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Por Milton Del Moral
El Frente de Todos presentó un proyecto para frenar la venta de tierras públicas en la Costanera Norte para la construcción de viviendas de lujo, que fue apoyado por distintas organizaciones. Esperan juntar 40 mil firmas para forzar a la Legislatura porteña a tratar la iniciativa
"Privatizar el río y construir allí una barrera de edificios no solamente es un desacierto en términos urbanísticos sino también en términos de nuestra memoria y nuestra identidad", dijo Rosa Aboy, integrante del Colectivo de Arquitectas
La Ley 6.289 fue sancionada por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el 5 de diciembre de 2019 y publicada en el Boletín Oficial el 8 de enero de 2020. En su artículo 2 convoca a un concurso público para el desarrollo urbanístico del conjunto “Costa Salguero - Punta Carrasco”. Advierte que deberá contemplar las normas de seguridad aeronáuticas que establece la Administración Nacional de Aviación Civil Argentina (ANAC), dado que se encuentra a metros del Aeroparque, y disponer de al menos el 65% de la superficie para uso público. El proyecto de iniciativa popular presentado ayer pide, básicamente, que esta ley se derogue.
Y que se destinen los predios identificados catastralmente como manzana 171 Sección 21 (Punta Carrasco) y Manzana 184 Sección 15 (Costa Salguero) “a la construcción y emplazamiento de un parque público, de acceso libre y gratuito, a cargo del Poder Ejecutivo”. Atañe, a su vez, la prohibición de la subdivisión parcelaria y de cualquier disposición que modifique el carácter de espacio verde público. Porque, como dice Bárbara Rossen, “en las tierras públicas se deben contemplar únicamente proyectos públicos”.
Bárbara Rossen es arquitecta, responsable del área de Derechos Urbanos, Espacio Público y Ambiente en la Defensoría del Pueblo y una de las 342 integrantes del Colectivo de Arquitectas en Defensa de las Tierras Públicas. Su organización, junto a la Alianza por el Clima, los Jóvenes por el Clima y Eco House, acompañaron la iniciativa que anunciaron legisladores porteños del Frente de Todos a efectos de “derogar la privatización” impulsada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
La presentación estuvo encabezada por el senador nacional por la Ciudad de Buenos Aires Mariano Recalde. La iniciativa deberá juntar 40.000 firmas, el 1,5% del padrón electoral, para forzar a la Legislatura a tratar el proyecto en un plazo de doce meses. En una campaña de Change.org habían recaudado más de 48.000 votos de aprobación y disponen de una carta con 600 firmas de arquitectos donde solicitan la disgregación del proyecto y la necesidad de emprender una “evaluación ambiental estratégica”.
“Cuando pensás un fragmento del territorio de esta proporción, lo que hay que hacer antes de enviar un proyecto es una evaluación ambiental estratégica –detalló Rossen–. De manera participativa y transdisciplinaria se analizan los distintos escenarios y, en función del análisis, se plantea el proyecto. No se lo manda sin hacer un análisis de cómo esa construcción impactaría en el territorio”. Se preguntó cuál es la ciudad que les van a dejar a las próximas generaciones y, en simultáneo, explicó que, como arquitectas que se dedican a la construcción, tienen comprensión del escenario urbanístico y que por eso saben que “no se pueden construir usos privados en tierras públicas”.
El viernes 27 de noviembre de 2020 comenzó una serie de audiencias públicas en la que se anotaron más de siete mil personas y donde expusieron más de dos mil oradores
La arquitecta intuye que van a juntar las firmas rápido y que su presentación se va a hacer sentir. El propósito es hacer ruido, levantar la voz, movilizar una causa que venció a la grieta política. “Decimos que somos la resistencia. Es una tierra pública sobre el río que tiene que ver con nuestra identidad ribereña. No solamente está en contra la oposición, sino muchos colectivos de distintas afinidades partidarias. Hay muchos votantes del Pro que reclaman que no se haga. Es un tema transversal a la sociedad, como lo fue la interrupción voluntaria del embarazo”, manifestó Rossen.
El oficialismo tiene mayoría para rechazar el proyecto y seguir adelante con su plan de levantar viviendas de lujo de cara al Río de la Plata. Además de la promulgación de la ley, ya hubo una aprobación en la primera lectura del tratamiento de las normas urbanísticas en relación al proyecto de ley de rezonificación de Costa Salguero. Eso derivó en audiencias públicas récord: más de dos meses, 29 jornadas, 7.049 inscriptos y 2.060 expositores. El 97% de los oradores rechazaron la iniciativa. Ahora habrá una segunda lectura.
“Lo veo difícil, pero tenemos cada vez más apoyo. El tema está en agenda. Eso es un gran logro. Lo que estamos pidiendo es que la construcción de la ciudad y el urbanismo sea participativo, que se tenga en cuenta lo que opina la gente”, consideró la arquitecta. Lo que proponen es dejar sin efecto la ley que admite la venta y el parcelamiento y privatización de las tierras públicas de Costa Salguero y Punta Carrasco, y destinar esas tierras a la construcción de un gran parque público.
“Creemos que es un proyecto que vulnera derechos, que si se construyen edificios de torres y oficinas sobre la costa del río nos quitan para siempre el mejor paisaje. Reclamamos de manera colectiva y conjunta la recuperación de estas tierras para el disfrute de todos. Que se construya un gran parque público, que se restablezca el carácter público de las tierras públicas, que se construya un parque y mantener una reserva del predio para que el Estado tenga capacidad de decidir sobre estas tierras, que se cumpla la Constitución y el plan urbano ambiental, y que todo lo que construya la Ciudad sea para tener una ciudad más saludable, más sensible a las desigualdades, más equitativa”, resumió Rossen.
Y contextualizó su lucha con la coyuntura actual, dominada por la pandemia del coronavirus. “Por ejemplo, en Costa Salguero ahora se hacen testeos de covid. Si privatizas todas las tierras públicas, te quedás sin espacios comunes. Es como vender el living de tu casa. Es en los espacios públicos donde se construye la identidad de la comunidad, la vida colectiva, la vida comunitaria, el intercambio. La pandemia lo puso en evidencia”.
“No es una parcela librada al mercado, no es un terreno privado, es la costa del río y es pública”, sentenció. La integrante del Colectivo de Arquitectas exige criterios de sustentabilidad y una mirada integral de la Ciudad, y no una mera visión concentrada en el negocio inmobiliario. Lo describió como un plan para generar recursos y no como un proyecto de ciudad: “Están desprendiéndose de las joyas de la abuela”.
“Queremos lo que tienen Rosario y Montevideo. Es el momento. Si las tierras se venden, será para siempre. Queremos ser la generación que recupere la costa del río”, expresó. Lo entiende, así como lo hacen todos los que rechazan la construcción de viviendas de lujo en los terrenos públicos de la Costanera Norte, como una oportunidad para restablecer la relación de la ciudad con el río. Antes de que existieran Punta Carrasco y Costa Salguero, recuerda que hubo una playa que se llamaba Saint Tropez donde la gente tomaba sol en malla. “Esta vez no será playa, será parque, pero público de nuevo”.