09/09/2021. Clarín
El debate será por Zoom el 15 de octubre, pero sólo podrán participar quienes se inscriban a partir de la semana próxima.
Los restos de la Ciudad Deportiva de Boca, en el predio donde IRSA quiere construir un nuevo barrio y un parque público. Foto Rafael Mario Quinteros
¿Desarrollo urbanístico para mejorar el espacio público o despojo de tierras públicas y amenaza para el humedal costero porteño? La aprobación en primera lectura del convenio entre el Gobierno de la Ciudad e IRSA para crear un barrio y un parque público en la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors, en la Costanera Sur, divide las aguas. Y todas las partes podrán exponer sus argumentos en una audiencia pública el 15 de octubre. Para poder participar, hay que inscribirse a partir de la semana próxima.
La Legislatura porteña le dio la aprobación inicial al convenio el 19 de agosto pasado. Hubo 36 votos a favor, pero 19 en contra, fundamentalmente del kirchnerismo y de la izquierda. Como el proyecto incluye una modificación al Código Urbanístico, ahora debe discutirse en una audiencia pública obligatoria, que no es vinculante. Después habrá una segunda votación en el recinto para su sanción definitiva.
La audiencia se realizará por Zoom el 15 de octubre. Sólo podrán acceder a la videoconferencia las personas que se inscriban entre el miércoles 15 de este mes y el 12 de octubre en el sitio web de la Legislatura.
Las personas jurídicas podrán participar a través de sus representantes legales, acreditando personería jurídica a través del mail [email protected] y llamando a la Dirección General de Gestión y Participación Ciudadana de la Legislatura al 4338-3151 de 10 a 18.
La Ciudad Deportiva está ubicada en un terreno ganado al Río de la Plata, en la Costanera Sur. En ese lugar, el club Boca había hecho un parque de diversiones y pretendía construir un estadio cubierto para 100 mil personas, además de un complejo de piletas y canchas de tenis. Sólo se llegaron a hacer algunas instalaciones, pero las sucesivas crisis económicas dejaron trunco el plan.
El proyecto de la Ciudad Deportiva quedó trunco y el predio, abandonado. Foto Rafael Mario Quinteros
En los años 80, el predio quedó abandonado. En 1991, lo compró la empresa Santa María del Plata. Seis años después, fue adquirido por IRSA. Desde entonces, esta desarrolladora presentó varios proyectos de urbanización, pero nunca logró que los aprobara la Legislatura de la Ciudad.
Esta vez, se avanzó un paso más, a partir de que en julio IRSA firmó un convenio urbanístico con la Secretaría de Desarrollo Urbano de la Ciudad.
El proyecto de IRSA para la ex Ciudad Deportiva de Boca.
¿En qué consiste el proyecto que quiere llevar IRSA? Bautizado como "Costa Urbana", plantea hacer un barrio en 24,6 de las 71 hectáreas del predio, con un sector central con edificios de 6 a 10 pisos destinados a viviendas, comercios, locales gastronómicos, sanatorios, instituciones educativas y otros usos.
Este barrio tendrá un corredor peatonal que derivará en un espejo de agua alimentado por el Río de la Plata, que también funcionará como un paseo y estará rodeado por algunas construcciones.
En la franja más hacia el sur, se permitirá la construcción de torres, en manzanas más separadas. Además, se abrirán las calles para conectar el nuevo vecindario con la avenida España, hacia el lado de la Isla Demarchi. En el barrio podrían vivir unas 6.000 familias.
Simulación de cómo quedaría Costa Urbana.
Las otras 47 hectáreas del terreno serán cedidas por IRSA para hacer un parque público, con un paseo costero de 4,8 kilómetros y bicisendas. La empresa se comprometió a hacerse cargo del mantenimiento de este parque por diez años.
El otro compromiso asumido por IRSA es que pondrá dinero en un fondo para inversiones en infraestructura que decida el Gobierno porteño, como por ejemplo la recuperación del Área Central.
IRSA se comprometió a hacer un parque público de 47 hectáreas.
La inversión total, según IRSA, será de unos 1.800 millones de dólares, con una generación de 10.000 puestos de trabajo directos. El desarrollo edilicio se completaría en unos 20 años.
Cuando la Legislatura avaló el convenio con IRSA, el legislador Daniel Del Sol (Vamos Juntos), presidente de la Comisión de Planeamiento Urbano, afirmó: "Este proyecto genera desarrollo local, mejoramiento del espacio público y creación de puestos de trabajo, lo cual es tan necesario en este contexto de pandemia".
La oposición, sin embargo, denunció que se trata de un avance de la construcción de torres sobre el espacio verde. "El resultado de negocios sin medir daño ambiental es claro, construir sobre relleno, lindando con emisiones contaminantes y sin realizar estudios es grave", dijo el legislador Matías Barroetaveña (Frente de Todos).
El punete de acceso a la ex Ciudad Deportiva. Foto Rafael Mario Quinteros
Varias ONG ambientalistas expresaron su rechazo al proyecto y hasta lograron trabar un primer intento de tratamiento en la Legislatura, que iba a hacerse en la sesión del 5 de agosto. A su pedido, el juez en lo Contencioso Administrativo porteño Guillermo Scheibler firmó una medida cautelar que impidió el debate, con el argumento de que hasta el momento la iniciativa no fue acompañada por un estudio de impacto ambiental. Pero otro juez del mismo fuero, Aurelio Ammirato, revocó esa cautelar y el proyecto llegó al recinto.
El 23 de agosto hubo una bicicleteada convocada por las ONG en Costanera Sur para reclamar que toda la costanera sea verde y pública.
Una de esas organizaciones es el Observatorio del Derecho a la Ciudad, desde donde advierten: "Este mega proyecto de torres de 145 metros de altura en la Costanera Sur es la síntesis del mayor saqueo de tierras públicas de la historia de la Ciudad. Es un absurdo ambiental, que no sólo va a destruir uno de los pocos humedales que le quedan a la Ciudad, sino que va a generar irreversibles impactos ambientales poniendo en riesgo la Reserva Ecológica: impactos sonoros, modificación del asoleamiento, modificación del escurrimiento de las aguas y de los vientos".