El barrio con mala reputación que esconde tesoros históricos y quiere transformarse para renacer

03/07/2023. La Nación

LA NACION
Los vecinos de Constitución trabajan en una iniciativa para motorizar el desarrollo de la zona; cuáles son los principales reclamos
3 de julio de 2023
por Delfina Celichini

Un restaurante francés de primer nivel convive en la misma cuadra con un depósito de colectivos de la línea 79 y un albergue transitorio. Justo enfrente, lo que fue un petit hotel hoy es una propiedad tomada que decora el entorno con ropa colgada en las aberturas de una fachada decimonónica derruida. Sucede en Santiago del Estero al 1400, en Constitución. En este barrio situado al sur de la ciudad, con una conectividad envidiable y una historia riquísima, una agrupación de vecinos reclama al Gobierno porteño que reconozca su potencial como polo cultural, turístico y gastronómico, y que impulse políticas públicas que motoricen el resurgimiento.

“Ya no vienen a cenar nuestros amigos porque les rompen los autos cuando estacionan en la vereda, y tenemos que estar atentos cuando llegamos tarde a la noche a que no haya una persona intoxicada durmiendo en la puerta”, señaló a LA NACION Valeria Llobet, vecina desde hace más de 20 años y parte del colectivo que integran casi 200 personas y se organizó para trabajar en conjunto un proyecto de ley con propuestas concretas que apuntan a cambiar el perfil del barrio.

Declarar la emergencia urbanística, ambiental, social y de seguridad pública en el polígono delimitado por las avenidas Independencia, Caseros, Entre Ríos y Lima es el primer punto de su iniciativa. “Mientras que en el norte dicen que están sobrepasados de densidad comercial y constructiva, en el sur pedimos que se fomente el desarrollo”, destacó César Ferreiro Estévez, quien precisó que vive en Constitución “de toda la vida” y que le angustia ver la decadencia de su barrio.

Para propiciar la reactivación del lugar, que supo ser la cuna de una ciudad floreciente, el proyecto vecinal consideró relevante la catalogación del polígono como “área de desarrollo prioritario”. Su objetivo no solo es mejorar la higiene, aumentar los espacios verdes y preservar la seguridad, sino además que se utilicen los incentivos adecuados para impulsar actividades económicas que potencien el consumo y motoricen la renovación urbana mediante desarrollos públicos y/o privados que recuperen la matriz edilicia y patrimonial.

Les Anciennes Combattants, un histórico restaurante francés, convive con inmuebles tomados, un depósito de colectivos y albergues transitorios

“Esto solía ser el centro comercial”, señaló Ferreiro Estévez a LA NACION, durante una recorrida por la zona. Se trataba de la calle Constitución en la intersección con San José. Resabios de una vieja farmacia en una de las ochavas, una verdulería en la entrada de un antiguo garage y una cafetería con opciones de minutas era todo lo que se podía relacionar con establecimientos comerciales lícitos. A pocos metros, sobre Constitución, un grupo de personas sentadas en la vereda y agazapadas sobre sí mismas tomaban vino en una botella cortada. Una cuadra más allá, sobre Santiago del Estero, mujeres trans ofrecían servicios sexuales alrededor de las 13.30.

“Acompañamos a los vecinos en las distintas iniciativas que buscan una mejora en el barrio. En las reuniones que hemos celebrado han surgido varios proyectos que buscan dotar de mayor atractivo a Constitución, como el desarrollo de un polo gastronómico con características propias, basado en la afluencia migrante que tiene su expresión en restaurantes de comida regional y étnica, que podrán potenciar la afluencia de público externo”, precisaron representantes de la Junta Comunal 1, encargada, entre otras cosas, de ser un nexo entre los habitantes y el Ejecutivo porteño.

Y sumaron: “Se planteó, también, realizar un relevamiento de los edificios de valor patrimonial a efectos de trazar circuitos turísticos que pongan de relieve el patrimonio arquitectónico del barrio. Todas estas iniciativas las trabajamos participando a las distintas áreas del Gobierno central que tienen injerencia en las temáticas señaladas”.


