Guillermo Ferraro, ex "súper ministro" de Infraestructura, reveló que se fue del Gobierno porque decidieron no destinar "ni un solo peso" en obra pública, ni siquiera la ya ejecutada o con préstamos de multilaterales, algo que observa con preocupación.
18/03/2024. El Cronista
Tras su salida del Gobierno, Guillermo Ferraro, el ex "super ministro" de Infraestructura, reveló los motivos detrás de su partida, siendo el primer ministro en ser despedido, pese a haber sido una de las personas de mayor confianza dentro del Gabinete, al haber cuidado los votos durante la campaña electoral.
Además, pese a ser un defensor del financiamiento privado de la infraestructura, para cambiar el actual esquema de obra pública, cuestionó el fuerte ajuste en esta área: "No puede durar este recorte mucho tiempo".
El presidente, Javier Milei, afirmó en una entrevista en LN+: "Hemos eliminado de cuajo la obra pública".
Cómo fue su partida
En declaraciones a CNN Radio contó que la última pelea dentro del gabinete fue porque el ministro de Economía, Luis Caputo, quería utilizar los préstamos de multilaterales para infraestructura y derivarlos a asistencia social.
Según reveló, esto ocurrió en la reunión de gabinete de los jueves en Casa Rosada, luego de que cayera la ley ómnibus en el Congreso y Economía tuviera que recalcular para mantener las cuentas públicas en orden. "El Presidente y el ministro Caputo están absolutamente jugados a conseguir el déficit cero", afirmó Ferraro.
Durante su breve gestión, contó: "Atendí a una decena de gobernadores y siempre la postura era que íbamos a continuar las obras y aprovechar a los organismos multilaterales". Según dijo, podían aprovechar la subejecución de u$s 5000 millones "ya aprobados" que estaban subejecutados como préstamos. "Convenimos con Caputo aprovechar al máximo los prestamos", afirmó sobre el plan inicial.
Sin embargo, tras la caída de la ley ómnibus, llegó la discusión: "Ahí vino el planteo del Presidente y del ministro Caputo de que se iba a requerir una mayor exigencia en el ajuste del gasto, por lo que toman la decision de no invertir ni un peso en obra pública".
"Se definió no invertir ni un peso en obra pública, no terminar ni siquiera las de ejecución y redireccionar los préstamos multilaterales a cubrir la asistencia social, cosa difícil de hacer", detalló.
Pese a haber desembarcado en el Gobierno con una propuesta alternativa de financiamiento público-privado para la infraestructura, cuestionó el fuerte ajuste que se está realizando en la obra pública.
¿Créditos multilaterales en riesgo?
"Estas cosas duran poco. No se puede mantener un país sin ni siquiera el mantenimiento de las obras existentes. La infraestructura es vital y hay mucho abandonado, este recorte no puede durar mucho tiempo", afirmó Ferraro, y reveló que en el segundo semestre iban a llegar otros u$s 4000 millones de multilaterales.
En este sentido, expresó que "no comparte la orientación actual del Gobierno" y considera que, al haberle retirado el presupuesto de Infraestructura, su continuidad como ministro "carecía de sentido".
"Me hubiera sido muy difícil seguir como un ministro pomposo sin nada para ofrecer", afirmó Ferraro, y agregó: "Se disolvió el ministerio, no es que me reemplazaron por otro".
Ferraro se mostró sorprendido por su salida. Mencionó haber sido convocado para asesorar en temas de infraestructura antes del inicio de la carrera presidencial, designado incluso tres meses antes de asumir, al igual que Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano. Aunque reconoció una larga relación con Milei y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, aclaró que no son amigos, sino "colaboradores en el ámbito político desde hace 15 años".
Los números de la obra pública
El Gobierno celebró que en febrero continuó el superávit financiero en las cuentas públicas, algo que no ocurría hace una década. La mayor parte del recorte del gasto se explicó por la licuación de las jubilaciones y la caída en la obra pública.
Los gastos de capital de febrero fueron de $80.579 millones y en el acumulado del primer bimestre se destinaron $157.684 millones. En 2023, para el mismo período enero-febrero, se destinaron $331.631 millones, por lo que la caída fue del 52,5%, y esto sin tener en cuenta que en el período la inflación interanual fue del 276%.
En lo que va del año, las mayores caídas se dan en las categorías de vivienda (-95%) y educación (-84%). En el caso de vivienda, en febrero se destinaron $0 a ese rubro.
Según la consultora Analytica, la obra pública fue la partida devengada con mayores ajustes reales respecto al año anterior (-83,7%).
La única obra pública
Actualmente, la única obra pública que comenzó durante el gobierno de Milei es la del gasoducto norte. Incluso, pese a no cumplir el requisito de ser una obra que ya había arrancado y de tener financiamiento completo de multilaterales (lo tiene en un 75%).
Se trata de una obra clave para que pueda llegar gas de Vaca Muerta a las provincias del norte de Argentina, en un contexto donde Bolivia declina en su producción, y a partir de octubre dejará de abastecer en firme.
Las empresas encargadas de ejecutarla son la UTE Techint-Sacde, y podría sumarse BTU, dado que en la última licitación presentó la oferta más competitiva.