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Medida polémica
15/09/2021
Clarín.com - Ciudades - Por Pablo Novillo
Una empresa llegó a un acuerdo con el Gobierno porteño. El espacio verde estará en Córdoba y Reconquista, donde hoy hay un estacionamiento.
Una empresa constructora se comprometió a ceder parte de un terreno para instalar una plaza en pleno centro porteño. A cambio, le autorizarán construir un edificio en el resto del predio.
El terreno está en la manzana entre Córdoba, Reconquista, Viamonte y San Martín. Es el lote que desde hace años ocupa un estacionamiento privado, que queda detrás del convento Santa Catalina de Siena, uno de los más antiguos de Buenos Aires.
La propuesta es destinar unos 5.000 metros cuadrados a la creación del espacio verde, cuya financiación, cercana a los 5 millones de dólares, correría por cuenta de la empresa. La plaza debería estar finalizada antes del 1° de marzo de 2024, explicaron fuentes oficiales.
A cambio, la Ciudad le permitiría a los privados aumentar la capacidad constructiva autorizada para hacer un edificio. Hoy, podrían levantar hasta 38 metros de altura y un volumen de 39.400 metros cuadrados. Con el cambio se irían a 46.600 m2 en hasta 72 metros (unos 20 pisos) sobre avenida Córdoba, que es la altura que ya tiene el edificio que hay en el lote de al lado. Es decir, el empresario podría hacer más pisos y más volumen, pero en una planta más chica, porque cedería superficie, justamente, para la instalación de la plaza.
Así se vería la nueva plaza, detrás del convento de Santa Catalina de Siena, entre Córdoba, San Martín, Viamonte y Reconquista. A la derecha, el futuro edificio.
Se solucionaría así un viejo conflicto. En 2011, el Gobierno porteño había autorizado la edificación en todo el lote que ocupa el estacionamiento. Dos años después, y por una denuncia de la ONG Basta de Demoler, la obra fue paralizada por la Justicia. ¿La causa? Que se ponía en riesgo el edificio del convento Santa Catalina, que es parte del patrimonio cultural de la Ciudad y del país, dado que es Monumento Histórico Nacional.
Fue inaugurado el 21 de diciembre de 1745, al igual que la iglesia que lo acompaña. Es uno de los conjuntos coloniales más antiguos y mejor conservados que quedan en Buenos Aires. Además de sus usos religiosos, hoy muchos vecinos aprovechan para ingresar a su patio, que funciona casi como un oasis en plena Ciudad. Entre otras actividades, en 2001 el convento fue sede de la exposición de Casa FOA.
El convenio urbanístico que firmaron el Gobierno porteño y la empresa, cuyo titular es Carlos Schargorosdky, fue enviado a la Legislatura porteña, junto con otros 15 acuerdos con privados que, a cambio de ciertos permisos especiales de construcción, aportarán entre todos 36 millones de dólares.
Ese dinero se destinará a un Fondo de Desarrollo Urbanístico Sustentable (FODUS), que se crearía por ley y se utilizaría para financiar proyectos que permitan reactivar el Micro y Macrocentro de la Ciudad, a través de créditos hipotecarios para la compra o alquiler de departamentos en esa zona, y también para reconvertir oficinas en viviendas.
Así se vería la nueva plaza en el centro porteño.
Todos esos convenios deben ser aprobados por los legisladores, luego tienen que pasar por una audiencia pública no vinculante, y por último ser sancionados una segunda vez. Como para conseguirlo se necesitan 31 votos, y la bancada oficialista tiene 37, se entiende que serían aprobados sin mucha dificultad.
Álvaro García Resta, secretario de Desarrollo Urbano de la Ciudad, aseguró que “este tipo de herramientas como los convenios urbanísticos nos permiten generar espacio verde en lugares donde hoy no hay. Una plaza de media manzana en el Microcentro es invaluable en la recuperación y reconversión de ese barrio”.
Los 16 convenios enviados a la Legislatura son a su vez parte de un total de 113 que la Ciudad está analizando, tras una convocatoria lanzada a principios de este año justamente para que los desarrolladores privados acercaran este tipo de propuestas.
El estacionamiento donde harán la la plaza, que tendrá 5.000 metros cuadrados, en Córdoba y Reconquista. Foto Lucía Merle
La idea fue priorizar aquellas que favorezcan el repunte de barrios como San Telmo, Monserrat, Constitución oeste, Barracas y La Boca, donde se nota más la necesidad de inversión privada.
También se le da prioridad a aquellos proyectos que plantean usos mixtos, que combinen las viviendas con las explotaciones comerciales. Y más aún si suponen la creación de espacios verdes, en una ciudad que tiene un déficit evidente en esta materia.