La Nación | Valeria Musse
Residentes de los barrios atravesados por las vías elevadas del San Martín y el Mitre tienen reuniones con técnicos y funcionarios; habrá locales, parques y servicios
Con los viaductos de los ferrocarriles Mitre y San Martín asomándose en primer plano en el paisaje porteño, se inició el proceso participativo para que vecinos, especialistas y funcionarios opinen sobre el destino que se dará a los espacios que quedarán bajo ambas trazas, algunos públicos y otros concesionados. Suman poco más de 17 hectáreas ganadas por la elevación de las vías.
Las necesidades e ilusiones son muchas para los habitantes de los barrios que atraviesan las obras: desde playas de estacionamiento y oficinas gubernamentales hasta baños públicos y parques. Pero no todas las posibilidades son factibles porque depende de los permisos de construcción y las características de cada porción del terreno. Es lo primero que les explican los técnicos a los participantes que, reunidos alrededor de varias mesas, empezaron a protagonizar estas reuniones que se extenderán durante el próximo mes.
Son diez vecinos por equipo que trabajan a partir de algunos lineamientos generales sobre un mapa en el que se destaca el recorrido del futuro viaducto que les afecta, según el barrio. De las 250.000 personas que fueron convocadas a participar, se inscribieron 14.000. Para ordenar la asistencia y permitir que los interesados puedan participar, se dispusieron reuniones en tres turnos (mañana, mediodía y noche), se informó. Cada bajoviaducto se dividió en intervalos: el del ferrocarril Mitre se estudia en tres tramos, mientras que el del San Martín se analiza en cuatro.
En cada mapa, los vecinos adhieren pequeños papeles coloridos en los que indican qué servicios y/o actividades les gustaría tener o no en esos predios. Durante una de las primeras charlas, por ejemplo, miembros de la comunidad china plantearon la posibilidad de instalar baños públicos para darle un servicio a los turistas que, sobre todo los fines de semana, recorren el Barrio Chino.
"Yo prefiero que haya espacios comunes, tipo parques y bibliotecas. También podrían instalarse oficinas del gobierno para hacer distintos trámites", dice Ana, que participó en los primeros encuentros. Y Enrique Banfi, como presidente de la Asociación Civil Vecinos de Belgrano, enfatiza: "No queremos que se liciten las tierras bajo el viaducto".
Una vez que finalice este proceso participativo, la información recabada será analizada por arquitectos y urbanistas, explicaron desde el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte de la ciudad. Luego, se remitirá a una comisión especial que se encargará de elegir los proyectos finales, integrada por técnicos de esa cartera, de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) y de la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF). Los terrenos disponibles serán licitados por la AABE. La Ciudad, en tanto, proporcionará los lineamientos técnicos requeridos para la ocupación de los bajoviaductos, formará parte del proceso de desarrollo de pliegos y de la comisión evaluadora de los proyectos. Los adjudicatarios gestionarán el espacio concesionado por 30 años.
"Con la elevación de las vías de los trenes Mitre y San Martín vamos a lograr más de 17 hectáreas de nuevos espacios para disfrute vecinal. Son 19 barreras que se eliminan entre ambas obras y 13 calles que se abren, lo que genera una mejor conexión entre los barrios", dice Franco Moccia, ministro de Desarrollo Urbano y Transporte. "Por eso invitamos a los vecinos a sumarse al proceso de creación colaborativa", expresa Federico Di Benedetto, subsecretario de Comunicación porteño. La inauguración del viaducto Mitre está prevista para fines de abril y la del San Martín, para agosto.
Algunos detalles
La elevación de las vías del Mitre entre las avenidas Congreso y Dorrego creará 60.791 m2 de nuevo espacio, el 40% concesionable. En los alrededores del Barrio Chino (entre Congreso y Juramento), según los primeros lineamientos propuestos por los especialistas, un 50% del predio liberado será destinado a actividades culturales y de esparcimiento, en tanto que en la otra mitad habrá locales comerciales y de gastronomía. Debajo de la nueva estación elevada Belgrano C, se creará un centro de transferencia donde los usuarios de 13 líneas de colectivos podrán realizar un transbordo más ordenado con el tren.
En otro tramo denominado Clubes, que está entre Juramento y Olleros, el bajoviaducto contará con un área de recreación y actividades aeróbicas de 4000 m2, y se construirá una estación intermedia para colectivos. Y en la tercera área liberada, por detrás del Hipódromo de Palermo, se espera que haya oficinas, locales gastronómicos y espacios de servicio y estacionamiento.
En el caso del San Martín, se liberarán 112.735 m2 de espacio (32% concesionable). En el entorno de la estación Paternal se prevé la creación de un parque lineal a lo largo de la avenida Warnes, con bicisenda y áreas de descanso. También podría haber oficinas de atención comunal.
Entre Newbery y la avenida Dorrego se proyecta la creación de alguna playa de estacionamiento y que funcione como área de depósitos. En la zona de Chacarita la idea es instalar locales gastronómicos y de servicios. Y el destino para el bajoviaducto entre Villa Crespo y Palermo estará más asociado a actividades comerciales y también de gastronomía.