Irene Hartmann. 18/05/2023. Clarín
Así surge de un recorte de datos presentado este jueves por el INDEC. También hay más viviendas que tienen celular con Internet que agua potable, electricidad y gas.
Hace un año, el 18 de mayo pero de 2022, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) realizaba el censo nacional. Como en enero pasado, este jueves se difundió un nuevo recorte de datos provisionales. De los 12 aspectos abordados en este informe centrado en las condiciones habitacionales de las más de 17 millones de viviendas del país, sorprende la baja en la cantidad de casas con al menos una persona propietaria, cifra que cayó 10 puntos porcentuales en los últimos 20 años, y que en la ciudad de Buenos Aires generó directamente un estruendo, con una baja de 16 puntos porcentuales.
Esas caídas ocurrieron aun cuando el informe mezcla dos categorías que suelen presentarse separadas: los dueños del terreno y la vivienda, por un lado, y los dueños que solo poseen la vivienda, por otro. La última situación, que suele corresponderse con asentamientos informales, quedó incluida en la categoría general "propietarios".
Según se explica desde el INDEC, el informe seleccionó 12 variables específicas. En este caso, el tema "dueños" responde puntualmente a los datos que salen de la pregunta 22 del censo, que solamente consultaba si la vivienda es "propia", "alquilada", "cedida por trabajo", "prestada", y "otros".
Sin entrar en otros datos sorprendentes del informe, como que son muchísimas más las viviendas con al menos un celular conectado internet (89,7%) que aquellas, a) con agua potable (85,4%), b) con electricidad o gas de red para cocinar (58,4%) y c) con conexión a la red cloacal (62,6%), meterse en el capítulo de las dificultades crónicas para ser propietario en la Argentina exige recordar alguna terminología básica.
“Vivienda”, en este caso, alude a la estructura material de una casa o departamento. En cambio, “hogar” es el grupo que comparte una economía doméstica. Así, en una vivienda puede haber uno, dos o más hogares.
Lo que evalúa la variable “dueños” es si al menos una persona del hogar es dueña de la vivienda en cuestión. El resultado es que en solo el 65,5% de las viviendas del país habita al menos un propietario, una cifra que dice poco hasta que se mira la serie histórica.
Y es que, en 2010, la proporción de viviendas con dueño viviendo en ellas ascendía a 72,9%. En tanto que en 2001 había sido 74,9%. Se desprende una caída notable, de casi diez puntos porcentuales en dos décadas, según refleja el censo hecho el año pasado.
Como siempre pasa con los grandes barridos estadísticos, lo interesante es mirar cada realidad provincial. En este caso, impresionan los datos de la ciudad de Buenos Aires, donde solo el 52,9% de las viviendas están habitadas por “dueños”.
La caída a lo largo de los años es aún más notable que a nivel nacional, ya que hace 20 años, en 2001, el 69% de las viviendas estaba habitada por algún propietario. Ahora, solo poco más de la mitad de la población porteña.
En tanto, la provincia de Buenos Aires, con el 67,3% de las viviendas con propietarios (por arriba del porcentaje nacional), sería un caso para mirar de cerca y esperar los datos desagregados: aquellos que poseen su terreno y casa, y aquellos que solo tienen la casa.
Propietarios en CABA
https://www.clarin.com/sociedad/nuevos-datos-censo-2022-cayo-10-20-anos-gente-duena-casa_0_B4FeaxUqp...
Los baños de la Argentina
El recorte de 12 indicadores sobre las condiciones habitacionales de Argentina contempló el tema "saneamiento". El dato más llamativo tiene que ver con las viviendas particulares ocupadas (de las no ocupadas no hay datos todavía) que en efecto poseen un baño o letrina dentro de la casa.
Los extremos, Santiago del Estero y La Pampa. La primera, con el 77,2%. La segunda, con el 99,2%, más cerca de la media nacional, de 94,5%.
También se informó la conexión de los inodoros a la red cloacal, un ítem que, si bien flaquea, mejoró desde 2010. Pasó de 53,7% a 62,6%, en 2022.
Y (casi un lujo, en este contexto) se contemplaron las viviendas con dos o más baños. En este caso, el promedio nacional es 24,9%. El ranking está encabezado por CABA, con el 36,7%.
Energía y agua potable
Para sumar un comentario energético, sorprende que solo el 58,4% de las viviendas cocina con gas de red o electricidad, a nivel país. Todo el resto de las viviendas, se presume, utiliza garrafas o leña.
Pensando en el diseño de políticas públicas, el informe releva que casi el 15% de las viviendas particulares del país no tienen agua para beber y cocinar proveniente de la red pública, o sea, agua potable.
No corre la misma suerte la llegada de internet a los hogares: no solo porque el 89,7% tiene al menos un celular conectado sino porque el 78% posee alguna clase de módem, revela el censo.
Sin crédito para ser dueño
Además de la ciudad de Buenos Aires, otras dos provincias tienen baja cobertura de viviendas "con dueño". Tanto Santa Cruz (57,8%) como Tierra del Fuego (55,9%) están por debajo de la media nacional pero, específicamente, por abajo del 60%.
Florencia Labiano es socióloga, becaria doctoral del Conicet en la Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales (IDAES-UNSAM) y está haciendo su tesis sobre desigualdad patrimonial y mercado de alquileres en la ciudad de Buenos Aires.
En diálogo con Clarín, sobre la caída de las viviendas con propietarios viviendo en ellas, explicó que “esto se verifica a nivel nacional y en las jurisdicciones más pobladas, como CABA, el Gran Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza, entre otras”.
Si bien a nivel nacional podría haber realidades diversas que expliquen el fenómeno (migraciones, por ejemplo), “en las principales ciudades (CABA, Córdoba...) probablemente esté más asociado a la imposibilidad de la compra, lo que se explica principalmente por la falta de mercado de crédito hipotecario, y por el aumento del esfuerzo salarial necesario para acceder a un metro cuadrado construido”.
Para Labiano, “esto no se debe solo a la devaluación de la moneda nacional frente a un mercado dolarizado sino también a la fuerte valorización de las viviendas y los terrenos -a pesar de la caída reciente de los precios- que se vivió tras las crisis del 2001. A la vez, las experiencias de crédito hipotecario subsidiado o que flexibilizaban las condiciones también tuvieron un impacto en este sentido, pudiendo aprovecharlos los que llegaron primero, lo que condicionó negativamente a los que venían detrás”.
Así, “sin financiamiento ni alternativas públicas, los hogares -sobre todo los de los más jóvenes- se volcaron al mercado de alquiler, lo cual profundiza la imposibilidad del ahorro”.
Lo interesante es que esta reducción de hogares propietarios, “se dio en un contexto de expansión de la construcción. Fue esa demanda y ese flujo de capitales hacia el sector constructivo e inmobiliario lo que impulsó los precios de las viviendas”.
Así, concluyó: “Hay menos hogares propietarios pero más viviendas más caras, lo que señala un potencial proceso de concentración del principal activo de los hogares. Es más fácil acceder a una segunda vivienda que a una primera”.
18/05/2023 16:12
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Sociedad
Actualizado al 18/05/2023 18:07