20/03/2018 - Clarin.com ARQ | Paula Baldo
Entrevista
Estoy a favor de integrar los barrios vulnerables al tejido
El arquitecto paulista Milton Braga detalla conceptos sobre la intervención en favelas y cómo preservar su espacio público. Su proyecto en Parisópolis.
“Brasilia es una de las ciudades más ricas del mundo en áreas libres y una de las más pobres en espacio público porque tiene mucho espacio y poco público”, afirma Milton Braga, arquitecto, profesor e investigador de la Universidad de San Pablo y discípulo de Paulo Mendes da Rocha.
Actualmente, el titular del estudio MMBB está dedicado a la investigación y al proyecto de áreas vulnerables, y al desarrollo de estrategias para integrar las favelas a la ciudad. Sus investigaciones y estudios estadísticos se focalizaron en las relaciones entre infraestructura y proyecto urbano devinieron en una mirada crítica sobre la capital de Brasil, que volcó en el libro “Concurso de Brasília: los siete proyectos para una capital”.
Últimamente, Braga se ha dedicado a las intervenciones en la ciudad tradicional brasileña que define como “muy frágil y precaria”. Invitado por Taller Sudamérica de la FADU-UBA, el investigador asegura que cada vez hay más similitudes entre las ciudades sudamericanas. “Están llenas de áreas vulnerables, con demandas urgentes. La agenda es más o menos la misma”, comenta a ARQ en una entrevista durante su reciente visita a nuestro país .
- ¿Qué características comparten las ciudades latinoamericanas?
- Ahora tenemos que pensar la gran ciudad como un organismo metropolitano. Arquitectos como Lucio Costa pensaron el conjunto de una manera inaugural, como un país latinoamericano que tenía que superar su pasado colonial. Esto, en Brasil, es más marcado que en Argentina. En el siglo XX, la agenda fue emanciparse, superar la condición colonial y hacer todo nuevo. Ahora, tenemos más historia, en realidad ya la teníamos, pero hoy asumimos la conciencia de ello. De una historia que, bien o mal, se impone. Nuestras ciudades vulnerables son problemáticas y, a la vez, muy significativas para la gente que construyó sus casas, que suelen ser más grandes de las que es capaz de proveer la política habitacional pública. Entonces, en los proyectos de intervención procuramos mantener esas viviendas y operamos sobre los barrios para “hacer ciudad”: mejores aceras, calles, desagües. Mejor transporte, iluminación, paisaje, todo eso.
Parisópolis. En la favela paulista existen casas sobre un arroyo que está muy contaminado.
- ¿Cómo se trasladan estos conceptos a un proyecto concreto?
- Estoy a favor de integrar los barrios vulnerables al tejido. En San Pablo alrededor del 30 % de la población, unas 3 millones de personas y otro tanto en la metrópolis, viven en favelas. Para esa cantidad de personas no va a ser posible hacer todo nuevo. No obstante, eso no interesa, porque ahí hay que mantener la historia, el patrimonio cultural y afectivo. En 2012, empezamos a trabajar en el proyecto de intervención en la favela Parisópolis, una de las más grandes de San Pablo. Consiste en la canalización de un arroyo que atraviesa el barrio, con un área de proyecto de un kilómetro cuadrado, y que involucra a unas 80 mil personas. La obra está pendiente por falta de financiamiento. Es una favela un tanto excepcional porque está situada en una parte rica de la ciudad. Por lo general están más en la periferia, o en el morro en el caso de Río de Janeiro. Hay que integrar esta población, no solo el tejido físico, también el social.
- ¿Cuáles son las estrategias proyectuales para Parisópolis?
- Procuramos hacer más porosa a la favela con respecto a la ciudad. Pero el principal problema es lograr que el espacio público sea muy valorado al punto que la gente lo proteja de una nueva ocupación. Esto es un desafío muy grande, donde no hay espacio para hacer casas es tentador avanzar. Entonces, la estrategia consiste en la activación del espacio de uso mixto con comercio, residencias y equipamiento social de salud y educación. La participación de los vecinos en el proyecto es muy importante tanto para manifestar lo que necesitan como para que se involucren, se sientan parte y lo defiendan.
