Ejemplo de desarrollo urbano - OPINION

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Parque Patricios es uno de los barrios más tradicionales de la ciudad de Buenos Aires, con una larga raigambre popular, tanguera y con íconos deportivos como el Club Huracán, Oscar "Ringo" Bonavena y los hermanos Gálvez. Sin embargo, hace algunas décadas esa barriada bien porteña sufría por la inseguridad, el olvido y la decadencia.

Ese escenario pareció cambiar de a poco, a partir de diciembre de 2008, cuando comenzó a tomar forma el Distrito Tecnológico de la Ciudad que hoy, luego de una década, alberga a más de 300 empresas y brinda trabajo a alrededor de 12 mil personas.

El objetivo anunciado en su momento fue crear, mediante beneficios impositivos, un centro de promoción, desarrollo, innovación y conocimiento que cobijara tanto a empresas de Tecnología de la Información y Comunicación (TIC) y de software como a profesionales de este rubro.

Los vientos de cambio también se vieron reflejados en el barrio con la instalación del gobierno porteño en el impactante edificio diseñado por el célebre arquitecto británico Norman Foster, y la llegada de la línea H de subterráneos, que llega hasta la estación Hospitales.

Con el diseño del Distrito Tecnológico y la instalación de las empresas, se revalorizaron las propiedades, se registró un mayor interés inmobiliario, arribaron institutos y universidades, y se incrementó en gran medida, por ende, la actividad comercial, que incluye un incipiente circuito gastronómico.

Cuando existe planificación y políticas de largo plazo, que incorporan reformas estructurales, mejoras en los servicios y en el transporte, es mucho más factible revertir la situación de zonas degradadas y lograr un impulso que permita su desarrollo.

Un claro ejemplo de esto es la instalación del Museo Guggenheim en la ciudad vasca de Bilbao hace poco más de veinte años. Esa decisión proyectó una rotunda transformación en una ciudad que alguna vez había sido industrial y la llevó a ser hoy catalogada como una de las más reconocidas y visitadas de Europa.

A pesar de que se respira otro aire en la avenida Caseros y en el resto de las calles de Parque Patricios, para que los cambios sean profundos y duraderos aún queda mucha tarea por realizar. Sin embargo, lo logrado hasta el momento es sumamente auspicioso y digno de ser valorado e imitado.