizará una contención mediante gaviones y juncos para proteger el espacio de sudestadas".
Costanera Norte
La Reserva de Costanera Norte se inauguró para el público el año pasado, a diez años de la ley que la creó. Tiene una extensión de 23 hectáreas de tierras ganadas al agua, dominadas por tres ambientes, un humedal, un bosque y un pastizal. En la última década fueron registradas 220 especies de aves.
Según la información oficial, los sábados y domingos están ingresando entre 250 y 300 personas por día, aunque se llegó a picos de 500.
Se ingresa por la Ciudad Universitaria, cruzando un puente rojo que está detrás del tercer pabellón, el de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU). Tiene dos kilómetros de caminos y entre las obras de puesta en valor se destaca el nuevo portal de ingreso.
Entre los proyectos más destacados ya se encuentra en etapa de desarrollo un Centro de Interpretación que tiene como objetivo recibir "visitas educativas, actividades científicas y recreativas". Junto a esta construcción también habrá baños de uso público.
También se trabajó en la creación de islas verdes. Para eso, se extrajeron 4.000 metros cuadrados de hormigón que fueron reemplazados por 2.900 especies de árboles y plantas. También se desarrollaron 1.500 metros lineales de bicisendas, para las que se utilizó parte de las estructuras existentes.
Además, se construyeron tres pérgolas, con las que se busca "generar espacios de reposo y sombra". Estarán cubiertas con enredaderas que ascienden desde la base hasta el techo.
En cuanto al bar de la polémica, estará bajo uno de los espigones en la zona cercana al río, con lo que también se utilizará parte de la construcción ya existente.
La Reserva Costanera norte también sumará una garita de seguridad en el ingreso. Este aspecto es una de las preocupaciones de vecinos y visitantes. Este año, en la Reserva de Costanera Sur se produjo una violación. La víctima fue una mujer que practicaba deportes.
En ambos predios la seguridad está a cargo de personal de una empresa privada. Además, funciona un sistema de cámaras de vigilancia que se encuentran en los accesos. Y hay guardaparques de la Reserva que recorren de manera constante los caminos internos del predio. En el caso de Costanera Sur, en el exterior hay personal de la Policía de la Ciudad que custodia la zona de Puerto Madero.