Arroyo artificial. El arroyo canalizado será un nuevo espacio público.
Está muy claro que parte de esta ciudad es tan vulnerable que no resiste y va a haber que sustituirla, existen casas sobre un arroyo que está muy contaminado. Al removerlas se hará allí un nuevo espacio público que estará conectado a la red intermodal para consolidar el trayecto al transporte público de calidad, ya que hay una estación de metro cerca. Asociar el transporte al espacio también es eficaz para su valoración. Los servicios de interés público estarán concentrados en un edificio, vinculado a una plaza. Por otro lado, a través de un complejo proyecto de ingeniería, se realizará un arroyo artificial con agua limpia en la superficie para uso recreativo y la contaminada irá por debajo. Ambos canales estarán interconectados para funcionar como aliviador pluvial. La otra estrategia es que las viviendas que se conserven se adapten al nuevo frente para establecer una relación de sinergia con el nuevo espacio público. La planta baja será de comercio y servicios.
Milton Braga. Intervención. La canalización servirá como aliviador pluvial.
- ¿El proyecto tiene en cuenta el tema de la seguridad?
- La violencia urbana en Brasil es mayor que en el resto del mundo por lo tanto un espacio público asusta a todos pero eso se puede cambiar. Hay que pensar un espacio muy calificado. Es importante hacerlo legible respecto de la jurisdicción pública y la privada, la indefinición no es buena en general. Incluso por cuenta de esa conciencia es que el espacio libre va a ser valorado por las personas.
Espacio urbano. Los servicios de interés público estarán concentrados en un edificio, vinculado a una plaza.
- ¿Cómo se pondera la calidad del espacio público?
- Brasilia es una de las ciudades más ricas del mundo en área libre y una de las más pobres en espacio público porque tiene mucho espacio y poco público. Hay una relación de escala demasiado grande. Al final estamos hablando de Jane Jacobs, de Jan Gehl. Una persona que se sienta en un bar frente al mar a beber una caipirinha, mira el océano por unos segundos e inmediatamente presta atención a la gente, que es mucho más interesante. La gente, los perros, las bicis, la verdadera playa son las personas. Esa es la energía para hacer espacios públicos valorados: espacios más público.
- ¿Puede mencionar un ejemplo de estos “espacios valorados”?
- Hoy, en San Pablo, el mejor espacio público es la Avenida Paulista que todos los domingos está cerrada a los automóviles y se transforma en la playa paulista. Solo falta la arena y el mar, pero eso no importa. Los mejores espacios públicos son los más versátiles, aquellos con permanente oferta de programas, más la ocupación privada, ese binomio funcionando en forma orgánica mantiene el espacio público vivo. También son valiosos los espacios que favorecen el movimiento y la sociabilidad junto con la actividad física. En ese sentido, los parques lineales son ideales porque permiten andar en bicicleta o en roller, correr, caminar, pasear los perros etcétera. Este último caso es el que queremos proponer en la favela, día y noche con mucha actividad. Por ejemplo, en la ciudad brasileña, las canchas de fútbol son buenos espacios abiertos por su versatilidad como lugar de encuentro y son legibles, dos atributos que queremos aportar.
Densificar. El conjunto de viviendas sociales Jardim Edite (San Pablo) sigue un concepto de integración morfológica y paisajistica con el entorno.
- ¿Cómo se integran a los sectores sociales en estas propuestas?
- Me hace más optimista que la gente en general empezó a hablar de ciudad. Lo más estratégico es cambiar lo que piensa las personas al respecto, que sean capaces de promover la convivencia de sectores sociales. Desarrollar una cultura de deseo de convivir con la diferencia es una evolución, no una revolución. Respecto a las soluciones de vivienda social, es mejor invertir en parcelas más caras para aprovechar la infraestructura existente. La ciudad deseable es densa y compacta. Los proyectos deben ser morfológicamente parecidos a la vivienda de mercado, a su contexto. Y sumar servicios que atraigan a la clase media. El equipamiento de salud es el más plural en ese sentido.