En qué consiste la industrialización verde que empuja el Gobierno para transformar la matriz económica

Economía Sustentable | Andrés Sanguinetti
01.03.2021

El objetivo es impulsar una agenda de temas que abarcan la movilidad sustentable, producción sostenible, economía circular y eficiencia energética.

Para el actual Gobierno, las políticas productivas que se han venido aplicando en el país tuvieron como único norte la maximización del PBI, descuidando la dimensión ambiental.

Las autoridades aseguran que la sustentabilidad del crecimiento no es solo macroeconómica, sino también ambiental al generar esquemas de incentivos que premien las iniciativas amigables con el ambiente y la mitigación del cambio climático.

Esta postura oficial es canalizada a través del Ministerio de Desarrollo Productivo que orienta Matías Kulfas y en donde entienden que lo ambiental no es un costo económico, sino como una oportunidad para generar nuevos mercados y soluciones tecnológicas como las energías renovables, electromovilidad y la digitalización, entre otros ejemplos.

En este marco, las autoridades comenzaron a llevar adelante una serie de lineamientos para alcanzar lo que llaman “una industrialización verde” en la Argentina de la mano de una agenda de temas que abarcan la economía del conocimiento, digitalización e industria 4.0; movilidad sustentable; producción sostenible; economía circular y eficiencia energética y proveedores de energías limpias.

Cambio de paradigma

En el primero de los temas ya se ha sancionado una nueva ley de economía del conocimiento que incluye sectores como el software; audiovisual; biotecnología; bioinformática e ingeniería genética. También, nanotecnología, nanociencia; industria satelital; industria aeroespacial e industria nuclear.

Además se lanzó el Plan Argentina Programa (formación de programadoras/es); un programa masivo para capacitación en el pensamiento computacional, gratuito, con enfoque de género y regional.

A esto se le suma una plataforma Industria 4.0 de asistencia técnica e incentivos fiscales y financieros (como tasas bonificadas) para proyectos de adopción de tecnologías 4.0; así como programas de Apoyo a la Competitividad (PAC): Kaizen 4.0 y el Plan Juana Manso de notebooks.

En segundo lugar se encuentra el sector de electromovilidad. En este caso, el puntal de la estrategia oficial se basa en la sanción de una nueva ley que contenga un régimen promocional para el desarrollo de la movilidad eléctrica y la integración con la cadena del litio.

Otros ejes principales son estímulos fiscales para la fabricación de vehículos eléctricos; promover la investigación y desarrollo aplicado a proyectos de electromovilidad; beneficios fiscales para la adquisición de vehículos eléctricos fabricados en el país. y el desarrollo de la cadena productiva del litio.

El proyecto oficial se propone integrar la mayor cantidad de componentes nacionales para la producción de buses eléctricos, entre los cuales podrían destacarse las baterías de litio.

En este sentido, el ministro Kulfas ya tiene listo el borrador del proyecto de ley que el Gobierno impulsará en marzo en el Congreso para redefinir la industrialización del litio, incorporar los productores de autopartes y fomentar la investigación.

“Tenemos que salir de la discusión dicotómica entre minería sí y minería no, la discusión es cómo implementamos estrategias para tener una minería que permita garantizar la inclusión y que sea sustentable”, dijo Kulfas en declaraciones periodísticas para intentar remarcar así que el proyecto minero oficial consistirá en que la extracción del litio sea inclusiva para que haya una cadena productiva que involucre a las pymes, que se genere empleo y que las comunidades donde está la minería se desarrollen en su conjunto.

Pero el desarrollo de una “economía verde” no se detiene en estas dos anteriores estrategias sino que suma planes para lograr una producción sostenible, remediación ambiental y readecuación de los sistemas actuales.

En este caso, se hace referencia al nuevo decreto de parques industriales (“parques verdes y tecnológicos”) y una reconversión industrial en cuencas con una adecuación ambiental de empresas radicadas en esas zonas (principalmente, Matanza-Riachuelo), tanto en materia de efluentes como de emisiones e impulso a industria de saneamiento.

Las autoridades de Desarrollo Productivo agregan como estrategias a las certificaciones de sostenibilidad con la creación de un mecanismo público de certificación a las empresas que pueda ser homologable con los estándares internacionales exigidos.

También, el llamado Programa Nacional de Sustentabilidad Minera que contiene regulaciones, procedimientos y tecnologías que minimicen impactos negativos y potencien externalidades positivas de la minería.

Energía y basura

En cuanto a la economía circular la iniciativa oficial pasa por aumentar la capacidad productiva nacional para el reciclaje del caucho y minimización de las importaciones de caucho, además de organizar recuperadores urbanos que incrementen la capacidad productiva de las cooperativas para el reciclaje de residuos sólidos urbanos e inserción plena del sector cooperativo en cada tipo de residuos como los plásticos, cartones, vidrio, aluminio, entre otros.

Ambas estrategias se complementan con el Plan Federal de Erradicación de Basurales a Cielo Abierto del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, y con el régimen de gestión de vehículos al final de su vida útil y su intersección entre economía circular y nueva política automotriz.

En quinto lugar se destacan los planes para lograr la eficiencia energética y profundizar el desarrollo de las energías limpias mediante, por ejemplo, la renovación de electrodomésticos para la eficiencia energética; el Proyecto Aerogenerador Argentino; el Programa de producción nacional de calefones solares para fomentar la energía solar térmica.

