El Parque de la Innovación

1 de abril de 2023
LA NACION
Editoriales
Opinión

En el mundo existen más de 500 parques científico-tecnológicos, espacios que favorecen la movilización de capitales y la actividad económica. Entre nosotros, el Parque de la Innovación, proyectado en el predio de 12 hectáreas que ocupaba el Tiro Federal, condujo a la venta de 32 parcelas en los últimos dos años. De ese total, apenas 5 lotes no consiguieron interesados en el primer intento. Un par volvieron a subastarse en estos días y los restantes lo harán antes de mayo.

La recaudación por la venta de tierras ya supera los 250 millones de dólares, con más del 75% de la superficie disponible vendida.

Este ambicioso desarrollo prevé unos 60.000 metros cuadrados con oficinas, un polo comercial, viviendas y universidades como la de Buenos Aires, la Tecnológica Nacional, la Di Tella y el Instituto Tecnológico de Buenos Aires, en una privilegiada ubicación. Cuenta con aprobación para la construcción de 360.000 metros cuadrados, de los cuales 120.000 deben ser destinados a facilitar la interacción de actores claves dentro del ambiente de la innovación, la mitad a espacio público y el resto a obra privada.

Transitarán por el área unas 30.000 personas por día, de las cuales más de 11.000 lo harán para trabajar allí y 18.000 serán estudiantes, con unos 6000 residentes. El proyecto contempla también el desarrollo de un área de salud y un anfiteatro.

Desde el Ministerio de Desarrollo Económico y Producción porteño aclaran que el 45% de las áreas públicas estará destinado a espacios verdes, no solo en terrazas, sino sumando vegetación nativa a las plazas.

Para la ONU, los conglomerados urbanos –que albergan a más de la mitad de la población mundial– son los responsables del 70% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero que condujeron al cambio climático. La recomendación de contar con entre 10 y 15 metros cuadrados de espacio verde por habitante no se cumple en Buenos Aires, donde los porteños tienen algo más de seis.

Habida cuenta de la grave falta de superficies verdes urbanas, deberíamos preguntarnos si las autoridades no deberían reconsiderar la posibilidad de asignar los terrenos no vendidos a aumentar el ratio de espacios verdes. Nos responderán que no se puede prescindir de los millonarios ingresos por ventas que se persiguen. Pero ¿podemos acaso continuar prescindiendo de todo aquello que sume oportunidades de mejora para la salud y esparcimiento de la población?