La Ciudad tiene un nuevo Código Urbanístico

Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires | Desarrollo Urbano y Transporte | Planeamiento

El pasado 6 de diciembre de 2018, con 34 votos a favor, se aprobaron en su segunda lectura en la Legislatura Porteña, los códigos Urbanístico y de Edificación. La normativa respectiva al Código Urbanístico, entra en vigencia a partir de su fecha de publicación en el Boletín Oficial (27 de diciembre de 2018).

El Código de Planeamiento Urbano (1977), recientemente reemplazado por el Código Urbanístico, se encontraba obsoleto y respondía a un modelo de ciudad del siglo pasado. Con fuerte concentración en casi un único centro, apelando al zoning y que fomentaba el uso del automóvil particular para desplazarse por autopistas construidas en aquel entonces, sin priorizar al peatón. Además, no contemplaba la sostenibilidad ambiental ni social.

Buenos Aires fue construida por 3 diferentes códigos de zonificación a lo largo de su historia que causaron disparidad en la construcción. Bajo los lineamientos dispuestos por el Plan Urbano Ambiental, se exigía modificar nuestro código de zonificación a través de un proceso participativo.

De este modo, hoy disponemos del Código Urbanístico, que establece un cambio de paradigma. Una ciudad a escala humana, pensada desde la visión del espacio público, dónde se promueve el transporte público, dónde por primera vez incorporamos un capítulo de sustentabilidad, dónde se reconoce la ciudad existente, conservando los valores patrimoniales, preservando la identidad de cada barrio, y generando un equilibrio entre el Norte (que históricamente fue más desarrollado) y el Sur de la ciudad, para que todos los vecinos de la ciudad tengan las mismas oportunidades.

El Código Urbanístico, se basa en estos 5 principales ejes:

1. CIUDAD HOMOGENEA

  • Uno de los ejes estructurantes fue pensar un código desde la visión resultante hacia el espacio público, como marco escenario a ese 50% de espacio libre, el cual pone situación de igualdad a los 6 millones de ciudadanos diurnos que habitan y disfrutan nuestra ciudad.

  • La estructura urbana de la Ciudad de Buenos Aires posee el trazado de las ¨leyes de indias¨, con lotes de terreno de diferentes tamaños; según la posición que le toque en la manzana y por ello, durante décadas se aplicaron fórmulas matemáticas complejas para materializar la constructividad y que deja como resultado la consolidación de un tejido dispar.

  • Sobre una ciudad con su territorio construido, el Código Urbanístico trabaja sobre un esquema de completamiento de tejido, por el contrario al Código de Planeamiento Urbano, que se daba por sustitución, y que fomentaba la demolición del tejido urbano para construir torres de perímetro libre.

  • Por eso, se eliminan los parámetros matemáticos complejos como el FOT, FOS y Tangente, que son reemplazados por alturas máximas y profundidades de edificabilidad en la manzana. Estas alturas están determinadas por anchos de avenidas, calles y pasajes, por cuestiones de asoleamiento y orientadas al transporte público e infraestructuras de servicios.

  • El Código Urbanístico se basa en la homogeneización del tejido urbano y fija las alturas de los barrios de acuerdo a las edificaciones preexistentes. Así, no solo lograremos armonizar el paisaje, sino que también estaremos respetando el deseo de los vecinos por preservar las identidades de cada uno de sus barrios.

  • Se estableció que el Código Urbanístico sea previsible y transparente, de forma que cualquier vecino pueda comprender qué, cómo y cuánto se puede construir en su manzana.

2. MIXTURA DE USOS

Se incorporó el concepto de Mixtura de Uso, para que la Ciudad se desarrolle de forma más descentralizada, generando múltiples sub-centros. Por eso, fomenta la mixtura de usos, para que la gente pueda vivir, trabajar, entretenerse y educarse en un mismo barrio, favoreciendo la diversificación de comercios y equipamientos públicos.

Se pretende que en un radio de no más de 30 minutos de distancia el ciudadano pueda encontrar todo lo necesario para poder desarrollar su vida de forma completa.

Se dividió la Ciudad en 4 áreas de mixturas, que van desde comercios de escala en barrios de casas bajas, a usos de escala metropolitana en centros y sub-centros.

3. PATRIMONIO HISTORICO

Un tema fundamental que aborda el Código Urbanístico es el resguardo del patrimonio histórico, que fue otro importante pedido de nuestros vecinos.

Se mantuvieron las 39 Áreas de Protección Histórica, con + de 11.000 inmuebles catalogados.

Para que el patrimonio tenga sustentabilidad económica, se incorporó el concepto CCT (Capacidad Constructiva Transferible) que promueve el mejoramiento, la restauración y la puesta en valor a través de esta herramienta.

Queremos que los edificios históricos, no solo sean apreciados como una obra de arte, si no, que se vivan, se disfruten y se usen.

El patrimonio, es parte de la historia, la identidad del barrio y de cada vecino.

4. CIUDAD MÁS SUSTENTABLE

Por primera vez, una norma de planeamiento urbano, incorpora un capítulo exclusivo sobre sustentabilidad ambiental.

A través de 3 mapas de isla de calor, riesgo hídrico y mapa de biodiversidad, podemos detectar qué zonas tienen mayor necesidad, y así se aplican incentivos al sector privado para que apliquen distintas estrategias con el objetivo de mitigar el cambio climático. Algunos de estas estrategias pueden ser: techos verdes, reservorios de agua, suelos absorbentes, captación de aguas de lluvia, entre otros.

5. CIUDAD MÁS INTEGRADA

El 9% de la población de la ciudad vive en barrios informales. En línea con lineamientos internacionales, trabajamos en nuevas políticas de integración. El Código Urbanístico incorpora a la Ciudad como un barrio más, a las villas y asentamientos informales, que antes se mantenían al margen. Con integración a la trama urbana, regularización dominical y con un proyecto participativo que culmina en un ley específica.

PROCESO PARTICIPATIVO

El Código Urbanístico, es el resultado de un proceso que comenzó en 2008, momento en el cual la Ciudad aprobó el Plan Urbano Ambiental, y que estableció los lineamientos para el desarrollo de Buenos Aires y marcó el punto de partida para la reforma del código urbano, a través de la participación.

EJECUTIVO

En 2016, desde el Poder Ejecutivo, comenzamos con el proceso participativo que incluyó + de 100 encuentros con vecinos, entidades profesionales, académicos, y organizaciones no gubernamentales, de los que participaron + de 5.000 personas, con una amplia comunicación, que alcanzó a + de 1 millón de vecinos, y en el que recibimos + de 750 propuestas, de las cuales 217 tenían relación con el código, y de las que se incorporaron 64.

LEGISLATIVO

Luego de 11 versiones trabajadas desde el Ejecutivo, comenzamos un nuevo proceso de trabajo participativo a través del Poder Legislativo, en el que realizamos + de 39 reuniones con vecinos, legisladores, organizaciones, instituciones y academias. Además, se realizaron 4 días de Audiencia Pública, con 493 inscriptos, dónde se escucharon y debatieron diversas propuestas.

Como resultado de esta instancia legislativa, se recopilaron + de 270 nuevas propuestas, y se incorporaron 95.