Teniendo en cuenta cada uno de los puntos de esta estrategia, el ministro Kulfas afirmó en varias oportunidades que se trata de que la Argentina cuente con un “nuevo green new deal” que incluya desafíos como la economía circular, trabajar en la reconversión industrial sostenible en cuencas contaminadas, y el desafío que tiene que ver con las nuevas agendas.

La Argentina no sólo posee, junto a Bolivia y Chile, las mayores reservas mundiales de litio. Cuenta además con un destacado desarrollo relativo de su sector industrial, tanto en el sector automotriz como el metalmecánico en general, y un no menor desarrollo de su sistema nacional de ciencia y tecnología.

Sólo dentro del CONICET, el país cuenta con 170 investigadores e investigadoras que tienen al litio entre sus líneas de investigación, de los cuales, alrededor del 60 % están relacionadas con el desarrollo de baterías recargables.

Desde 2013, por otra parte, la Fundación InnovaT administra 7 convenios relacionados con la posibilidad de producir baterías de litio en Argentina. Sin embargo, tanto la explotación primaria de litio (que ya lleva más de dos décadas en el país), como las investigaciones científicas relacionadas al litio y la industria nacional, permanecen desde entonces y hasta hoy totalmente desvinculadas entre sí.

En respuesta a múltiples consultas recibidas por parte del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología y con el objetivo de promover la vinculación tecnológica en torno a la agenda de la transición energética nacional, la Fundación InnovaT de CONICET convocó el pasado 19 de febrero a la Mesa de Trabajo “Producción nacional de baterías de litio-ion para electromovilidad en transporte público”.

Allí reunió a los principales referentes del sector científico y de la industria nacional relacionados con baterías de litio, junto a funcionarios del actual gobierno nacional, para analizar conjuntamente las condiciones técnicas, económicas y financieras necesarias para impulsar en Argentina un proyecto de industrialización del litio orientado a la producción de baterías para vehículos eléctricos destinados al transporte público masivo.

Allí fue posible conocer los desafíos asumidos por parte del actual gobierno nacional en materia de electromovilidad para transporte público y abordar de manera conjunta, las diferentes perspectivas, alternativas, dificultades, requerimientos y potencialidades contenidas en el proyecto de desarrollo propuesto.

Por otra parte, durante el encuentro organizado el pasado lunes 2 de marzo por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) en el Centro Cultural Kirchner, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, aseguró que están trabajando en el lanzamiento de un plan para el recambio de los colectivos urbanos por unidades que funcionen con energía eléctrica, elaborado sobre tres ejes principales: “la industrialización del litio, la incorporación de los fabricantes de autopartes y la renovación de la flota del transporte público, en el marco de lo que denominamos agenda verde”.

En términos generales, el plan consistirá en la implementación de un sistema de incentivos a la inversión productiva para desarrollar buses eléctricos en el país con la mayor cantidad posible de componentes nacionales.

Es por ello que, según el diario Página/12, los asesores del ministerio de producción vienen conversando con autoridades de Adefa que nuclea a las automotrices, Afac (autopartistas) y el Smata, gremio de mecánicos. En relación a las baterías de litio, el gobierno tiene la intención de impulsar la industrialización de los yacimientos nacionales de litio a partir de la mayor demanda de colectivos eléctricos.

Según afirmó el ministro Kulfas, “la euforia de los precios de los commodities en su momento no fue debidamente aprovechada y tenemos un déficit regional para sostenernos con nuevas tecnologías”.

Cabe a su vez destacar que, desde la entidad financiera CAF, reafirmaron su compromiso con Argentina, asegurando financiamiento por u$s2.400 millones para los próximos cuatro años, dirigido hacia diversos proyectos de desarrollo que van desde temas educativos hasta infraestructura energética, resaltando un especial interés en electro movilidad.

Según afirmó al periódico Ámbito Financiero el representante en Argentina de CAF, Santiago Rojas, “Estamos aprovechando los 50 años de CAF para pensar en la región, hacia dónde enfocar los esfuerzos para crecer más. Pero no crecer por crecer, sino crecer para ayudar a la gente. Hubo muchas iniciativas: fomentar el comercio internacional, ayudar en temas de logística, en infraestructura y, en particular, la movilidad eléctrica, aprovechando que en la región está el litio, que es el elemento fundamental para temas de electro movilidad.”

En cuanto al compromiso asumido con el actual gobierno nacional, Rojas aseguró también que “los créditos que se comprometió a otorgar la entidad no están atados al resultado de la renegociación de la deuda”.

Una guerra silenciosa entre empresas extranjeras de más de siete países se libra desde hace varios años en el noroeste argentino por la extracción del litio, el denominado “oro blanco” de la nueva era.

El esquema sustancial de esta batalla consiste en la explotación de este mineral valioso para la elaboración de baterías, pero el Gobierno de Alberto Fernández está dispuesto a intervenir en este millonario negocio para redefinir la matriz productiva.

La explotación del litio se despliega hoy en un preciado triangulo conformado en la cordillera de los Andes que une a Argentina, Bolivia y Chile. Allí compiten centenares de compañías de Estados Unidos, Canadá, Japón, Australia, Corea del Sur, Italia y China para extraer este mineral que escasea en el mundo entero. Una dura batalla se despliega allí entre empresarios por la adquisición de zonas de explotación del litio.