Clarín.com | Zonales | por Héctor Lescano Rojas
Medio ambiente
Estará en el Delta, tendrá un refugio para científicos o estudiantes y apuntará a preservar estos ecosistemas.
Ubicación. El centro estará emplazado a dos kilómetros del río Paraná y a casi una hora de distancia del continente
En medio del debate por una ley nacional de humedales y de múltiples reclamos ambientalistas por los incendios de terrenos linderos al Paraná en Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires, el municipio de Tigre anunció un proyecto para cuidar este tipo de ecosistemas.
Empezaron a construir el primer Centro de Interpretación de los Humedales en el Delta. Se trata de un espacio destinado a la observación, conservación, estudio e investigación de la biodiversidad propios de ese tipo de entornos.
La primera sede con la que contará el distrito ya comenzó a tomar forma dentro de la Primera Sección de Islas, en un predio de 23 hectáreas ubicado a la vera del río Carapachay y a dos kilómetros del río Paraná. En esa zona poco poblada y que está a casi una hora de viaje desde el continente, los trabajos de desmalezamiento y limpieza del terreno avanzan a paso firme.
"Se trata de un lugar de preservación ambiental que mantendrá las condiciones naturales de la ecoregión del Delta, los humedales y la biodiversidad. También se convertirá en un observatorio de la naturaleza abierto a los investigadores y toda la comunidad", explica María Paz Mazzola, directora general de Gestión Ambiental local.
El desarrollo de la obra consta de tres etapas. La primera es el acondicionamiento del terreno y la posterior instalación de un muelle para que las personas puedan acceder a la zona. También montarán una pasarela de aproximadamente un metro y medio de altura, adaptada para personas con discapacidad. Se estima que para fin de año esta parte estará lista.
En la segunda, estipulada para el primer cuatrimestre de 2021, construirán la superficie cubierta de 450 metros cuadrados con alguna oficina de informes, sanitarios y un salón de usos múltiples, que oficiará como un 'refugio de montaña' adaptado a las islas.
"Funcionaría como una casa del cuidador o guardaparques. Queremos que quienes vayan cuenten con un espacio para dejar sus bolsos y equipos, que tengan ciertas facilidades mientras realizan sus estudios u observaciones y puedan quedarse en el lugar", agrega Mazzola. Ese aspecto, aseguran desde la Comuna, será clave a la hora de realizar, por ejemplo, avistaje de fauna nocturna.
Manos a la obra. Parte de la delegación municipal que viajó hasta el sitio se prepara para los trabajos.
La tercera etapa implica la construcción de una biblioteca y un laboratorio debidamente equipado para trabajos de investigación u observación que los estudiantes o científicos realicen en la zona de los humedales tigrenses.
"Tener contacto directo con las condiciones del ambiente es una de las facilidades que podemos ofrecer a la hora de los estudios. Queremos que las investigaciones que se hagan también formen parte de esa biblioteca", dice la directora de Gestión Ambiental.
Si bien el Centro de Interpretación de los Humedales tiende a estar enfocado en albergar a estudiantes e investigadores, también estará abierto a toda la comunidad que desee adentrarse en ese espacio del Delta.
Tanto instituciones educativas de diferentes niveles de enseñanza (colegios primarios y secundarios, y entidades terciarias y universitarias) como vecinos -de Tigre y otros distritos- contarán con la posibilidad de conocer las características propias de los humedales y la importancia que tienen para el medio ambiente. Para ello, desde el Municipio coordinarán las visitas según la capacidad del lugar.
Y esperan, una vez que funcione a pleno, organizar talleres, actividades de comunicación y concientización ambiental abiertos a la comunidad.
Un factor importante es la financiación de la obra: será sustentada con aportes económicos exigidos por la Comuna a diferentes desarrolladores inmobiliarios y constructores del distrito, en concepto de "mitigación ambiental".
Vegetación. El predio de 23 hectáreas está siendo acondicionado para la obra.
"Todas las actividades generan un impacto en el ambiente, así que se aprueban los proyectos siempre y cuando se trabaje sobre las mitigaciones ambientales. Con los edificios y barrios cerrados tenemos medidas de mitigación que tienen que ver con la subvención de programas educativos. Estamos orientando hacia ahí las mitigaciones ambientales para desarrollar conciencia ambiental. Es una forma de devolverle conocimiento y valorización a la comunidad", concluye Mazzola.