Luego de la confirmación de Iván Kerr en ese cargo, finalmente Héctor Lostri será el encargado de dirigir la Secretaría dependiente del Ministerio de Infraestructura; sus desafíos por delante son la falta de acceso al crédito hipotecario, el déficit habitacional y la ley de alquileres.
13/12/2023. La Nación
Héctor Antonio Lostri, quien durante la presidencia de Mauricio Macri fue interventor de Fabricaciones Militares y, más tarde, ocupó el cargo de embajador argentino en Paraguay, será el nuevo secretario de Vivienda y Hábitat.
Días atrás, el viernes 8 de diciembre, el propio Iván Kerr había confirmado a LA NACION su cargo como secretario de Vivienda y Hábitat, dependiente del Ministerio de Infraestructura, liderado por Guillermo Ferraro. Sin embargo, sorprendió al sector inmobiliario el cambio informado en el día de ayer, martes 12. Nuevamente confirmada la información por LA NACION con el vocero de Ferraro, Lostri será el nuevo Secretario. De esta manera, otro de los cambios de esta nueva gestión es que el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat que funcionó bajo el gobierno anterior “baja un escalón” y pasa a ser Secretaría de Vivienda y Hábitat, siendo uno de los ministerios que eliminó Javier Milei.
Héctor Lostri es arquitecto, con diploma de honor por la Universidad de Buenos Aires. Cuenta con un posgrado en Producción y Tecnología de la Arquitectura (UBA) y otro en Economía Urbana en la Universidad Torcuato Di Tella. También realizó estudios de Especialización en Mercado de Suelo en el Lincoln Institute.
Durante la gestión de Macri como jefe del gobierno porteño, Héctor Lostri se desempeñó como subsecretario de Planeamiento en la Ciudad de Buenos Aires bajo la dirección de Daniel Chaín (quien ocupaba el cargo de ministro de Desarrollo Urbano).
Un sector en convulsión
Son muchos los desafíos que le esperan al futuro secretario de Vivienda. Aunque tradicionalmente el ladrillo fue refugio de valor (y lo sigue siendo como destino seguro de ahorros e inversión), en los últimos tres años se vivió una caída en el valor de las propiedades que desalentaron las acciones en el mercado inmobiliario y lo fueron desacelerando de su ritmo habitual.
Otro de los problemas actuales a los que se enfrentan los argentinos -y que asegura una encuesta realizada por Reporte Inmobiliario- es la falta de acceso al crédito hipotecario. El crédito constituye una herramienta esencial para adquirir una vivienda, por lo que la imposibilidad de conseguir uno constituye una traba para muchos argentinos que buscan obtener una casa propia y dejar de alquilar en un mercado convulsionado, con precios altos, baja oferta y alta demanda.
En cuanto a la obra pública, Javier Milei ya compartió su planificación y manifestó un recorte de gastos, entre sus principales medidas. “Empezamos recortando la obra pública y llevándola a cero, y las que están en curso las licitamos. Los contratos se respetan”, aseguró el Presidente. En ejecución, sobre la base de cálculos oficiales, hay unas 3500 obras en todo el país, de las que unas 2300 dependen directamente del presupuesto nacional e involucran $309.898.545,82.
Otra de las grandes dificultades a las que se enfrentará la gestión de Héctor Lostri será el problema del déficit habitacional. En la Argentina, uno de cada tres hogares tiene condiciones vulnerables o hacinamiento, según se desprende del informe presentado en agosto por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), en conjunto con referentes de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), Techo y la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD). El acceso al hábitat y a la vivienda adecuada es fundamental para garantizar otros derechos como la salud, la educación y el trabajo, y se encontrará dentro de las políticas que deberá tener en cuenta la gestión de Lostri.
Una de las grandes incógnitas será el destino de la ley de alquileres. Milei manifestó su intención de derogar la actual ley de alquileres, que viene golpeando al mercado inmobiliario, al día siguiente de haber ganado las elecciones. La ley firmada en junio de 2020 y sus últimas modificaciones de octubre de este año, llevaron a disminuir drásticamente la oferta y generó una alza de precios. Hay una esperanza en el mercado inmobiliario de que la derogación parcial o total genere un incentivo en los propietarios para que retornen sus viviendas al mercado de alquiler y se normalice la oferta y la demanda junto con los precios.