LA NACION | BUENOS AIRES | TRÁNSITO Y TRANSPORTE
por Julia D'Arrisso
El corredor vial debutará el lunes con un reordenamiento del tránsito de la zona; ayer se realizaron las últimas pruebas de circulación por la trinchera para camiones y ómnibus de larga distancia
Doce camiones y ocho ómnibus de larga distancia atravesaron ayer la trinchera semicubierta del Paseo del Bajo, que se abrirá el lunes, para las pruebas finales de circulación. "Esta obra va a agilizar el tráfico en eficiencia y seguridad. Los transportes van a poder especular un poco más con el horario porque se tardaban horas sobre la avenida Huergo por los semáforos y la mezcla con vehículos más pequeños. Al tener un carril exclusivo, la circulación va a ser más fluida y el chofer va a venir más tranquilo", cuenta Andrea Paredes, instructora de conducción, mientras manejaba un camión de gran porte por el viaducto bajo nivel.
Doce camiones y ocho ómnibus de larga distancia atravesaron ayer la trinchera semicubierta del Paseo del Bajo Fuente: LA NACION - Crédito: Ignacio SánchezSu vehículo transitaba con rumbo sur por uno de los dos carriles en ese sentido, que se suman a otros dos hacia el norte. Como este, los camiones y los ómnibus de larga distancia podrán trasladarse en 12 minutos por los 7,1 kilómetros que conectarán las autopistas Buenos Aires-La Plata, 25 de Mayo e Illia. La velocidad máxima será de 60 km/h, excepto en accesos y egresos, donde será de 40 km/h.
El nuevo Paseo del Bajo, desde el drone de LA NACION - Crédito: Julián Biongiovanni
El Paseo del Bajo va a separar los camiones y ómnibus de larga distancia de los vehículos particulares. Según cifras del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte porteño, por esa zona circulan a diario 15.326 camiones, 807 micros y 76.000 autos aproximadamente.
Con ésta obra se espera terminar con las congestiones de tránsito y las demoras Fuente: LA NACION - Crédito: Julián BongiovanniDesde la calle Brasil hasta el peaje de Retiro de Illia, el corredor vial instaurará 12 carriles: cuatro exclusivos para el tránsito pesado, con accesos a la Terminal de Ómnibus de Retiro y al puerto, más ocho carriles destinados a vehículos livianos. Estos últimos se dividen en cuatro con sentido norte sobre Alicia Moreau de Justo y otros cuatro hacia el sur sobre el eje Madero-Huergo.
La velocidad máxima será de 60 km/h, excepto en accesos y egresos, donde será de 40 km/h Crédito: Ignacio SánchezLa obra traerá aparejado el reordenamiento del tránsito en la zona, que se hará de forma progresiva. Primero se darán las directivas a los conductores de transporte pesado y durante todo el lunes se acomodarán con un operativo de 400 agentes de tránsito, para que el martes por la mañana todos los vehículos circulen bajo el nuevo esquema.
La obra incluye 10 pasos vehiculares habilitados por encima de la trinchera Fuente: LA NACION - Crédito: Julián BongiovanniPara el tránsito liviano, como se dijo, habrá cuatro carriles en cada mano con un bulevar en el medio y solo permitirán realizar giros en una única dirección. De norte a sur, los rodados deberán tomar la avenida Castillo y luego la avenida Antártida Argentina hasta conectar con Madero. En tanto, para ir desde el sur al norte podrán circular por la avenida Antártida Argentina hasta Castillo y luego por la calle 8 hasta la avenida costanera.
Vista con sentido a Retiro Fuente: LA NACION - Crédito: Julián BongiovanniLa obra incluye 10 pasos vehiculares habilitados por encima de la trinchera para conectar el centro con Puerto Madero; dos serán nuevas aperturas, a la altura de Moreno y Cochabamba. Todos tendrán sentido único, a excepción de Juan Domingo Perón-Macacha Güemes.
Ya está listo el Paseo del Bajo Fuente: LA NACION - Crédito: Ignacio SánchezPor Moreau de Justo y Madero-Huergo prestan servicio seis líneas de colectivo. Se detendrán en los llamados cajones amarillos, establecidos con una distancia de 400 metros entre cada parador y un máximo de dos líneas cada uno.
Vista del tramo final Fuente: LA NACION - Crédito: Julián BongiovanniLa vista del Paseo del Bajo a la altura de Retiro Fuente: LA NACION - Crédito: Julián BongiovanniFotos: Ignacio Sánchez y Julián Bongiovanni
Edición fotográfica: Fernanda Corbani