Mundial y urbanismo: “Hay que pensar los estadios con una buena organización del entorno y accesibilidad”

El arquitecto y urbanista Andrés Borthagaray analizó los desafíos urbanos de los estadios modernos y ofreció claves para planificar la infraestructura para la próxima Copa Mundial. Perfil

En diálogo con Canal E, el arquitecto y urbanista Andrés Borthagaray advirtió que los grandes eventos deportivos como el Mundial exigen una planificación urbana integral que contemple accesibilidad, sostenibilidad y clima.

Estadio y ciudad: una relación inseparable

Varios estadios en Estados Unidos registraron temperaturas cercanas a los 39 grados y una sensación térmica mucho mayor”, explicó el entrevistado, quien resaltó cómo el calor extremo impactó tanto en los jugadores como en los espectadores. En algunos casos, “los entrenamientos debieron ser acortados y varios espectadores se desmayaron”. Como contraste, destacó el caso del Mercedes-Benz Stadium de Atlanta, con aire acondicionado en todo el recinto.

El especialista señaló que más allá del clima, otro problema fue la distancia entre los estadios y el transporte público. “En el MetLife Stadium de New Jersey, el tren más cercano está a 20 o 30 minutos caminando”, lo que calificó como inadecuado para eventos de esta magnitud. En ese sentido, insistió en que los organizadores deben “crear condiciones sostenibles sin depender tanto de la infraestructura tradicional”.

Comparando con la Copa del Mundo en Qatar, Borthagaray destacó que “allí los estadios estaban más cerca entre sí y conectados por un metro con aire acondicionado”, algo que contrasta fuertemente con las largas distancias de Estados Unidos. Otro tema técnico que trajo complicaciones fue el tipo de césped: “Ellos juegan con césped artificial y el Mundial requiere césped natural”, lo que generó molestias en los jugadores por el mal pique y la sequedad del campo.

Lecciones para América Latina y planificación futura

El urbanista subrayó que, si bien Estados Unidos tiene una gran infraestructura urbana, “la cultura del fútbol no es tan arraigada como en Europa o Sudamérica”, y eso influye en cómo se planifican los estadios. Para el próximo Mundial, mencionó que se harán mejoras como techos en cinco estadios y una mejor adaptación al césped natural.

También abordó los problemas logísticos durante el evento: “En la semifinal entre Real Madrid y Paris Saint Germain, los equipos llegaron tarde porque sus ómnibus quedaron atascados”, lo que evidenció fallas de organización en los accesos. En su opinión, mejorar los accesos en transporte público y la circulación de transporte especial son medidas clave.

En cuanto al diseño arquitectónico, sostuvo que los estadios multipropósito presentan limitaciones: “Las dimensiones no son las ideales para un partido de fútbol, y eso afecta la visión del público”, señaló. Además, comparó con experiencias cercanas como la de Montevideo, donde el estadio de Peñarol carece de buen acceso al transporte público.

Finalmente, Borthagaray llamó a tomar nota de estas experiencias para mejorar las ciudades latinoamericanas: “Tenemos que pensar los estadios desde el principio con una buena organización del entorno y accesibilidad”. En Buenos Aires, citó el caso del Estadio de River, que si bien tiene una estación de tren cercana, “no está bien organizada la conexión entre la estación y el estadio”.

Todo esto son aprendizajes útiles no solo para el Mundial, sino también para cualquier gran evento que convoque multitudes”, concluyó.