En San José 1330, el inmueble recibió protección "cautelar", que impide alterar la fachada porque tiene valor como referencia formal y cultural en su entorno FABIÁN MARELLI - LA NACIÓN

Por su parte, fuentes del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana destacaron a LA NACION que desde mayo se inició un refuerzo del servicio de limpieza en toda la Comuna 1, que incluye al barrio de Constitución y el nodo de transporte homónimo, en el que confluyen el tren Roca, el ramal C de subtes y decenas de líneas de colectivo. “Gracias a esto, tenemos métricas que indican que mejoró en 15 puntos el estado de higiene del barrio”, dijeron.

El compendio de medidas que proponen los vecinos son variadas. Muchas de ellas pueden ser resueltas en el corto plazo, como la limpieza o el recambio de luminarias, mientras que otras necesitan de una planificación en el tiempo, como el fomento de actividades que reactiven el barrio y le den otro perfil, así como el estímulo a la vivienda joven.

Una de las áreas clave del Gobierno porteño para llevar adelante estas últimas iniciativas es el Ministerio de Desarrollo Económico y Producción, tal como lo está haciendo con el Plan de Transformación y Reconversión del Microcentro. Ante la consulta de este medio, fuentes de esa cartera señalaron que “no han recibido ninguna propuesta”, ni tampoco tienen proyectos previstos para desarrollar en el barrio de Constitución.


Típicas fachadas que se encuentran en la zona, propias de las casas chorizo, que se construían a principios del siglo XIXFABIÁN MARELLI - LA NACIÓN

Sebastián Prado integra el consejo asesor de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires. En diálogo con LA NACION, indicó que desde finales de abril mantuvieron reuniones con los vecinos de Constitución, quienes describieron las problemáticas de la zona, así como las propuestas que pensaron para resolverlas.

“Estamos recopilando toda la información de las áreas que intervienen para armar un proyecto de abordaje integral, con el fin de presentarlo al Gobierno de la ciudad y así acompañar los reclamos”, detalló Prado.

Un barrio con historia

“Queremos ampliar el circuito gastronómico, cultural y artístico de San Telmo hacia esta zona, que tiene una tradición tanguera, borgeana, anarquista, y con una heterogeneidad social súper interesante. En esta misma calle tenemos músicos y cineastas, antropólogos e investigadores del Conicet, así como lugares que tienen un valor arquitectónico destacable y que se están deteriorando porque están abandonados”, indicó Llobet a LA NACION.


Los detalles de la fachada del Palacio Estrogamou, ubicado en Salta 1027Santiago Cichero/AFV

Según los datos públicos de las áreas de protección histórica que informa el Gobierno de la ciudad, son 591 los inmuebles que fueron catalogados con algún tipo de preservación, ya sea estructural, integral o cautelar. Entre otros, además de la emblemática estación terminal del ferrocarril, se encuentran el Museo de la Santa Casa de Ejercicios Espirituales Sor María Antonia de la Paz y Figueroa, en la avenida Independencia al 1190; el edificio en la esquina de Estados Unidos y Santiago del Estero, icónico por ser construido por el arquitecto italiano Virginio Colombo, de estilo art nouveau; y el Palacio Estrugamou, en la intersección de Salta y Carlos Calvo, como un exponente del eclecticismo.

Para Marta Rosendo, vecina de Constitución y parte de la Junta de Estudios Históricos del barrio, esta zona se caracterizaba por su riqueza comercial e industrial. Las casas chorizo, de gran extensión y con patios internos, eran de los estancieros que se instalaron en Buenos Aires a principios del siglo XIX. “Se puede ver en los registros escolares, en los que se detalla la profesión de los padres. También se radicaron las personas que trabajaban en las industrias, como Terrabusi, Bagley y la fábrica de medias Los Andes”, señaló.


Hoy, la industria que prolifera son las metaleras, que según los vecinos comenzaron a aparecer alrededor de 2010FABIÁN MARELLI - LA NACIÓN

Con el trazado de las autopistas 25 de Mayo y Arturo Frondizi, a partir de la década del 70 el perfil del barrio cambió. “Muchos comercios se fueron. Quedaron manzanas aisladas y el tipo de habitante se transformó: pasó de uno estable a uno más golondrina. Con las crisis económicas de los años 80 y 90 esto se profundizó”, agregó Rosendo.

Hoy, la industria que prolifera son las metaleras, que según los vecinos comenzaron a aparecer alrededor de 2010. “Trabajan metales de corte”, subraya la representante de la Junta de Estudios Históricos. Ella destaca este detalle con el fin de definir una problemática: el robo de porteros eléctricos, caños de agua u otros elementos de bronce para ser vendidos.