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La ciudad subastó dos manzanas, que fueron adquiridas por la familia Werthein
El predio está en Avenida del Libertador y Udaondo, en Núñez, y permite construir hasta 100 metros de altura. Fue vendido en 151 millones de dólares. Advierten por el impacto ambiental.
La política de privatización de tierras del Estado para desarrollo inmobiliario que implementa el gobierno de Cambiemos continúa a paso firme. El Banco Ciudad subastó dos manzanas del Tiro Federal Argentino, ubicado en la avenida Del Libertador y Udaondo, en el barrio porteño de Nuñez, a un precio de 5600 millones de pesos, unos 151,5 millones de dólares. Los representantes del fideicomiso financiero privado Buenos Aires Landmark, de la familia Werthein, que ganaron la subasta, no adelantaron cuáles son los planes para el predio en el que pueden construir hasta 150.000 metros cuadrados y 100 metros de altura a partir del 2020. Raúl Espineda, de la Coordinadora en Defensa de la Tierra y el Patrimonio Público, sostuvo que “la venta se da en el marco de un megaproyecto privatizador que incluye los terrenos del Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard), el Instituto Superior de Educación Física Enrique Romero Brest (ISEF Nº1), la rezonificación del barrio Nuñez y el traslado de la cancha de River, por parte de una agencia inmobiliaria creada por el Estado mismo”.
El predio del Tiro Federal fue dividido en tres: el lote A, que se subastó ayer en la sede del Banco Ciudad, en Esmeralda 660; el lote B que es el área de la histórica sede social de la Asociación Civil y el lote C que es donde funcionará el Parque de la Innovación, donde el gobierno apuesta a reunir instituciones públicas y privadas destinadas a la educación y la investigación científica.
El pliego de venta establece que el 65 por ciento de la superficie total del Polígono A (manzanas 146 K y 146 L) se destinará para uso público con espacios verdes y calles que se abrirán una vez adjudicadas las tierras.
De acuerdo a la información oficial, con el dinero recaudado por la Ciudad se financiará la construcción del Parque de la Innovación y obras de urbanización en las villas 31 y 31 bis, y otras tareas de infraestructura.
Para Espineda, el proyecto oficialista es extender el tipo de urbanización de Puerto Madero hacia el norte de la ciudad para que empresas privadas hagan negocio en uno de los sectores donde el valor de la tierra es de los más caros.
En el mismo sentido, el titular del Observatorio del Derecho a la Ciudad, Jonatan Baldiviezo, dijo que “todo el entorno ribereño está siendo transformados en lugares para proyectos inmobiliarios para un sector privilegiado que va a tener acceso a la costa y no para que la ciudad recupere ese espacio. Un área que va de Puerto Madero hasta Vicente López, pasando por Retiro, donde se remató el predio Catalinas Norte 2, 90 mil metros cuadrados para hacer torres, al que se suma la reprivatización de Costanera Norte con el tema del distrito joven, que va de Costa Salguero al Parque de la Memoria y la ampliación del aeroparque”.
La venta del predio, que había sido cedido en comodato al club en 1891, fue aprobada en la Legislatura porteña tras un proyecto enviado por el oficialismo, previa desafectación del dominio público, que autorizó a venderlo en cuotas o “pagos parciales y/o diferidos de conformidad con el interés público comprometido, para la cancelación del precio”. Al mismo tiempo, el Estado se hará cargo de construir un nuevo polígono de tiro sobre la ribera norte de la Ciudad, junto al Parque de los Niños, que le cederá a la Asociación Civil Tiro Federal Argentino.
“La construcción en esa zona, que estaba destinada para clubes y espacios verdes, va a generar grandes impactos ambientales”, advirtió Baldiviezo, quien remarcó que el discurso para lograr vender el Tiro fue bastante burdo”. “Dijeron ‘vamos a cambiar armas por ideas’, y le terminaron dando 15 hectáreas en tierras públicas con usufructo a 75 años, donde además les permiten concesionar comercios, y donde el Estado va a gastar 500 millones de pesos para construir el nuevo polígono. Terminaron cediendo espacio verde que era público en manos del Tiro Federal, y el espacio verde del club, que no era público, termina siendo vendido para negocio inmobiliarios privados”.
El letrado remarcó que, además de la gran capacidad constructiva que se está autorizando sin estudios de impacto ambiental, hay cuestionamientos por el valor patrimonial del terreno. “Todo el predio del Tiro está protegido como monumento histórico, no sólo el edificio como sostiene el gobierno, y debería tener la autorización de la Comisión Nacional de Monumentos”, afirmó, antes de señalar que es muy irregular que se permita “hacer a pago diferido en cuotas cuando generalmente las subastas de tierras publicas se tiene que cobrar el dinero en su integridad”.
Y agregó:”Todo esto en el marco del nuevo Código Urbanístico que está preparando a esta zona para que no sea residencial sino de usos mixtos. En la que se puedan instalar polos gastronómicos a cielo abierto”.